Читать книгу Elige solo el amor: Déjate amar - Sebastián Blaksley - Страница 12
III. Desapego y libertad
ОглавлениеEl deseo de poseer pertenece al ámbito de la mente egoica. Y no de la materia física. Todo deseo surge en tu interior. Del deseo de poseer, cuya dinámica es siempre creciente, es desde donde surgen la envidia, la llamada codiciosa y la lujuria. Los asesinatos y toda mezquindad. Las guerras y toda falta de amor. En todo acto de desamor existe el deseo de poseer, de un modo u otro. El deseo de poseer es el deseo de ejercer poder y dominación, ya que poseer supone que ejerces una soberanía sobre aquello que posees.
Pretender poseer al amor y revelarte contra él por no poder lograrlo, es la base de la separación. De ahí que sea tan importante que renuncies al deseo de poseer. Comenzando por los asuntos materiales, mentales y humanos. No desear poseer bienes mundanos tanto materiales como inmateriales es un medio para abandonar la compulsión de poseer. En eso radica el valor del desapego. Nada más que en eso. No en lo material en sí. Cuando dejas de apegarte a las cosas, sean las que sean, dices: "soy libre, puedo abrazar esto o aquello cuando entra dentro del marco de mi consciencia. Y dejarlo ir cuando se va, sin intentar retenerlo, ni tampoco intentando que no venga. Dejo que todo venga cuando quiera y como quiera. Y dejo también que todo se vaya cuando quiera y como quiera. Y de ese modo vivo inmerso en el flujo de la vida. Pues he reconocido que yo soy la vida, por lo tanto, soy el firmamento en el que las nubes del cielo aparecen y desaparecen. Como parte de lo que soy. Soy el cielo y las nubes. Soy todo". Es también un modo de decir: "no deseo poseer nada y por ende no planifico nada. No planifico nada porque no deseo controlar nada. No controlo nada, porque ya no vivo en el miedo sino en el amor. Y reconozco que dentro del amor no existe ninguna necesidad de control pues no existe el temor"
El caminito del desapego parece difícil solo al principio. Pues tarde o temprano te darás cuenta de que no es necesario poseer nada porque no existe tal cosa como algo externo a ti. ¿Qué sentido tiene poseer aquello que no solamente ya es tuyo, sino que eres tú mismo, pues forma parte de ti? Creer que existe algo externo a ti es lo que te lleva a pensar que puedes y debes poseer algo. Tener no significa nada en el reino del amor pues en el amor solo existe el ser. Ser y tener quedan equiparados en el amor. Por ende, los que son amor lo tienen todo porque el amor lo es todo. Lo que no es amor no puede poseer nada y nunca podría, ya que lo que no es amor es nada. Recuerda que solo existe el todo y la nada. La verdad y la ilusión. El amor y el miedo. De tal manera que en un estado de consciencia eres pleno, y en el otro eres un ser incompleto. Desde esa compleción o in compleción es desde donde elaboras el deseo de poseer, el cual encierra en sí el deseo de ser.