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Londres rechaza el cristianismo Historia ecclesiastica gentis Anglorum Beda el Venerable
ОглавлениеSan Beda (672-735) fue un monje benedictino del monasterio de Saint Peter en Wearmouth y de su monasterio adjunto de Saint Paul. Su obra más conocida es la Historia ecclesiastica gentis Anglorum (Historia eclesiástica del pueblo de los anglos), que completó en 731 y que le valió el título de «padre de la Historia de Inglaterra». El rigor que empleó en sus textos fue extraordinario para su época. Para escribir su Historia se basó en 596 fuentes documentales, que le costó mucho obtener, así como en testimonios orales que utilizó con notable espíritu crítico. Se preocupó por conocer «las fuentes de sus fuentes» y su esmero queda patente por el hecho de que se lo considera el inventor de la nota al pie de página. De su Historia proceden los siguientes fragmentos.
En el año de nuestro Señor de 604, Agustín, arzobispo de Gran Bretaña, consagró obispo a Melito para que predicara en la provincia de los sajones del este, a los que separa de Kent el río Támesis y que linda con el mar Oriental. Su metrópolis es la ciudad de Londres, que está situada a orillas del citado río y es el mercado de muchas naciones que a ella acuden por tierra y por mar. En aquellos tiempos reinaba sobre la nación Sabert, sobrino de Ethelbert por parte de su hermana Ricula, aunque era súbdito de Ethelbert, quien, como se ha dicho antes, tenía mando sobre todas las naciones de los ingleses hasta el río Humber. Pero cuando a esta provincia llegó la buena nueva por la predicación de Melito, el rey Ethelbert construyó la iglesia de San Pablo Apóstol en la ciudad de Londres, donde Melito y sus sucesores tendrían su sede episcopal […]
En el año de nuestro Señor 616 […] la muerte de Sabert, rey de los sajones del este, […] dejó tres hijos, todavía paganos, que heredaron su corona temporal. Empezaron de inmediato a darse abiertamente a la idolatría, que en vida de su padre parecían haber abandonado, y concedieron licencia a sus súbditos para que adoraran a sus ídolos. Y cuando vieron que el obispo [Melito], al celebrar misa en la iglesia, daba la Eucaristía a la gente, siendo ignorantes como eran, le dijeron, como nos llega a través de varias fuentes: «¿Por qué no nos das también ese pan blanco que solías dar a nuestro padre Saba (porque así solían llamarlo), y que sigues dando a la gente que va a la iglesia?». A lo que él repuso: «Si os laváis en esa fuente de salvación en la que fue lavado vuestro padre, también podréis tomar el Pan sagrado que él tomaba; pero si despreciáis a aquel que ama la vida, no podéis recibir el Pan de la vida». Ellos replicaron: «No entraremos en esa fuente, porque sabemos que no lo necesitamos, pero sí nos refrescaría ese pan». Y al ser a menudo reprendidos por él en el sentido de que eso era imposible y de que nadie podía ser admitido a compartir la sagrada Oblea sin la purificación previa, al final, dijeron airados: «Si no aceptas satisfacernos en un asunto de tan poca importancia, no podrás quedarte en nuestra provincia». Y lo expulsaron e hicieron que él y su compañía salieran de su reino.
Melito se vio obligado a huir a la Galia, pero el arzobispo de Canterbury le insistió en que debía regresar a Londres, cosa que hizo. Beda cuenta el resto de la historia.
… pero el pueblo de Londres no quiso recibir al obispo Melito y prefirió seguir bajo sus idólatras sumos sacerdotes; pues el rey Eadbald [el gobernante sajón del sur y el centro de Inglaterra] no tenía tanto dominio sobre su reino como había tenido su padre y no fue capaz de devolver al obispo a su iglesia contra la voluntad y sin el consentimiento de los paganos.