Читать книгу Puntos gatillo. Tratamiento para aliviar el dolor (Color) - Valerie DeLaune - Страница 6
ОглавлениеIntroducción
El dolor no se puede tratar eficazmente sin conocer los puntos gatillo
Sin conocimientos básicos sobre puntos gatillo y dolor referido, a quienes prestan atención médica no les resulta posible tratar síndromes álgicos. He tratado cientos de casos sencillos de personas a las que se les había dicho que el único recurso era aprender a vivir con el dolor, sólo porque su médico no conocía los puntos gatillo. A pesar de décadas de investigación, el síndrome de dolor miofascial asociado y debido a puntos gatillo sigue siendo uno de los diagnósticos que se pasa por alto más habitualmente. Lo más importante para tratar el dolor es que los puntos gatillo generan dolor referido a otras áreas siguiendo patrones bastante consistentes. El conocimiento de los patrones del dolor referido nos brinda un punto de partida para buscar esos puntos neurálgicos que causan el dolor.
Con frecuencia, se ponen en contacto conmigo personas que están seguras de que el tratamiento de los puntos gatillo es por lo menos parte de la solución de sus dolores, si bien se sienten totalmente frustradas por no hallar un practicante que conozca dichos puntos neurálgicos. En la actualidad, masoterapeutas, terapeutas físicos y fisioterapeutas son los profesionales que más probablemente tengan experiencia en el tratamiento de los puntos gatillo. Sin embargo, incluso si tienen dichos conocimientos, tal vez no sepan mucho sobre los factores perpetuantes, es decir, los factores que mantienen activados los puntos gatillo y que se tienen que resolver para conseguir alivio a largo plazo.
Por eso es tan importante conocer los puntos gatillo y practicar los ejercicios de autotratamiento de este libro; con la información de este libro estarás mejor equipado para tratar los puntos gatillo que quien te presta atención médica. Si no encuentras a nadie que ya conozca los puntos gatillo, lleva el libro en tus visitas. Enseña a tu médico sobre los puntos gatillo y tus patrones de dolor referido.
No esperes a tratar el dolor
Es importante tratar los puntos gatillo lo antes posible para que sea menos probable que causen problemas crónicos. A menudo oigo a los pacientes decir «pensaba que desaparecerían». Algunos síntomas desaparecerán en unos días y no volverán a dar problemas, pero, con frecuencia, cuanto más esperes a ver si el dolor desaparece, más músculos se verán afectados en una reacción en cadena de dolor crónico y disfunción. Un músculo duele y desarrolla puntos gatillo, entonces el área de dolor referido (donde sientes el dolor y otros síntomas) comienza a doler y se tensa y forma sus propios puntos gatillo satélites, luego esos puntos gatillo refieren el dolor a otros lugares, etc. O el dolor tal vez mejore un poco, pero sólo porque los puntos gatillo atraviesan una fase inactiva y se pueden activar de nuevo y generar dolor u otros síntomas.
No asumas que tu dolor no tiene tratamiento
Las personas asumen a menudo que, si uno de los padres tuvo lo mismo, la enfermedad tiene que ser genética y habrá que aprender a vivir con ella. Se aprenden muchas cosas de los padres –hábitos alimentarios, hábitos de ejercicio, cómo afrontar situaciones críticas, incluso las posturas y gestos– y todo ello influye en la salud.
Nunca he aceptado que una enfermedad, aunque sea genética, no se pueda, cuando menos, mejorar. Si es necesario, derivaré al paciente a otro profesional, como un quiropracticante, naturópata o cirujano que pueda ayudarle. A pesar de que te hayan dicho que hay que aprender a vivir con la enfermedad, acepta que puedes cambiar la situación, al menos hasta que hayas agotado todas las opciones de tratamiento. Tal vez presentes un factor perpetuante general que no se resolverá del todo y requerirá que se trate el dolor a largo plazo; sin embargo, al menos puedes mejorar tu calidad de vida aprendiendo a tratar los síntomas.
¿Cuánto durará el tratamiento?
Cuando las personas comienzan un tratamiento, me suelen preguntar: «¿Cuánto durará?». Cuanto más se remonte la enfermedad en el pasado y cuantas más enfermedades se padezcan, mayor será el número de músculos afectados por la sensibilización central; de ello se hablará en el capítulo 1. Eso significa que el tratamiento será más complejo y llevará más tiempo. Si gozas de una salud perfecta y sólo presentas una lesión leve y reciente, tal vez no necesites un tratamiento a largo plazo.
Por experiencia propia sé que quienes recurren a autotratamientos en casa, además de recibir semanalmente tratamiento profesional, mejoran al menos cinco veces más rápido que quienes sólo reciben tratamiento profesional. Como dicen los doctores Travell y Simons, «Los tratamientos para los pacientes se deben reducir al mínimo y el esfuerzo se debe concentrar en enseñar al paciente lo que puede hacer por sí mismo… ya que a medida que los pacientes ejercen un mayor control [sobre el tratamiento de los síntomas], mejoran física y emocionalmente». La rapidez con que consigas alivio duradero estará determinada por la precisión con que se identifiquen y resuelvan los factores perpetuantes; de ello se hablará en los capítulos 2 a 4.
La solución no tiene por qué llegar rápido, pero sí se puede conseguir mucho alivio a corto plazo. No se puede resolver todo el dolor en 15 minutos o menos, o suprimir el dolor en diez sencillos pasos. Ninguna técnica o practicante conseguirán hacer eso por ti. Necesitarás leer los capítulos, buscar los puntos gatillo en tus músculos y usar habitualmente las técnicas de autotratamiento hasta que remita el dolor.
Asegúrate de leer la primera parte del libro antes de comenzar con las técnicas de presión y los estiramientos de la segunda parte. Utiliza un rotulador fosforescente para subrayar todos los factores perpetuantes de los capítulos 2 a 4 que tengas que tratar. No conseguirás un alivio duradero hasta que resuelvas los problemas que causan o agravan los puntos gatillo. Cuando trates los factores perpetuantes, asume un ritmo que no sea excesivo. Plantéate abordar a largo plazo los factores perpetuantes; es probable que no consigas introducir a la vez todos los cambios necesarios. Busca luego en el capítulo 5 las pautas generales para los autotratamientos y en el capítulo 6 las pautas del dolor que te ayudarán a determinar los músculos que tal vez contengan puntos gatillo.
Si tratamos los síndromes de dolor miofascial sin… corregir los múltiples factores perpetuantes, el paciente estará condenado a sufrir ciclos interminables de tratamiento y reincidencia… Por lo general, un factor estresante activa el [punto gatillo], y luego son otros factores los que lo perpetúan. En algunos pacientes, dichos factores perpetuantes son tan importantes que su eliminación conlleva el alivio completo del dolor sin ningún tratamiento localizado.
–Doctores Janet Travell y David G. Simons
Recomiendo que, si es posible, sea un practicante formado en el tratamiento de puntos gatillo quien los identifique, por ejemplo, un masoterapeuta neuromuscular o un fisioterapeuta, y que se use el libro para complementar su trabajo. Puede llevar más tiempo localizar los puntos gatillo sin la ayuda de un profesional, si bien, con la tutela de este libro, es probable que logres localizar tú mismo esos puntos gatillo.
En este libro se hacen cientos de sugerencias. Plantéate dedicar cierto tiempo a lograr tus metas. Eliminar el dolor es como una labor detectivesca; lo que genera el dolor y lo que lo cura será una combinación de factores exclusivos de tu caso.
¿Cuándo hay que acudir a un profesional médico?
Si no consigues alivio con las técnicas de autoayuda de este libro, tendrás que acudir a un profesional médico. Tal vez la causa o un factor concurrente del dolor sean algo distinto a los puntos gatillo. Radiografías, resonancias magnéticas (RM) y otras pruebas diagnósticas permiten identificar ciertas enfermedades, como artrosis, fracturas por sobrecarga y roturas de ligamentos o tendones, que tal vez causen dolor.
Los síntomas referidos causados por puntos gatillo pueden ser similares a los de enfermedades más graves, o manifestarse de forma concurrente con ellos. Se necesitará investigar y determinar la causa final del problema. La mayoría de los capítulos de este libro dedicados a los músculos contienen una sección llamada «Diagnóstico diferencial». A menos que seas un profesional sanitario, es probable que no entiendas mucho de lo que se dice en dicho apartado. No te preocupes; la sección se ha incluido para que sea un profesional quien evalúe esas enfermedades, aunque no por eso debes dejar de leerlo.
Deberás acudir de inmediato a un profesional médico para descartar enfermedades graves si tienes dolor con alguno de los siguientes síntomas:
El dolor aparece de repente, es intenso o comienza tras una lesión traumática, sobre todo si oíste algún ruido en el área de la lesión.
El dolor dura más de dos semanas, a menos que ya se hayan descartado otras enfermedades más graves.
La intensidad del dolor aumenta con el tiempo, o los síntomas son diferentes; los cambios pueden ser una señal de una causa distinta y más grave.
El dolor se acompaña de enrojecimiento, calor, hinchazón evidente o sensaciones extrañas.
Aparecen sarpullidos o úlceras que no se curan.
Existe deficiente circulación sanguínea, varices dolorosas o percepción de frío intenso en piernas, pies, brazos o manos.
Por suerte, tu profesional médico descartará cualquier enfermedad grave. Si se diagnostica dolor causado por daños estructurales o enfermedades crónicas, hay posibilidades de que alivies en gran medida o totalmente el dolor con una combinación de autotratamiento de los puntos gatillo y tratamiento y eliminación de los factores perpetuantes. Con independencia del diagnóstico del médico, el principio que sigo para el tratamiento general es el mismo: identificar y eliminar todas las causas subyacentes y perpetuantes en el mayor grado posible, y tratar los puntos gatillo.
Mis estudios
Asistí a una escuela de masaje en 1989 y aprendí masaje sueco. Conseguí dar muy bien los masajes de carácter general, pero no me sentía preparada para tratar el dolor crónico. Estaba muy intrigada por la descripción de un curso de formación complementaria llamado Terapia neuromuscular, que combina liberación miofascial (un tipo de masaje de los tejidos profundos) con tratamiento de los puntos gatillo. Asistí a sus clases en 1991, impartidas por Jeanne Aland en el Heartwood Institute, y cambió por completo mi aproximación al tratamiento de los pacientes. Una vez que aprendí los patrones del dolor referido, fui capaz de resolver más problemas de dolor crónico.
Después de años de tratar a miles de pacientes, he sumado mis observaciones a las de los doctores Travell y Simons, y he desarrollado varias técnicas de autotratamiento. En 1999 recibí el título de máster en acupuntura. Desde entonces me he especializado en acupuntura para los puntos gatillo con el fin de tratar síndromes álgicos con medicina tradicional china, y en escribir libros sobre puntos gatillo.