Читать книгу Y va a caer... como decíamos ayer. Tomo 1: Informes mensuales de coyuntura política 1980-1984 - Rodrigo Baño Ahumada - Страница 4
Presentación
ОглавлениеTodo empezó por el principio, lo cual puede que no tenga ninguna gracia, pero es cierto. De manera que será bueno que el lector sepa que, antes de empezar a escribir el Informe Mensual de Coyuntura Política, hubo un pronunciamiento militar, que ahora podemos llamar golpe, que estableció un régimen autoritario, que ahora podemos llamar dictadura. A pesar de todo, y el todo era bien contundente, un grupo de amigos decidimos quedarnos para disfrutar del vino tinto, la cordillera de los Andes y la belleza de los animalitos. Lejos de todo heroísmo, nos empeñamos en sobrevivir y molestar lo más posible. Justamente a este segundo y noble objetivo corresponde la formación del Taller de Análisis Político, desde donde salió el Informe Mensual de Coyuntura Política.
El Informe Mensual de Coyuntura Política fue una publicación informal (por no decir clandestina, por su connotación alcohólica y prostibularia) que se distribuyó durante diez años (de 1980 a 1989) en el submundo social y político de la época y que pronto alcanzó un tiraje, acreditado por mí mismo, de dos mil ejemplares impresos en un aparato llamado mimeógrafo. Los dos mil ejemplares no sólo se agotaban, sino que se leían. Al menos llegaban noticias alentadoras sobre la multiplicación de lectores de cada ejemplar, aunque no hubo ninguna agencia internacional que certificara esto. No obstante, hay que agregar que en el extranjero durante varios números se hizo la reimpresión del Informe Mensual de Coyuntura Política en una edición más monona.
La distribución era un tantico difícil debido al clima: a veces llovía, pero el alma simpática y solidaria, que solo florece cuando estamos jodidos, permitía llegar a dirigentes sindicales, organizaciones poblacionales y estudiantiles, además de intelectuales y políticos, que nunca faltan, sin que tampoco faltaran los enviados de Dios, que en aquellos tiempos recordaban el carácter popular de Cristo.
El material del Informe provenía fundamentalmente del diálogo (igual que Platón, pero de verdad) de quienes participaban en el Taller, grupo relativamente variable, pero que estuvo conformado al comienzo por Enzo Faletto, Julieta Kirkwood, Eduardo Morales, Rodrigo Alvayay y Leopoldo Benavides. También invitábamos ocasionalmente a políticos, dirigentes sociales y políticos-intelectuales que se vanagloriaban de tener cierta información; algunos exageraban al punto de declarar que tenían alguna idea. Como el tiempo pasa y además quiere hacerse notar, el choclo se fue desgranando por diversas causas con el paso de los años, aunque el escribidor se mantuvo porfiadamente escribiendo desde el primero hasta el último de estos Informes, pretexto que le sirve para proclamarse autor. Tan entusiasmado estaba en ello que ni siquiera se percató de que más de la mitad de los informes los cantó sin ningún acompañamiento de coro, aunque no faltaban los informantes, intrigantes, opinantes y cantantes que venían con el cuento.
A los malpensados habría que decirles que nunca nos vendimos a nadie. Talvez porque nunca nadie quiso comprarnos, pero eso no nos quita el mérito. Por el contrario, metimos las manos en los bolsillos (propios) al comienzo y luego obtuvimos algunos aportes escuálidos destinados exclusivamente a pagar la impresión y el correo. Los que ayudaron en esto de conseguir recursos y trabajar en la distribución lo saben; mantenerlos en el anonimato es el mejor tributo que se puede hacer a su modestia. En situaciones desesperadas también llegó a pedirse a los lectores pudientes que aportaran con suscripciones para seguir con la porfía. La denuncia de que me construí un palacete con la venta de suscripciones para el Informe Mensual de Coyuntura Política no ha sido aún probada. Eran otros tiempos.
Dado que nunca se ha visto que se haga alguna referencia al Informe Mensual de Coyuntura Política en los muchos estudios y análisis que se hacen de aquel período, es de suponer que no tuvo ninguna importancia ni incidió lo más mínimo en el curso de los acontecimientos. Pero en eso estamos bien acompañados, puesto que hubo aquí muchos que hicieron más y recibieron menos. Afortunadamente, siempre es imposible saber por qué suceden las cosas, pues solo Dios sabe y no da entrevistas, de manera que cada uno puede creer lo que quiera.
En todo caso, más allá de la soberbia de creerse capaz de meter la pata en la rueda de la historia, no cabe duda que llamó mucho la atención, para los que atención tienen, el estilo del Informe Mensual de Coyuntura Política. Al respecto habría que señalar que inicialmente nadie pensó en un estilo peculiar, sino simplemente escribir de manera que se entendiera, cosa cada vez menos común en la especie. Los primeros números del Informe son bastante ordinarios al respecto. Sin embargo, poco a poco se fue soltando la mano y los informes adquirieron el estilo que los hizo característicos. No hubo ninguna intencionalidad ni planificación al respecto, no se hicieron estudios de encuestas ni focus, simplemente la escritura tomó esos rumbos. Ayudó bastante al estilo el hecho de que fuera bien recibido por los lectores. Sólo entre ciertos dirigentes sindicales hubo algunas resistencias, reclamando «más seriedad, compañero», pero los aplausos de la mayoría silenciosa, aunque no se escucharon, fueron decisivos en mantener el estilo.
Debido a que el colosal trabajo mes a mes se transformaría también en un colosal mamotreto, la presente publicación de la colección completa del Informe Mensual de Coyuntura Política (sin agregar, quitar ni modificar ni siquiera los errores, que siempre son de imprenta) se ha dividido en dos volúmenes: el primero y el segundo, dedicados, respectivamenste, al subperíodo julio 1980- diciembre 1984 y al subperíodo enero 1985- diciembre 1989. Como suele suceder, la publicación tiene como principal sentido satisfacer la vanidad de quien aparece como autor. No obstante, también puede ser de interés para quien quiera comparar cómo se analizaba un período en el momento que ocurría y cómo se analiza después. En esta permanente querella de las verdades, no se trata de criticar el que todos seamos generales después de la batalla (si todos fuéramos generales durante la batalla sería un despelote), sino simplemente de entregar a la diversión de los presentes las ingenuidades del pasado.
Líbrenme los dioses del vicio de la modestia, pero puedo decir que, sin el apoyo del grupo inicial del Taller de Análisis Político, nunca podría haber escrito estos informes, pero también podría decir que sin los esfuerzos de mi madre al parirme tampoco habría sido posible que los hiciera. Nobleza obliga.
Rodrigo Baño