Читать книгу Guía práctica para tener bebés tranquilos y felices - Tracy Hogg - Страница 6
ОглавлениеEn primer lugar quiero agradecer a todos los padres de «mis» bebés y niños pequeños sus historias, su colaboración y sus continuas aportaciones a mi página web.
Me gustaría dar las gracias especialmente a Melinda Blau y a su hijo Henry, no sólo por ser un bebé angelical, sino por haberse convertido además en nuestra especial mascota. ¡Pero que nunca se diga que fue nuestro conejillo de Indias!
Por último, dar las gracias a mi familia y fieles amigos, en especial a mi abuela, cuyo amor, consejos y fortaleza continúan sorprendiéndome cada día.
Tracy Hogg
Los Ángeles, California
Cuando en otoño de 1999 bajé de un avión para conocer a Tracy Hogg en Los Ángeles, ella me condujo a una modesta casa en el Valle Central de California, donde nos recibió una joven madre. Iba desaliñada y lo primero que hizo, literalmente, fue poner en brazos de Tracy a un bebé de tres semanas que no paraba de berrear. «Los pezones me están matando. No sé qué hacer», le dijo con lágrimas deslizándose por sus mejillas. «El niño quiere que le dé el pecho cada una o dos horas.» Tracy acercó el bebé a su cara, susurrándole «ssst… ssst… ssst» al oído, y en cuestión de segundos, el bebé se tranquilizó. Luego se dirigió a la madre y le dijo: «Ahí tienes, esto es lo que tu hijo te está diciendo».
A lo largo de estos últimos cinco años, he presenciado decenas de escenas similares: he visto cómo Tracy entra majestuosamente en un hogar, conecta con el bebé o el niño de uno o dos años y consigue dar con el quid del problema. Observar el trabajo de Tracy y estudiar la forma de explicarlo por escrito ha sido una delicia y un motivo de asombro constante para mí, así como llegar a conocerla durante el proceso. Gracias, Tracy, por invitarme a tu universo y por permitirme ser tu voz. Tres libros después, nos hemos hecho amigas y yo misma me he convertido en casi una experta a la hora de comunicarme con los bebés: justo a tiempo para poner en práctica mis conocimientos con Henry.
Este libro no habría sido posible sin la sensatez y la inteligencia de Eileen Cope de Lowenstein Literary Associates, nuestra intrépida agente, quien una vez más nos ha ido guiando desde la propuesta inicial hasta la obra terminada. Y tampoco sin la ayuda de Barbara Lowenstein, siempre entre bastidores, aconsejándonos, estimulándonos y, a veces, aguijoneándonos a todas para hacerlo aún mejor.
También estoy en deuda con nuestra editora en Atria Books, Tracy Behar, la cual compartió nuestra visión para este libro y lo mejoró; y con Wendy Walker y Brooke Stetson, quienes nos ayudaron a estar al día.
Y por último, aunque no menos importante, doy las gracias de corazón a mis numerosos parientes y amigos, que siempre están a mi lado a lo largo de todo el trabajo. Vosotros ya sabéis quienes sois.
Melinda Blau
Northampton, Massachusetts