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2.- ACERCÁNDONOS A LA PERFECCIÓN


Lo Sagrado, Perfecto o Iluminado, siempre cumple los dos objetivos: Ser feliz plenamente y hacer felices a los demás, aunque no necesariamente a corto plazo, sino también a medio y largo plazo, otorgando la Iluminación plena que es lo mismo que la perfección o estado Sagrado.

Estar cerca de un ser, o representación de un ser perfecto, o dentro del camino de la Iluminación y ya con un desarrollo elevado, puede traernos inmensos beneficios, si le valoramos y hacemos las cosas bien con Él o Ella, pero debido a lo fuerte de su perfección, también nos puede traer sufrimiento si le despreciamos y no hacemos las cosas bien con Él o Ella.

El cuerpo, la palabra y la mente Iluminadas, son fruto de mucho trabajo en mejorar nuestros actos de cuerpo, palabra y mente impuros, y acercarlos a la pureza Iluminada. Sólo si tenemos ejemplos a seguir y referencias de Seres Sagrados, podremos mejorar al nivel máximo nuestros actos de cuerpo, palabra y mente, y lograr ese estado.

Si nos gusta ir a un parque Nacional de Montaña, con un entorno limpio, ríos de agua cristalina y pura, es porque recargamos baterías y limpiamos nuestro interior. No se nos ocurre tirar basura en los prados, ni ensuciar con un veneno las aguas de los ríos. Tenemos respeto por el lugar tan bello y hermoso. De la misma forma hay que tener respeto por los Maestros Iluminados o ya en un estado elevado, pues sólo así se nos podrán pasar alguna de sus cualidades y parte de su felicidad.

Los Budas o seres Iluminados no sólo se manifiestan como personas que dan enseñanzas del camino espiritual, sino que también pueden manifestarse como artistas. Por ello es positivo y bueno inspirarse en los grandes artistas, siempre y cuando hayan tenido una vida coherente y buena, ética y llena de buenos ejemplos.

Si seguimos Maestros espirituales, la mejor forma de evolucionar, es escuchando sus enseñanzas y por supuesto luego poniéndolas en práctica, no vale en absoluto, quedarse en ser meros teóricos, que coleccionan enseñanzas y no las ponen en práctica. Hay gente muy confundida, que cuando escuchan enseñanzas, se dicen siempre para ellos, esa enseñanza no es para mi y ese Maestro está lleno de defectos. De esta forma se crea el mal karma de abandonar la enseñanza y abandonar el Maestro, sin reconocer lo mucho que nos ha aportado. Es normal evolucionar y puede llegar un momento que dejemos físicamente a un Maestro con el que tenemos buena relación, pero ese Maestro se convierte en Maestro para toda la vida, y en nuestros recuerdos y meditaciones diarias debemos seguir valorándolo como un tesoro. Lo que nos distingue de los animales, es que podemos evolucionar como humanos hasta unos límites increíbles, y por ello debemos valorar siempre la oportunidad de evolucionar y los Maestros que nos ayudan a hacerlo. Siempre sin olvidar que para evolucionar hay que abandonar algún mal hábito, rutina, costumbre. No se puede llenar un recipiente con agua cristalina, sin antes haberlo vaciado del agua sucia que tenía.

Reflexiones de un monje budista

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