Читать книгу Sombra roja - Rodrigo Castillo - Страница 15
ОглавлениеXVIII
la dichosa
Decía: Yo no soy la dicha.
Si tú me dices, yo me desdigo.
Insistía: Si tú me dijeras, yo sería la des-dicha-(da).
Añadía: Yo digo.
Yo soy mi propia dicha.
Concluía: dichosa yo que puedo decir.
Y decirte.
Cosas por el estilo le preocupaban a la Ex-Muerta, la Emergida, la mismísima Concha Urquiza ahí, sobre la arena.
Poemas recogidos del libro Los textos del Yo, pertenecientes a la sección «¿Ha estado usted alguna vez en el mar del Norte?» (Fondo de Cultura Económica, 2005).