Читать книгу Reflexiones de un monje budista - Thupten Chophel - Страница 6

Оглавление

1.- ACEPTANDO NUESTRA SITUACIÓN


Escribo estas líneas para ilustrar lo mucho que se gana aprendiendo a aceptar nuestra situación presente en la vida. Al mismo tiempo quiero dejar constancia que esta aceptación de nuestra situación, no significa apalancarse y dejar de reivindicar los derechos fundamentales de las personas, y un mínimo de condiciones vitales para todos. Lo que aceptamos es nuestra situación en la vida, intentando que esta situación no nos lleve a desarrollar nuevas emociones negativas como el odio, el apego, el orgullo, la codicia, la envidia, etc. Debemos aprender a actuar con sabiduría, y cuando se nos presenta una emoción negativa, esperar a que se disuelva poco a poco, y no actuar movidos por esta emoción negativa, lo cual generaría que cada vez esta emoción negativa aumente y esté más fuera de control.

Una de las circunstancias que puede hacernos actuar incorrectamente, es la ansiedad o las ganas de cambiar nuestro entorno rápidamente, sin darnos cuenta que el entorno y nuestro interior están ligados y que debemos hacer un doble trabajo con el entorno y el interior, para mejorarlos y no quedarnos sólo con el cambio de lugar. En muchas ocasiones en las que se nos presenta un entorno hostil, en vez de huir de este espacio, sería más efectivo, tratar de reducir nuestras emociones negativas y procurar encontrar las personas más positivas de entre los que nos rodean, para alimentar más estas relaciones, pero sin necesidad de cambiar de lugar. No por cambiar de lugar desaparecerán las emociones negativas y los obstáculos, sino que estas emociones negativas seguirán presentes y los obstáculos se manifestarán de otra forma pero seguirán existiendo.

Por supuesto esta no es una receta para todas las ocasiones, pues en algunas puede darse la circunstancia clara, en la que un cambio de lugar sea lo más apropiado, pero para hacer este cambio de lugar debemos tenerlo claro, y sobre todo que no sea una huida de algo, sino un paso al frente. Si es una huida de algo que está en nuestro interior, en muchos casos erraremos el camino si nos alejamos o cambiamos de ciudad, trabajo, amigos o país.

Puede suceder otro caso y es que no nos guste nuestro entorno y que a la vez no podamos cambiarlo, ni ir a otro lugar. Entonces ha llegado el momento de aceptar los malos karmas, de controlar nuestras emociones negativas, de tener una aceptación, aunque combinada también con un interés en mejorar las cosas en el futuro, no sólo para nosotros sino también para los demás. Si no desarrollamos esta aceptación, corremos el peligro de caer en la neurosis o incluso en la esquizofrenia, y por lo tanto todo empeoraría mucho más. Tenemos que mantener siempre el sentido común y una sensación de empatía y cercanía con los demás. Si perdemos esta sensación de empatía y cercanía con los demás, la vida se vuelve muy difícil de vivir y todos los obstáculos se hacen más grandes.

Reflexiones de un monje budista

Подняться наверх