Читать книгу Reflexiones de un monje budista - Thupten Chophel - Страница 14

Оглавление

9.- CUANDO EL SILENCIO ES LO MEJOR


Si no tenemos nada que contar, no pasa nada por estar callados. Hablar por hablar, sin sentido, es una acción negativa, es lo que se llama charlatanería, que en muchos casos es una huida de nosotros mismos y de nuestro interior. Tememos estar en silencio, encontrarnos con nosotros, con todo lo bueno, pero también con lo malo, y por eso hablamos sin parar y buscamos el contacto de la gente.

Otra cosa sería hablar, aunque sea bastante, pero desde una motivación positiva, como dar alegría a los demás cuando están tristes o en momentos bajos, hablar para limar asperezas y tensiones, para aportar armonía, pero por supuesto nunca debe ser para huir de nuestro interior, o descargar nuestras frustraciones y ansias continuamente a los demás, por medio de conversaciones estúpidas y sin sentido.

Con el silencio, podemos recargar baterías, estar atentos con introspección a nuestro interior, y aprender a intervenir cuando de verdad es acertado. Además si actuamos de esta forma será más valorada nuestra opinión y nuestra palabra cobrará fuerza. El Silencio no tiene porque ser un signo de debilidad, sino en muchos casos de fortaleza. Pero, ¡ojo!, tampoco es cuestión de quedarnos siempre callados y no intervenir nunca, necesitamos encontrar el equilibrio.

Con nuestra presencia, aunque no hablemos, podemos mantener una vibración positiva, de cariño, de cercanía, y también aporta mucho beneficio. En cambio hay personas que hablan sin parar y que tienen una vibración o energía destructivas y dañinas.

Debemos aprender a cuidar nuestra motivación en cada instante, que es lo que determina la vibración y el beneficio real a los demás; bien a través de la energía, a través de la palabra o con los actos de nuestro cuerpo. La motivación debe estar enfocada hacia que todos crezcamos, que tengamos una sociedad mejor y con aprecio hacia las personas con las que hablamos.

Por todo esto, no temáis el silencio, tomadlo como una oportunidad de aprender a conoceros, para ello hay que tener una actitud positiva ante la vida, y si podéis practicar técnicas de meditación o pensar en frases positivas mientras estéis en silencio estupendo. En el Budismo existen los mantras, que son pequeñas frases que se recitan repetidamente y que nos ayudan a potenciar alguna cualidad de la mente, estas frases se pueden recitar en nuestro interior o recordarlas mentalmente, por ello nos ayudan a poner en positivo nuestra mente sin que se enteren los que nos rodean, de lo que estamos haciendo. También podemos repetir frases que nos gusten especialmente o que nos conecten con nuestros ideales, como: “Pueda la armonía reinar en el mundo y en mi interior”.

Reflexiones de un monje budista

Подняться наверх