Читать книгу Y va a caer... como decíamos ayer. Tomo 1: Informes mensuales de coyuntura política 1980-1984 - Rodrigo Baño Ahumada - Страница 6

LA PUGNA EN OTRA ESCENA

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Hasta antes del caso Filipinas-Cubillos, estos grupos antagónicos alcanzaban en sus comentarios más a la cuestión económica que a otros tópicos. Sin embargo, tras esa crisis, el terreno de la economía fue paulatinamente abandonado, hasta que el debate se centró casi exclusivamente, en la futura institucionalidad.

La entrega a comienzos de julio del proyecto de nueva Constitución del Estado, para que se cumpla ahora un trámite de revisión final en el seno de la Junta Militar, reavivó la discusión, con la intervención, en un momento de aparente conflicto ideológico, de grupos y publicaciones empeñadas en difundir las concepciones que, dentro de los límites permisibles, se plantean sobre el futuro institucional de Chile.

Como dato cabe consignar la revista Realidad, impulsada por el abogado Jaime Guzmán; los artículos de Pablo Rodríguez en la prensa; la Corporación de Estudios Nacionales, patrocinada por Lucía Pinochet Hiriart; el centro creado por el ex ministro Jorge Cauas, junto con otras entidades menos importantes.

A igual tarea se aboca la oposición tolerada, aunque a ratos poniendo más énfasis en las disidencias internas del régimen que en sus propias concepciones, a menos que en el futuro inmediato algún sector, como el Partido Demócrata Cristiano, logre impulsar un debate público más extendido nacionalmente.

En general, en estos conatos de debate más generalizado se ha mantenido la tendencia a agrupar las distintas posiciones del oficialismo en dos vertientes principales.

Están ahí vigentes los «aperturistas» (Jaime Guzmán a la cabeza), que buscan la franca fijación de plazos para un arreglo institucional en el que tengan participación decisiva las agrupaciones civiles y políticas que no cuestionen las líneas básicas del modelo que se implanta desde la caída de Allende. Y por la otra vertiente, aparecen los «duros», que rechazan todo apuro en institucionalizar y abogan, en cambio, por la permanencia indefinida del régimen militar, sin hacer concesiones.

En esta última orientación se incluirían tanto la posición militarista-pinochetista de Lucía Pinochet Hiriart, como el sector que se expresa a través de Pablo Rodríguez, que se presenta cada vez más como corporativismo de base, sin incidencia en la cúpula del gobierno, no obstante las vinculaciones personales crecientes entre ese dirigente y la Presidencia de la República a través del ministro secretario general de Gobierno, el general Sergio Badiola.

Y va a caer... como decíamos ayer. Tomo 1: Informes mensuales de coyuntura política 1980-1984

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