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Capítulo 2

Con qué nos quedamos dormidos y qué nos mantiene despiertos

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Las ganas de dormir comienzan temprano, desde que despiertas y te levantas. Poco después de que abres los ojos, el organismo excreta una ola de hormonas, entre ellas cortisol, que responde al estrés y te prepara para el día. Pero también detona que el cerebro segregue un químico de nombre adenosina.

Ésta se pega a los receptores del cerebro para ralentizar la actividad cerebral. Dicha supresión de actividad de las células cerebrales provoca la sensación de somnolencia.

Cuanto más tiempo pases despierto, mayores serán los niveles de adenosina. Cuanto más altos sean los niveles de adenosina, más somnoliento te sentirás. Cuando por fin te acuestas a dormir, la adenosina se desintegra y desecha.

Si te sientes somnoliento, pero quieres estar despierto, puedes bloquear sus efectos temporalmente con el consumo de la droga psicoactiva más popular del mundo, la cafeína, la cual se pega a los receptores cerebrales que provocan el sueño (que de otro modo serían presas de la adenosina), por eso te despierta.

Como seguro has notado, la cafeína surte distintos efectos en cada individuo. Algunos, como mi esposa, son muy sensibles. Sólo necesita una taza para despertar. Y se queda en su organismo mucho más tiempo que en el mío.

El motivo por el cual sigues tomando café es que el hígado lo desintegra. La vida media promedio de la cafeína es de cerca de cinco horas, es decir, si te tomas una taza a las 6 p.m., la mitad seguirá en tu organismo hasta las 11 p.m., y un cuarto hasta las 4 a.m.

Si eres sensible a ella, seguirás sintiendo los efectos de la taza vespertina en la madrugada, cuando estés despierto preguntándote por qué no puedes dormir.

Pero citar cifras promedio es engañoso porque algunos asimilan la cafeína más rápido. La vida media “estándar” de la cafeína podrá ser cinco horas, pero el rango oscila entre las 1.5 y las 9 horas.

Si asimilas la cafeína particularmente despacio, seguirás sintiendo el efecto de tu té o café matutinos en la madrugada. Pero si lo haces rápido, entonces puedes tomar café en la tarde sin que te altere el sueño.

Hay varios factores que afectan la vida media de la cafeína en el organismo, como el género, la edad, el peso y los medicamentos que consumas. La píldora anticonceptiva retarda significativamente la capacidad del hígado para asimilarla.

Sin embargo, el factor decisivo es la genética personal. Si te interesa, hay empresas (en Estados Unidos) que ofrecen pruebas genéticas, como 23andme.com. Se pide la prueba en línea y recibes un tubo de ensayo por correo postal. Escupes en él y lo regresas. Unas semanas después, consultas los descubrimientos en su página web.

Hace unos años lo hice y descubrí información fascinante. Según 23andme es poco probable que desarrolle calvicie (cierto) o caspa (cierto), pero es probable que perciba el olor a espárragos en mi orina (cierto). En lo referente a la cafeína, resulta que soy bastante sensible, y lo mejor es no abusar. En estos días tomo entre dos y tres tazas en la mañana y rara vez después de medio día.

Duerme en un dos por tres

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