Читать книгу 30 claves para ser más felices - Sol Estefanía Peirano - Страница 11
7 Elige cómo interpretar el mundo, ya que es fundamental para tu felicidad
ОглавлениеOtra de las decisiones importantes que debemos tomar es como ver el mundo. Desconocemos si la existencia tiene un sentido, no sabemos si hay un propósito, y tampoco hay un lugar donde nos atienda un ser superior a nosotros, como podría ser un Dios y nos de todas las respuestas, por lo que lo único que nos queda es observar y elegir de manera inteligente la visión del mundo que me traiga más paz y felicidad sin perjuicios añadidos.
La forma en la que actualmente vemos la vida y cómo la interpretamos es un constructo sociocultural que se va transmitiendo de generación en generación y que nos influye directamente aunque nosotros no queramos. Seguramente a todos nos dijeron cuando éramos niños que nos teníamos que cuidar de los extraños porque podían hacernos daño, vimos a nuestros padres sufrir por determinadas situaciones y alegrarse por otras, fuimos educados con la idea de que cuando fuéramos adultos debíamos estudiar, o encontrar un buen trabajo y esforzarnos, porque si no hacíamos aquello, puede que luego no tuviéramos los suficiente recursos para sobrevivir. Escuchamos innumerables veces a nuestros padres hablar de lo injusta que puede ser la vida a veces y juzgar a las demás personas cuando los veían cometer errores .
Por todo esto, no es raro tener una visión de un mundo azaroso y peligroso, en donde esta justificado sufrir porque cosas malas suceden en él.
Hay que tener en cuenta algo que quizás nunca nos cuestionamos y es que somos nosotros, los que a partir de lo poco que conocemos sobre la vida ponemos esas etiquetas de malo o bueno a los sucesos, y a partir de allí sufrimos por ellos o por el contrario nos alegramos. O sea, nosotros juzgamos al mundo a partir de nuestro muy limitado conocimiento sobre él. Además, lo juzgamos limitándonos a observar únicamente a la sociedad humana en un momento histórico determinado, por lo que nuestra observación de la vida es bastante acotada.
En algunas religiones de ciertas culturas orientales, por ejemplo, interpretan las cosas de otra manera y si les ocurre algún evento que nosotros consideramos negativo, ellos lo ven como algo que estaba en sus destinos. Creen que en alguna vida pasada cometieron un error y ahora atravesando por ello están limpiando su karma, por lo que atraviesan el suceso con aceptación, sin tanto sufrimiento y algunos hasta con neutralidad y paz, ya que para ellos es bueno limpiar su karma.
Nosotros no nos vamos a poner a analizar aquí las religiones, pero este ejemplo sirve para ver cómo cambian las emociones cambiando la interpretación de los sucesos que vivimos, y cómo cada cultura interpreta la vida de maneras diferentes según sus creencias.
Dicho esto, creo que una de las cuestiones más importantes es decidir cómo interpretar el mundo en el que vivimos. Podemos decidir ver el mundo de dos maneras, y digo decidir porque no vamos a tener suficientes pruebas para sustentar de manera definitiva ninguna de las dos teorías.
Estas dos maneras son:
1: Ver un mundo peligroso, caótico y azaroso, formado a partir de una casualidad, sin ningún sentido ni propósito. Un mundo injusto donde pueden pasar cosas malas sin que yo las merezca, donde hay víctimas y victimarios. Un mundo donde no hay suficiente para todos y en donde estamos librados únicamente a nuestra suerte.
2: Ver un mundo donde existe un orden y un balance perfecto en la naturaleza, un mundo abundante, en el cual nunca vamos a ver un animal salvaje desnutrido a menos que el ser humano haya modificado drásticamente su hábitat. Un mundo de increíbles maravillas naturales, que esta en constante evolución y en el cual existe un propósito de aprendizaje para todos los seres que lo habitan. Un mundo regido por una inteligencia superior con un propósito de amor, aunque nosotros no podamos verlo ni comprenderlo en este momento.
Podemos ver ambas cosas, podemos ver la increíble complejidad del universo con sus sistemas solares, los planetas que giran alrededor de sus estrellas más cercanas y los ciclos de esos planetas. En el nuestro podemos apreciar la gran variedad de especies animales y vegetales que viven de manera armónica y equilibrada, cada cual cumpliendo su ciclo de vida y su función sin desbalancear el sistema. La excepción somos nosotros, que al tener una mente más compleja, y al no tener todas las respuestas comenzamos a juzgar el mundo, creando así el caos que vemos en él, que es solamente la expresión del miedo del ser humano a no tener todas las respuestas. En cambio, los animales no juzgan porque su mente no es tan compleja, por ello no tienen miedos irracionales y por ello no caen en la avaricia, la discriminación de lo diferente, el miedo a no ser lo suficientemente buenos y todos los malos hábitos mentales que posee el ser humano y por los cuales termina creando el caos que después juzga, y así justifica nuevamente sus comportamientos de miedo que lo llevan nuevamente a crear el mismo caos, en un círculo vicioso que nunca termina.
Enric Corbera, psicólogo español una vez dijo una frase muy interesante: “Pensar que el universo es mero resultado de la casualidad es como creer que un tornado puede pasar por una chatarrería y crear un Boeing 757”.
Este es un punto que sería muy bueno analizar, y es la increíble complejidad de los sistemas vivos que existen en el planeta y de cómo conviven interconectados, en armonía y balance miles y miles de especies, que carecen de lo que nosotros conocemos como inteligencia. Ello quizás es la prueba más fiable de que lo más probable es que exista un orden y una inteligencia detrás que los sostiene, y si existe una inteligencia que puede sostener todo aquello, debe de ser muchísimo mas inteligente que nosotros, que ni siquiera podemos con nuestras propias vidas.
Existe la teoría de la evolución que fue propuesta por Charles Darwin en el 1850 en base a estudios de otros científicos previos, y la seguimos aceptando como única realidad. ¿Se imaginan la ciencia en 1850? Todavía no existían ni los televisores en blanco y negro.
Es real que las especies cambian y evolucionan, pero eso no explica el origen de todo. Una semilla puede resultar insignificante, pero dentro de ella se encuentra toda la información que luego da origen a una planta extremadamente compleja, por lo que la información de su futuro potencial siempre estuvo allí, desde un principio.
Dicho esto podemos ver que hay argumentos para ambas teorías, la del orden, si observamos el universo de manera completa, y la del caos, solo que el caos existe únicamente en la humanidad, no existe caos en la naturaleza, ya que si fuera así, no podría existir la vida.
Algunas teorías dicen que el caos en el ser humano es inevitable hasta que aprenda a hacer las cosas de otra manera, y que estamos en un proceso de evolución para ello. Este proceso es permitido por esta inteligencia muy superior a nosotros, que se encarga de sostener a la naturaleza, la cual, no posee una inteligencia por sí misma, pero que convive en armonía, orden y abundancia. Esto resulta una demostración de su probable presencia.
Quizás sea uno de nuestros descubrimientos como humanidad decidir ver esta parte y dejar de juzgar al mundo, dejar de crear caos con nuestros miedos y entregarnos a que esta inteligencia también nos guíe a nosotros, confiando en que detrás de todo lo que ocurre hay un propósito de mejoramiento continuo y de evolución, que cada cosa que sucede en nuestras vidas tiene un por que, y que si es permitida por esta inteligencia universal por algún motivo es.
La otra opción es no ver nada de esto, no ver las maravillas de la naturaleza y sus ejemplos y seguir juzgando al mundo como caótico, seguir teniendo miedo y seguir en este círculo vicioso de creación de caos, enseñándoles lo mismo a nuestros hijos, ya que aún estamos ciegos y creemos que sabemos, que entendemos el universo y que tenemos derecho a juzgarlo.
Decidir ver el orden que existe en el universo, todo lo bueno que hay en él y confiar en que nosotros estamos en un proceso de aprendizaje y evolución por ser la única especie libremente consciente de sí misma en este planeta, es una postura de humildad, que nos va a traer mucha paz, agradecimiento, y vamos a empezar a crear muchas mejores condiciones en nuestra vida; ya que saldremos del círculo vicioso de caos y creación de caos.
¿Por qué creer en un mundo caótico y sin propósito contribuye a crear más caos en el mundo?
Porque al creer que nos encontramos solos y que las cosas que nos suceden son injustas y que son resultado únicamente del azar, empezamos a sentir miedo y a juzgar todo. Esto nos lleva a tener actitudes desequilibradas de avaricia, egoísmo, violencia y control para con los demás, necesidad de dominación, apego, miedo a la muerte, tristeza e incomprensión de todo lo que nos sucede. Todo ello causa que actuemos de determinadas maneras que llevan a crear caos y desequilibrios en la sociedad, la cual después observamos y reforzamos la idea de que el mundo es caótico e injusto, creándose un círculo vicioso negativo. Es por esto, que la raíz de todo lo que sucede en el mundo, esta en nuestra visión de la vida en general, visión que vamos perpetuando de generación en generación al enseñárselas a nuestro hijos.
Si en lugar de tener esta visión abrimos nuestra mente y observamos la complejidad del universo en su totalidad y confiamos en que tiene un propósito de aprendizaje y evolución regido por una inteligencia superior y que las cosas que suceden son muchas veces necesarias para nuestro aprendizaje, entonces actuaremos en el mundo regidos por emociones más equilibradas, llevando a la creación de un mundo mejor para todos y a vivir con más paz, comprensión y armonía cada uno de los sucesos que puedan ocurrirnos.