Читать книгу En las manos del alfarero - Samuel Cueva - Страница 5
ОглавлениеDedicatoria
Con mucho cariño para nuestras tres hijas: Ann-Caroline, Ingrid Verónica y Cecilia, siempre contentas de viajar a Chulucanas y de volver a Suecia. Cada vez que llegábamos cantábamos con ellas «Chulucanas se ha de llenar de la gloria del Señor».
Carlos y Anita Olsson