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La globalización de la comunicación y la práctica artística
ОглавлениеPor lo que se refiere a la globalización, el arte ha sido, por lo menos en los últimos seiscientos años, un medio de comunicación global; tanto el lenguaje visual como el musical son comprensibles a pesar de las diferencias lingüísticas y sociales. La circulación del arte, entonces, ha favorecido siempre el intercambio cultural a escala internacional.12 Pero la sobreproducción y la globalización del arte son procesos que encontramos no solamente en la distribución y en el consumo internacional del arte, sino también en la creación artística individual.
La forma artística del collage es, bajo este punto de vista, expresión de una nueva realidad mediática, donde la información globalizada se presenta al artista como referente alternativo a la naturaleza. Con la reproducibilidad técnica y la comunicación masiva, la técnica del collage ha evolucionado, desde su origen como provocación dadaísta, a estructura estética constitutiva de la creación artística contemporánea, poniendo de manifiesto el gusto posmoderno por el fragmento, la cita y el remake.
Sin embargo, con las tecnologías digitales la globalización del arte como collage toma un perfil nuevo, no tanto por la distribución instantánea de las imágenes numéricas, sino por la difusión de las herramientas digitales para la producción audiovisual.13 Con el software el collage no es solo un medio expresivo intencional, sino un elemento implícito en cualquier acto creativo, porque este incorpora otras artes como etapas de su proceso generativo, como es el caso de las imágenes sintéticas, de los hipertextos y de la multimedia.14 Mediante estos collage de procesos, el arte ha terminado eliminando el contacto no solo con la naturaleza, sino también con el mismo contexto social y cultural que ha originado dichos procesos. Pero el contexto es lo que brinda al fragmento su contenido epistemológico, que es precisamente lo que se pierde por la inmaterialidad digital, que, por lo tanto, convierte al collage en una entidad autorreferencial: “... una voluntad descriptiva completa y absoluta, que en el realismo es reproducción perfecta, y una universal capacidad cognitiva sin especificaciones, la progresiva contradicción de un saber que pretende unificar sin alguna correspondencia empírica”.15