Читать книгу La forma emergente - Umberto Roncoroni - Страница 33

Ciencia y filosofía

Оглавление

1. El relativismo epistemológico.- Los primeros años del siglo XX trajeron cambios científicos profundos, que originaron en la filosofía de la ciencia diferentes teorías sobre su validez metodológica y epistemológica. En la base de estos cuestionamientos está la idea de que la ciencia no es tan estable y segura como se suele pensar. El paso inicial lo dio la teoría de las “conjeturas y confutaciones” de Popper, que, como comenta Scruton: “... hizo el extraordinario descubrimiento de que el concepto central del método científico no es la verificación, sino la falsificación. No podemos verificar una teoría científica de modo conclusivo pero podemos confutarla de modo conclusivo”.30

En suma, lo que diferencia a la ciencia de las seudociencias no es tanto la posibilidad de verificar cualquier teoría o hipótesis, sino de poder modificarlas y cuestionarlas. Un segundo ataque a la estabilidad de la ciencia proviene de la teoría de las “revoluciones científicas” de Thomas Kuhn.31 De acuerdo con esta teoría, el desarrollo histórico de la ciencia se presenta como paradigmas, que forman la base epistemológica y metodológica comúnmente aceptada para el quehacer de la ciencia en un contexto histórico y social dado. Una revolución científica es un cambio de paradigma que introduce aspectos que la ciencia normal o había suprimido o no había percibido. Para Kuhn, el avance científico tiene que luchar no tanto con la dificultad teórica que presentan los nuevos paradigmas, sino con la hostilidad de los intereses sociales, económicos, religiosos y políticos preexistentes.

Pero el más importante y radical exponente de la crítica científica es Paul Feyerabend y su controvertida teoría de la “anarquía epistemológica”.32 Feyerabend, que ganó mucha fama con su anything goes, opina que la ciencia es irracional, porque no hay pruebas de racionalidad en la historia y en la práctica de la ciencia contemporánea. Además, es mejor así, porque si la ciencia fuera realmente racional, las consecuencias serían terribles tanto para la ciencia misma como para el individuo y la sociedad.

De todos modos, estas cuestiones epistemológicas, que, según Hacking, combinan las dudas fundamentales sobre la razón con temas políticos y metafísicos, en el fondo apuntan a cuestionar el poder absoluto de la ciencia y la posibilidad de explicar racional y exhaustivamente la naturaleza y el hombre.33 Entonces, aquí no se trata tanto de denegar el valor cognoscitivo de la ciencia, sino de poner en cuestión el lugar destacado que ocupa en el conjunto del saber humano y, por ende, en manifestar sus discordancias con los demás aspectos de la cultura y de la sociedad. Esta interpretación débil de la ciencia se apoya en dos teorías de la matemática y de la física, que ponen en entredicho, desde el interior de la ciencia misma, la exactitud del pensamiento científico y racional.

2. El teorema de indecidibilidad de Gödel.-34 Este teorema dice, en palabras simples, que la coherencia de un sistema axiomático no puede ser demostrada; para cada sistema formal es posible, por medio de sus mismos axiomas, llegar a proposiciones contradictorias. Este principio no es totalmente nuevo, siendo ya prefigurado en Kant, como reconocía el mismo Gödel. Kant decía que la razón, si quiere ser consistente, no puede ser completa; Gödel descubrió que el mismo razonamiento se puede aplicar a los sistemas matemáticos. Entonces, la verdad de cualquier sistema se debería buscar fuera del sistema mismo, con otro sistema; pero este será también incompleto, y así hasta el infinito. El resultado de Gödel demuestra, de ahí su importancia filosófica, epistemológica y computacional, que no obstante todos los esfuerzos posibles, el hombre no puede producir sistemas de representación o modelos de la realidad perfectos.35

3. La física cuántica.- Esta teoría es la que ha desencadenado los mayores cuestionamientos en los ámbitos científico, filosófico y epistemológico. Podemos resumir su núcleo problemático a través del principio de indeterminación de Heisenberg, el cual dice que no se puede determinar unívoca y precisamente la posición y la cantidad de movimiento de las partículas y que, generalizando, es imposible observar con exactitud todas las cosas del universo. La física cuántica pone atención sobre dos puntos fundamentales: el observador modifica el comportamiento del objeto observado y la investigación está restringida a un determinado aspecto del fenómeno. De esta forma ingresan a la ciencia conceptos contradictorios con sus fundamentos tradicionales: el indeterminismo y la probabilidad. Así pues, se pone en discusión el concepto mismo de materia, y el problema ontológico entra en la ciencia. Esta naturaleza ambigua e inestable ha acercado de alguna forma la ciencia a la filosofía, proceso que constituye el tema central de la reflexión de Fritzjof Capra, un físico interesado en la filosofía oriental,36 y la propia historia intelectual de Niels Bohr termina con un acercamiento al misticismo.

La forma emergente

Подняться наверх