Читать книгу El contrato de cash pooling en los grupos de sociedades. Aspectos contractuales, societarios y concursales - Silvia Valdés Pons - Страница 23

Como hemos tenido ocasión de comprobar a lo largo de este capítulo, en el ámbito del contrato de cash pooling, como en todo contrato recíproco, hay intereses diferenciados entre las partes. Pese a ello, no puede dudarse que las diversas sociedades se coordinan entre ellas de un modo funcional con el propósito de obtener un fin común, cual es precisamente la causa unitaria del cash pooling. En efecto, la optimización de la tesorería del grupo, concretada en la disminución del recurso financiero externo o en el abaratamiento del coste de intereses en la obtención de financiación intragrupo, constituye un fin común deseado por todas las sociedades que participan en él. Si esto es así, parece interesante reflexionar acerca de las connotaciones societarias que el contrato de cash pooling pudiera tener implícitas, más concretamente nos preguntamos si nos encontramos ante la situación propia de una sociedad interna61.

La sociedad se regula en el artículo 1.665 del Código Civil y se define como un contrato «por el cual dos o más personas se obligan a poner en común dinero, bienes o industria, con ánimo de partir entre sí las ganancias»62. Pero lo que ahora nos interesa resaltar es que tradicionalmente, el contrato de sociedad se ha caracterizado por concurrir en él una voluntad de unión entre las partes con el propósito fundamental de conseguir un fin común63 (affectio societatis)64. La presencia de un fin común en el contrato de cash pooling, junto con la circunstancia de que, en él, al igual que sucede en el contrato de sociedad, se constituye un fondo común administrado por la empresa matriz del grupo, ha llevado a un autor a explorar la idea de calificar la naturaleza jurídica del cash pooling como un contrato de sociedad interna65.

En nuestra opinión, sin embargo, de acuerdo con el esquema de investigación trazado, el contrato de cash pooling se suscribe entre una sociedad pooler y otras sociedades participantes que se adhieren. En este esquema, como punto de partida no hay un contrato de sociedad, pues la pooler ya es en sí misma una sociedad, participada por sus accionistas, con su propio patrimonio, que presta unos servicios a terceros, y con un objeto social que no tiene por qué coincidir necesariamente con el de las demás66. Si bien es cierto que en el contrato de cash pooling puede haber connotaciones societarias implícitas, su base o fundamento no creemos que sea el de un contrato de sociedad.