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Capítulo 2
Control de esfínteres de día
A cada cual su ritmo

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La edad para empezar a controlar los esfínteres puede variar mucho de un niño a otro. Del mismo modo que no aprenden a andar ni a hablar al mismo tiempo, no todos son capaces de controlar los esfínteres a la misma edad. Entre los 2 y los 4 años, aproximadamente, la mayoría de niños se vuelven continentes, primero de día, después por la noche, y no sirve de nada compararlos unos con otros. Y aunque su hermana mayor, María, controlara los esfínteres de día a los 20 meses, eso no implica que haya de pasar lo mismo con su hermanito Kevin. Y si a los 2 años todavía está muy apegado al pañal, es inútil forzarlo para que lo abandone, ni tampoco alarmarse por ello. No, no tiene ningún retraso, ni es menos espabilado que su hermana. Simplemente es diferente. Lo que cuenta es ponerle en el orinal el día que esté listo. ¿Cómo saber si un niño está listo? Primero observándolo. Para que pueda aprender a «hacerlo» en el orinal, basta que sea capaz de andar hasta este, bajarse los pantalones y sentarse solo. También es preciso que sea lo bastante mayor para sentirse a gusto una vez sentado, con los pies en el suelo, en una posición estable y equilibrada. Es imposible pedirle que controle los esfínteres si no domina bien su cuerpo. Un niño pequeño que no sabe subir y bajar solo de la escalera del tobogán, ni jugar agachado o golpear un balón, no domina la parte baja de su cuerpo y en general no es capaz de llegar a controlarse. Su deseo de autonomía también tiene que tenerse en cuenta. Si no le gusta jugar solo, si reclama sin parar que alguien lo lleve a cuestas, existen pocas posibilidades de que esté preparado para abandonar el pañal. Además, es importante que sepa hablar y que pueda mostrar su interés por el tema. Si pronuncia a menudo las palabras «pipí», «caca», «orinal» y empieza a señalar cuando ha mojado el pañal, es sin duda que está preparado para pasar esta nueva etapa. Y lo hará todavía con mayor placer si atraviesa una etapa en la que quiere que sus padres estén concentos, o si los ve interesados por sus progresos. Si no parece motivado, está más bien en una etapa de oposición o afectado por el nacimiento de un hermano o tensiones familiares, es mejor esperar algunos meses. Después de todo, no hay ninguna prisa a esa edad y no existe ninguna ventaja para el niño para que controle los esfínteres a los 18 meses más que a los 2 años o 2 años y medio.

Cuando el pipí se resiste

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