Читать книгу La vida instantánea - Sergio C. Fanjul - Страница 19

13 de marzo de 2017. 185 likes

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Me acabo de cruzar con la alcaldesa Manuela Carmena por la calle Argumosa, en la que sobrevivo. Iba con su jefe de prensa, Jesús Duva, que fue profe mío, y otras personas que no supe identificar. Le dije:

—¡Alcaldesa!

—Vaya —dijo ella—, ¿y tú quién eres?

—Me llamo Sergio y no tengo sindicato ni esperanza. La vida me resulta una monótona sucesión de días idénticos, con la única salvedad de que vamos envejeciendo. El Ibex 35 controla nuestros designios desde la sombra y no permite que nuestra calidad de vida regrese a los estándares socialdemócratas. Oh, la poesía ha perdido su razón de ser en esta época en la que los robots están prestos a dejarnos sin trabajo. La ilusión voló, aflora el desencanto y las droguillas ni siquiera son lo que eran. Alcaldesa, fenezco.

Entonces Carmena me cogió con las manos de Carmena y me apoyó la cabeza contra el pecho de Carmena. Los dedos de Carmena, como en un titular de prensa, me revolvieron el pelo.

—Fanjul, don’t worry —me dijo la amable señora—. Te voy a poner una avenida.

Ahora, para celebrarlo, me he ido a comer un menú del día. Tallarines con gambas, merluza a la plancha, cortado, 10,50 euros. La vida cobra otro matiz.

La vida instantánea

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