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6.- CONECTANDO CON LOS DEMÁS


¿Habéis sentido alguna vez un exceso de rigidez y falta de empatía y de conexión con los demás?.

Si lo habéis sentido es porque ponéis atención a vuestra relación con los otros, y de alguna manera os dais cuenta que hay un fallo de conexión con ellos. Esto ya es un paso muy importante y significa que las cosas no están mal del todo pues tenéis determinación y ganas de cambiarlas. El problema estaría cuando tenemos esta rigidez y falta de empatía con los demás y no le damos importancia y continuamos con todo igual.

En un practicante del camino espiritual esta rigidez puede venir de una excesiva atención en las prácticas espirituales y falta de atención en nuestra relación con los demás. Los demás, de alguna manera son los mejores testigos de si estamos practicando bien o mal, y por ello es muy importante observar esta relación con los demás.

Desde mi punto de vista hay dos formas de mejorar nuestra conexión con los demás cuando esta falla y son las siguientes: Implicarnos en actividades a favor de los demás de cualquier tipo y a todos los niveles, y la otra es relajando un poco nuestras prácticas espirituales y realizándolas sobre todo con atención al corazón y la conexión con los otros.

La verdad es que estas dos soluciones pienso que deben de ser aplicadas a la vez y así serán más efectivas, en estos dos apartados podemos mejorar y son el elixir para obtener un buen corazón y empatía.

De qué nos vale ser unos grandes teóricos y practicantes del camino, si no conectamos con los seres del mundo, que ni más ni menos son la joya que concede todos los deseos a los practicantes espirituales.

Esto no quita que en momentos en los que tenemos más dispersión que rigidez, haya que hacer todo lo contrario, que es ni más ni menos, que fortalecer nuestro camino espiritual y no abarcar a más personas en nuestra vida, sino tratar de hacerlo lo mejor posible con los que nos rodean y tenemos conexión.

Si con este artículo habéis aprendido a poner atención en vuestro corazón, en vuestra empatía con los demás, pues ya es un logro para mi importante y me doy por satisfecho.

Recordad que los juncos son flexibles al viento y al mismo tiempo crecen. Siendo flexibles al viento evitan el romperse y crecen sanos y fuertes.

De esta manera todas las personas que estamos comprometidas con el camino espiritual debemos hacer un doble trabajo que es: practicar el camino espiritual con entusiasmo y adaptarlo al mundo que nos rodea, en función de nuestra experiencia y de la búsqueda de una conexión de corazón, limpia y pura con los demás.

Reflexiones de un monje budista

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