Читать книгу Malvinas - Roberto Dunn - Страница 5
ОглавлениеIngenieros
De luchar con el hombre y la tierra
nunca se cansa su potente brazo.
Se dan en ella fraternal abrazo
las armas de la paz y de la guerra.
Del mismo modo el enemigo aterra,
que el suelo marca con seguro trazo
lo mismo esgrime el azadón y el mazo,
que con calada bayoneta cierra.
Cuando después del trabajoso día
al sueño el campamento se confía
el ingeniero solo está despierto;
Y al alumbrar del sol la luz primera,
Hay siempre para el vivo una trinchera:
Hay siempre una sepultura para el muerto.