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Cronología de circunstancias que rodean a Principios psicológicos del análisis infantil
Оглавление* Enero de 1921. Se radica en Berlín.
* 3 de febrero de 1921. Presenta Análisis temprano (Segunda Parte de El desarrollo de un niño) en la Sociedad Psicoanalítica de Berlín.
* 1921-1922. Presenta en la Sociedad Psicoanalítica de Berlín varias contribuciones breves extraídas de su práctica.
* A partir de 1922 comienza a atender niños en el policlínico recientemente inaugurado por Karl Abraham.
* Septiembre de 1922. VII Congreso Internacional de Psicoanálisis (Berlín). Lee El desarrollo y la inhibición de las aptitudes en el niño (núcleo de Análisis infantil de 1923).
* Mediados de 1923. Comienza a analizar a Rita hasta octubre de ese mismo año (83 sesiones, se interrumpe porque los padres deben viajar al exterior). Confirma los hallazgos hechos con Erich y comienza a percibir la presencia de
a) una instancia crítica interna muy severa a una edad temprana;
b) fantasías sádicas anales y uretrales y
c) situaciones de ansiedad específicas de las niñas.
* A principios de 1924 comienza a analizarse con K. Abraham. El análisis se prolongará hasta mayo de 1925.
* Abril de 1924. VIII Congreso Psicoanalítico Internacional (Salzburgo). Lee Sobre la técnica del análisis de niños muy pequeños que se basa fundamentalmente en la experiencia que viene llevando adelante con Rita.
Habría mencionado por primera vez:
a) la concepción oral del coito y
b) habría hecho referencias precisas al despliegue de la transferencia en el análisis infantil.
Todavía no habría podido mencionar en esta versión:
a) el comienzo del Edipo a partir del destete;
b) la introyección del Superyó desde la aparición del conflicto edípico y
c) el despliegue de la transferencia en niños muy pequeños es comparable a los adultos.
* Junio de 1924. Reunión de psicoanalistas de lengua alemana. Melanie Klein presenta Extracto de análisis de una niña de seis años (tomado del caso Erna). Este escrito será la base del Capítulo 3 de El psicoanálisis de niños. Abraham dice, al terminar Melanie Klein de leer este trabajo, “El futuro del psicoanálisis está en el análisis de niños.”
* Diciembre de 1924. Finalizó el tratamiento de Trude (82 sesiones; se interrumpe por razones externas) y tiene en tratamiento a Peter (278 sesiones totales) y el de Ruth se encuentra muy adelantado (190 sesiones; se interrumpe porque los padres deben viajar al exterior). El tratamiento de Erna lleva seis meses y le restan 18 más (durará 2 y medio años; 575 sesiones; 1924−1926; se interrumpe por razones exteriores)
* 13 de diciembre de 1924. Lee una conferencia leída en la Sociedad Psicoanalítica de Berlín y publicada en Imago (en alemán, 1926) y en IJPA (en inglés; 1927). En esta conferencia se basa Principios psicológicos del análisis infantil.
* 17 de diciembre de 1924. Presenta en Viena, encontrándose con S. y A. Freud, presentes en dicha reunión, Principios psicológicos del análisis infantil.
* Septiembre de 1925. Está una semana en Londres con gran éxito. Las conferencias constituirán la primera parte del libro El psicoanálisis de niños
* 1926. En la primera mitad de este año concluye los análisis en curso para trasladarse a Londres
Aparece publicado en el IJPA Principios psicológicos del análisis de niños.
Septiembre: Se radica en Londres.
1 Por ejemplo, en 1924, presenta en distintos eventos científicos (entre los que se cuenta el VIII Congreso Internacional de Psicoanálisis, realizado en Salzburgo) trabajos con títulos similares (por ejemplo, Sobre la técnica del análisis de niños muy pequeños) en los que podemos observar muchas de estas ideas en distintos estados de evolución ya que reflejan los hallazgos que realiza en los distintos tratamientos que lleva a cabo.
2 “Este análisis señala (...) el punto de partida de la ingente labor clínica y teórica que se refleja en sus escritos desde 1926 en adelante. Sabemos que Karl Abraham no se engañó al respecto y que anunció a Freud la proeza que [Melanie Klein] acababa de cumplir...” Petot, J.-M. (1979) Melanie Klein. Primeros descubrimientos y primer sistema (1919-1932), Buenos Aires: Paidós, 1982; p. 99.
3 En 1924 tomará en análisis varios pacientitos más (Trude, Erna, Peter, Ruth) de cuyos tratamientos surgirán los decisivos desarrollos teóricos y técnicos que constituyen las ideas centrales de Principios psicológicos del análisis temprano.
4 “[El] célebre artículo de 1926 sobre Principios psicológicos del análisis infantil, al que por lo general se considera como el primer texto en que se exponen las ideas kleinianas.” Petot, J.-M., op. cit., p. 25. Este artículo “ha sido considerado un verdadero manifiesto de las ideas kleinianas.” Ídem, p. 26.
5 Klein, M. (1926) Principios psicológicos del análisis infantil. En Contribuciones al psicoanálisis, Buenos Aires: Hormé, 1964, p. 127.
6 Ídem.
7 Ídem, p. 127. Acá hemos encontrado una diferencia en la traducción castellana. En los Writings of Melanie Klein leemos: “The fundamental thing, however, and the criterion of all later capacity for adaptation to reality, is the degree in which they are able to tolerate the deprivations that result from the Oedipus situation.”, (vol. I, p. 129, cursivas nuestras).
En cambio, en castellano (Contribuciones al psicoanálisis, Buenos Aires: Hormé, 1964) no se hace referencia a la “situación edípica”. Dice: “Sin embargo lo fundamental y el criterio de toda capacidad ulterior de adaptación a la realidad, es el grado en que son capaces de tolerar las privaciones que resultan de las situaciones mismas.” (pp. 127−128).
8 Del texto de M. Klein surge neta la distinción entre “adaptación” y “aparente adaptabilidad”. La “adaptación” surge de la capacidad del niño de volver sobre el repudio inicial de la privación de modo de transformarlo en un conocimiento de esa realidad, que al principio se le aparece sólo como frustrante; en cambio, la “adaptabilidad” es fruto de un “repudio exagerado” y se manifiesta, entre otras formas, como “docilidad”.
Recordemos lo tratado en capítulos anteriores acerca del “coraje” necesario para avanzar en el conocimiento de las realidades más allá de las ideas preformadas y sobrenaturales que apabullan el impulso al conocimiento del niño. “Adaptación” sería lo que surge de un conocimiento logrado con un espíritu activo de indagación que debe sobreponerse no solo a los obstáculos externos sino también a los internos (“tendencia a la represión”, en aquellos primeros textos; “repudio” en este texto); “adaptabilidad” sería el resultado de sucumbir a las ideas preformadas, entre otras.
9 Ídem, pp. 127-128; cursivas nuestras.
10 Ídem, p. 128.
11 Ídem, p. 128; cursivas nuestras.
12 Ídem, nota al pie n. 1, p. 128. El contenido de esta nota al pie forma parte del núcleo de ideas que M. Klein desarrollará en Estadios tempranos del conflicto edípico (1928).
13 Cursivas nuestras. Es evidente que el término “posición” es usado en parte como sinónimo de “fase”, pero estoy plenamente de acuerdo con W. Baranger quien, en su libro Posición y objeto en la obra de M. Klein, insiste en que “el cambio de término no parece fortuito, posición implica ya algo más que un momento de la evolución instintiva. Por tanto, se refiere a una ubicación determinada del sujeto dentro de una situación objetal completa.” Al quedar así vinculada a la relación objetal predominante en un momento dado, la posición (englobando el impulso, la fantasía, la ansiedad específica y las defensas actuantes) es algo eminentemente inestable y fluido, mucho menos rígido que el concepto de fase. Pero por el momento M. Klein introduce el término sin justificarlo y posiblemente sin que las sugerencias que van implícitas fueran del todo claras para ella. Sin embargo, no deja de ser elocuente que use en el mismo párrafo las palabras “situación” y “objeto”.
El término “objeto” designa por ahora, al igual que en S. Freud, un objeto exterior, pero difiere en parte de la concepción freudiana. Para él el objeto de amor genital es un objeto exterior semejante a la propia persona, sobre el cual se concentra el investimiento libidinoso global, posterior a la unificación de los instintos parciales. Para M. Klein la constitución del objeto, aunque sea exterior y total, no requiere la unificación de los impulsos, y la aparición de pulsiones genitales no implica la subordinación de los pregenitales bajo predominio genital. Al contrario, su presencia es compatible con la catectización sucesiva y también simultánea de las distintas zonas erógenas en un nivel de homologación. La aparición del factor genital anuncia de todos modos una tendencia a la integración.
En cuanto a la palabra “situación” sugiere una relación compleja, que va mucho más allá de lo instintivo. Como dice W. Baranger, “inclusive M. Klein llega a concebir la posición, más allá de la referencia libidinal o tanática, como una situación involucrando la totalidad de la vida psíquica”: elección de objeto, sentimientos, identificaciones, angustias, defensas.
Con respecto a la angustia, no hay referencia directa en el párrafo, pero todo el proceso evolutivo edípico surge como resultado de privaciones o frustraciones que tienen un doble efecto (propulsor e inhibidor) sobre el desarrollo libidinoso. En trabajos posteriores ampliará las motivaciones, pero es indudable que el motor principal será siempre la angustia, que aquí aparece desdibujada tras el término “privación → agresión→ angustia → culpa.” (Del Valle Echegaray, E., La obra de Melanie Klein, vol. I, pp. 59-60; Buenos Aires: Lugar, 1986).
14 Ídem, pp. 130-131.
15 Ídem, p. 129.
16 Ídem, p. 129.
17 Ídem, p. 129.
18 Ídem, p. 131.
19 Ídem, p. 131; cursivas nuestras.
20 Ídem, p. 130.
21 Ídem, p. 131.
22 Este mecanismo será ampliamente estudiado por M. Klein, en sus diversas consecuencias para la teoría y técnica psicoanalíticas, en La personificación en el juego de los niños (1929).
23 Ídem, p. 131, cursivas nuestras.
24 Ídem, p. 131.
25 Ídem, nota al pie n. 8, p. 133.
26 Nota a pie de página, n. 6, pp. 132-133.
27 Ídem, pp. 131-132, cursivas nuestras.
28 Ídem, p. 132, cursivas nuestras.
29 Ídem, p. 132.
30 Ibídem.
31 Ibídem, p. 132.
32 Ídem, p. 133.
33 Ídem, p. 133.
34 Ídem, pp. 133-134, cursivas nuestras.
35 Ídem, nota al pie n. 8, p. 133; cursivas nuestras.
36 Ídem, p. 135, cursivas nuestras.
37 Ídem, p. 135.
38 Ídem, p. 135, cursivas nuestras.
39 Ídem.
40 Ídem, p. 135.
41 Ídem, p. 136.