Читать книгу La forma emergente - Umberto Roncoroni - Страница 29

Benjamin y la reproducibilidad técnica

Оглавление

El problema de la reproducibilidad técnica de las obras de arte ha sido planteado en toda su magnitud por Walter Benjamin. Quizás hoy algunos momentos de su discurso puedan resultar contradictorios, pero hay un punto clave, que Benjamin llama “aura”, el cual mantiene inalterada su fuerza cuestionadora. El concepto de aura, en efecto, propone nuevos problemas a la comprensión del arte cuando se examina en el contexto de la tecnología digital, y por eso me parece importante resumir aquí algunos de sus aspectos.

Según Benjamin,25 el significado de la obra de arte se fundamenta en su unicidad, es decir, en su hic et nunc; este concepto se refiere, en primer lugar, a la naturaleza única e irrepetible del acto del artista que piensa y produce la obra; en segundo lugar, a las condiciones espacio-temporales, culturales y sociales para las cuales esta ha sido creada y destinada. En este sentido, la verdadera obra de arte debe ser “auténtica”, en cuanto auténtico significa precisamente la conservación de su unicidad. Y la obra de arte, en tanto auténtica, tiene también un contenido verdadero, que es validado por la relación con la historia de su contexto. La autenticidad, para Benjamin, se fundamenta en la tradición del uso, por lo tanto el arte encuentra sus raíces en su función originaria religiosa y cultual. Históricamente, el cambio de uso empezó en el Renacimiento, cuando las obras de arte tomaron valor estético (como algo que debe ser visto), dejando el aspecto cultual en segundo plano. El hic et nunc, la autenticidad y el recuerdo del uso religioso conforman el aura de la obra de arte.

Ahora bien, la reproducibilidad técnica (fotografía e imprenta) provoca la deconstrucción del aura, por medio de la eliminación del hic et nunc y de la autenticidad. Primero, porque la obra de arte se produce mecánicamente, destruyendo de esta manera la relación unívoca entre la habilidad del artista y la calidad de la obra; luego, porque la obra también se puede reproducir mecánicamente, fuera del alcance del artista que la ha creado, perdiendo de esta manera su valor como original; finalmente, mediante la fotografía, una obra de arte (como la catedral, según el ejemplo del mismo Benjamin) puede abandonar su ubicación y viajar, como imagen, en una revista o en un libro, directamente a los ojos del espectador. Este aspecto cuestiona ulteriormente el concepto de la autenticidad en cuanto testificación histórica, porque la reproducción ha perdido el enlace de la obra de arte con su contexto originario.

Hay otro factor que Benjamin señala, esencial con relación al medio digital, que es la transformación que se crea entre el objeto y su imagen creada con la técnica fotográfica. Este cambio nace por las diferentes capacidades de la óptica natural y de la óptica de los objetivos fotográficos, que pueden captar detalles y aspectos de la obra de arte que son imperceptibles por el ojo humano. En este sentido, la reproducción de cualquier objeto en una fotografía es algo diferente del objeto percibido por el hombre en su hic et nunc natural.26

Todos los aspectos de la problemática tecnológica del aura están desarrollados por Benjamin con relación al concepto de público en cuanto masa, en el cual es implícito el deseo de eliminar cualquier diferenciación entre lo que es igual y uniforme y lo que es único y original; la reproducibilidad técnica satisface este deseo, haciendo que lo único se vuelva igual en sus copias. Esto es importante, porque la eliminación de la unicidad elimina también el aura del artista, ya que queda implícitamente cuestionada la mitología romántica del genio creativo como intérprete de lo original y eterno.

Para Benjamin, que habla desde la perspectiva del materialismo histórico, este proceso es benéfico, porque tanto el aura como el genio son conceptos que pueden ser utilizados en sentido totalitario. Benjamin no podía imaginarse que las cosas se manifestarían hoy en una forma muy diferente, y que los valores del socialismo no son aquellos que han sustituido los valores cultuales del aura. Pero no es este el lugar para discutir estos problemas; la cuestión que me interesa es que tanto el aura como el genio no se dejan eliminar tan fácilmente, y no solo por razones políticas, sino porque estas instancias permanecen como exigencias primarias27 de la sociedad y como estructuras de la tecnología digital.

La forma emergente

Подняться наверх