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CAPÍTULO IX

EL PLANTEO BRITÁNICO SOBRE EL DERECHO

DE AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS

En un primer momento, Gran Bretaña se opuso a la autodeterminación que conducía al fin del Imperio británico. Sin embargo, a partir de 1947, cuando no pudo evitar la independencia de la India, adoptó una actitud pragmática, prefiriendo inducir a algunas de sus colonias a independizarse y promoviendo una unidad poscolonial, el Commonwealth. En 1948, el principal propósito de la política colonial británica fue definido por la Foreign Office del siguiente modo: “Guiar a los territorios coloniales hacia un responsable autogobierno dentro del Commonwealth, en términos que aseguren a los respectivos pueblos un adecuado estándar de vida y libertad respecto de la opresión de cualquier origen”. A su vez, en el trascurso de ese año, Reino Unido sancionó la British Nationality Act, la cual creó la condición de ciudadano del reino y colonias, que comprendía tanto a los británicos como a los pueblos aún colonizados. Esto fue modificado por la Immigration Act 1971, que introdujo el concepto de patriality, que reservaba el derecho a establecerse a aquellos que estuvieran ligados a Gran Bretaña por nacimiento y ancestro. Así se realizó una clara distinción entre los colonos británicos y las etnias cuyos territorios el Reino Unido había colonizado. Entre los autores que sostienen la autodeterminación interna se encuentran Morton Halperin, David J. Scheffer, Robert Mc Corquodale, Hurst Hannum. Cabe indicar que al hablar de principio de autodeterminación se lo entiende como el derecho de los pueblos a constituirse en Estado. Es entendida la clasificación de autodeterminación interna como una mera concepción doctrinaria. El Commonwealth es una comunidad formada por el Reino Unido, sus colonias y excolonias, presidida por la reina y destinada a mantener intensas relaciones comerciales entre ellos. Entendiendo la palabra “etnia” en su sentido amplio, es decir, comprendiendo a las comunidades unidas por afinidades raciales, lingüísticas, religiosas o culturales, como también las tribus. Gran Bretaña utilizó el principio de autodeterminación de los pueblos para independizar a sus colonias africanas, tales como Nigeria, Camerún, Sudáfrica, Kenia, entre otras; donde existían pueblos preexistentes a la colonización. En estas situaciones podemos observar cómo el Reino Unido ha utilizado el principio para la independencia de sus excolonias. Pero hubo casos emblemáticos, como Hong Kong y Diego García, en los cuales habiéndose podido utilizar la autodeterminación, principio del cual se jacta en la Cuestión Malvinas, los independizó debido a otras causales.

1.La autodeterminación en la Cuestión Malvinas

A partir de 1970, el Reino Unido comenzó a introducir en la Cuestión Malvinas un elemento extraño a esta, consistente en la necesidad de la autorización previa de los isleños, para continuar con la negociación dispuesta por la Resolución 2065 de la Asamblea General de Naciones Unidas. De esta forma, Gran Bretaña busca transformar un conflicto bilateral, entre la Argentina y Reino Unido, en uno trilateral, al cual a los anteriores mencionados se les incorporan los deseos de los isleños. Reino Unido sostiene que el futuro de las islas debe ser resuelto por los kelpers (como los demoninaban antes), es decir, de acuerdo con sus deseos. Esto es erróneo, ya que en todo caso es el concepto de intereses y no de deseos de la población de Malvinas lo que siempre ha consagrado Naciones Unidas en el tratamiento del caso. Un claro ejemplo de ello se encuentra en la Resolución 2065 de la Asamblea General, que al invitar a negociar a las partes sin demora, dispone: “… Teniendo en cuenta (…) los intereses de la población” de las islas. El censo de 1865 reveló que Hong Kong tenía una población de 125.504 habitantes, de los cuales solo 2000 eran estadounidenses o europeos. Se demostró una mayoría de población de origen chino, lo cual se mantuvo hasta su independencia. Lo que motiva la utilización del concepto de los deseos de los isleños es que equivale a reconocerles el derecho a la autodeterminación. Esto es falaz dado que el requisito primigenio para la aplicación del principio es que nos encontremos ante la presencia de un pueblo, lo cual no sucede en este caso.

Cabe aclarar, que al hablar del “principio de autodeterminación”, se lo entiende como el derecho de los pueblos a constituirse en Estado.

El hecho de cumplirse en 1982 los 150 años de la ocupación de nuestras islas y teniendo en cuenta el futuro reclamo británico con el argumento del derecho de autodeterminación de los pueblos, por similitud a lo que ya habían planteado en otras posesiones suyas, como estrategia para continuar siendo gobernados o bien seguir dependiendo de la Corona británica como protectorados, significaba una importante amenaza de perder las islas.

Los habitantes de Malvinas hasta la guerra eran “ciudadanos británicos de segunda categoría” y eran despectivamente denominados “kelpers” por los ciudadanos británicos. Un año después de la guerra y luego de muchos reclamos producidos por ellos y por habitantes de otras posesiones de la corona se les dio la categoría de ciudadanos británicos. Esto también fue también una conveniencia vislumbrada por los británicos, para tener un argumento más sobre el dominio e influencia de sus posesiones de ultramar.

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