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Notas

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1 El Diccionario enciclopédico ilustrado del flamenco, de José Blas Vega y Manuel Ríos Ruiz, Cinterco, Madrid, 1988, tomo ii, p. 671, parte de una supuesta etimología onomatopéyica «rumb», «de un ruido que vibra y retumba, ya en las cosas, ya en los grupos de personas en diversión». La rumba, como cante aflamencado de origen hispanoamericano, se popularizó entre los flamencos a través de teatros y espectáculos de variedades en las primeras décadas del siglo xx. Los autores citan algunos registros fonográficos anteriores a 1935. En los años cincuenta se puso de moda entre los gitanos catalanes, cobrando vigencia en los tablaos.

2 Argeliers León, Del canto y el tiempo, Letras Cubanas, La Habana, 1984, p. 151. Entre los rasgos generales de la rumba afrocubana, el profesor subrayó su «desprendimiento respecto a las relaciones sociales originarias» y el «carácter representacional que tiene la rumba, como si en determinadas capas de la población se tratara de ofrecer una versión de las nuevas relaciones sociales en que se encontraba». Cf. p. 152. León se refiere en particular a las figuras caricaturizadas gestualmente por los bailadores (pp. 157-159), pero todo el complejo de la rumba tiene ese carácter de «versión, de traducción en un nuevo lenguaje de nociones expresivas que tomaba de otros contextos sociales». Cf. p. 165. El desarraigo favorece la captura de lo ajeno y, con ayuda de la pantomima de roles o situaciones sociales, lleva los folclores de origen africano o español a desembocar en un género nuevo. El etnógrafo Fernando Ortiz oponía ya ese sentido de «versión» a la mera «diversión» en toda música negra. Más allá de la distinción entre música ritual y profana, Ortiz reconoce en la «socialidad» de la música negra «una estética versión de toda la vida en sus momentos transcendentales» (o sea, una forma de convertir el hado en juego). Véase Los bailes y el teatro de los negros en el folklore de Cuba, Letras Cubanas, La Habana, 1985, pp. 39-40.

3 En La música afrocubana, Júcar, Madrid, 1974, pp. 29-30, 160, 199-200.

4 Ibídem, p. 203.

5 Ibídem, p. 226.

6 Según el Dictionnaire étymologique de la langue grecque, de Pierre Chantraine, Klincksieck, París, 1999, pp. 969-970, el verbo ῥέμβομαι significaba «ir y venir, errar, girar en redondo, actuar al azar». Con ese verbo se relaciona el sustantivo ῥομβος, que se aplica a objetos giratorios en general –círculos, rombos, peonzas...– y específicamente a la forma romboidal.

7 Todo este trayecto se puede seguir en la entrada «rumbo» del Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, de Joan Corominas y José A. Pascual (en adelante Corominas), Gredos, Madrid, 1983, vol. v, pp. 94-98. Véase también bajo «rumo», ibídem, p. 98. Cf. Diccionario de Autoridades, bajo «rumbo», iii, pp. 654-655.

8 Cf. la New Enciclopaedia Britannica, bajo «rum», vol. 10:238:1b. Y Corominas, bajo «ron», op. cit., pp. 62-63, donde entre el inglés dialectal, todavía en uso, «rumbullion» y «rum» se atestigua el uso «rumbustion», que designa a la vez el alboroto y el licor que lo promueve. Allí mismo se alude al uso ocasional de «rumbo» para designar (¡en inglés!) el ron.

9 Cf. las entradas «rhombe», «rhum» y «rhumb» en el Dictionnaire historique de la langue française, Robert, París, 1992, vol ii, p. 1804. Aquí se encuentra (bajo «rhum») la localización del uso inglés «rumbustion» entre los colonos de Barbados (tierra de origen del ron) para referirse a las peleas que suele provocar la bebida.

q «Botar» en Latinoamérica equivale a «echar» o «lanzar». De la rumba Papá Oggún existe otra versión de Celeste Mendoza con el afamado grupo Los Papines. Está en la antología Cuban Classics, 2: Dancing With The Enemy, del sello Luaka Bop, 1991. Abre, con una errata en el título («Papá Aggún»), la recopilación Fiesta de la rumba, un excente disco editado por EGREM en 1992. Nosotros preferimos en su día editar la versión acompañada por el grupo de Héctor Santos en la antología Semilla del son (BMG-Ariola, 1992) con una Celeste algo más fresca, igualmente descarada.

w «Gallegos», como es bien sabido, se llama en América Latina a todos los españoles. En Cuba se dice «suena gallego» al son que no tiene suficiente nervio y evoluciona con torpeza. Pese a lo cual la ya larga relación de los emigrantes gallegos con el Nuevo Mundo, junto con la más reciente soltura de sus nietos músicos, está dando frutos sabrosos.

e Valga como estrambote la referencia de la Nueva Enciclopedia Larousse, Planeta, Barcelona, 1984, vol. 9, p. 8.702, a un uso murciano de la palabra «rumbo» con el sentido de «gruñido del perro».

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