Читать книгу Cuando el pipí se resiste - Stephane Dr. Clerget - Страница 13

Capítulo 2
Control de esfínteres de día
Los padres, abuelos y cuidadores deben utilizar el mismo discurso

Оглавление

Es importante que todos los adultos que se ocupan del niño (padres, cuidadores, abuelos…) se pongan de acuerdo sobre el momento y la forma de abordar el aprendizaje de la continencia. Por ejemplo, si la abuela le obliga a estar mucho rato en el orinal y le riñe cuando no consigue hacerlo dentro, mientras que sus padres siguen utilizando el pañal (o por el contrario, si los padres son más rígidos que los cuidadores, en este caso la abuela), el niño puede no entender nada en absoluto. ¿Por qué lo que le agrada a uno no le gusta al otro y por qué uno se enfada y el otro no? ¿Qué tiene que deducir? ¿Qué está bien y qué está mal? ¿Cómo tiene que comportarse? Es importante que exista incluso una coherencia educativa en torno a este tema, que afecta a lo más íntimo de sí mismo; si no, corre el riesgo de sentirse trastornado y le costará aprender a controlar sus esfínteres. Sin duda, puede haber alguna diferencia en materia de educación de una persona a otra, pero lo esencial es que estos puntos de vista divergentes no entren en la rivalidad de los adultos, sobre todo en el seno de la familia. No hace falta que aprender a controlar los esfínteres se transforme en un reto importante, ni que la madre y la abuela se sientan responsables del fracaso o el éxito del niño a la hora de hacer sus necesidades en el orinal. Después de todo, es su cuerpo, su historia, más que la de su madre o de su abuela. Además, se tiene que demostrar flexibilidad, e intentar conseguir sólo una cosa: el bienestar del niño. Cuanta más armonía se perciba en los adultos de su alrededor, más a gusto se sentirá el niño. Se tiene que favorecer en su aprendizaje todo lo que pueda confortarlo. Al fin y al cabo, si está muy allegado a su orinal y si necesita llevárselo a casa de la abuela porque eso lo tranquiliza, ¿por qué no?

Cuando el pipí se resiste

Подняться наверх