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La fase mor y las emociones

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Como hemos visto, el sueño profundo es vital para limpiar el cerebro y organizar nuestros recuerdos. Pero el sueño mor, que ocurre más tarde por la noche, también es importante para ordenar nuestros recuerdos; y además nos ayuda a resolver nuestros problemas emocionales.

Aunque soñamos en otro momento de la noche, durante la fase mor tenemos los sueños más vívidos, y éstos contribuyen a procesar y gestionar los malos recuerdos y las experiencias negativas. Todo esto explica otro descubrimiento peculiar: durante un periodo se paraliza la mayoría de los músculos. Quizá para que, cuando caigamos en un sueño dramático e intenso, no nos sacudamos y lastimemos. Seguimos respirando, de forma superficial y entrecortada, pero fuera de eso sólo movemos los ojos.

Si observas a alguien durante sueño mor verás que debajo de los párpados mueve los ojos muy rápido. Nadie sabe por qué ocurre, pero una teoría es que refleja los movimientos oculares que hacemos cuando vemos una película. A esto suele llamársele “el cine de la mente”, así que tal vez los movimientos oculares son una señal de que estamos siguiendo la acción.

¿Cómo procesamos nuestras emociones durante esta fase? Tiene que ver con la amígdala cerebral, los dos grupos de células en forma de almendras localizadas en la profundidad del cerebro que son clave para regular las emociones.

Soy ligeramente claustrofóbico y cuando estoy en un sitio confinado entro en pánico. Esto se debe a que la amígdala segrega hormonas de “pelea o huida”, como la adrenalina, esto provoca que se disparen mi frecuencia cardiaca, presión sanguínea y respiración. Me siento nervioso, sudoroso y a veces con nauseas. En el fondo sé que no va a pasar nada malo, pero quiero salir corriendo.

Debido a que la secreción de hormonas de “pelea o huida” juega un papel fundamental en generar respuestas frente al miedo, quedé fascinado cuando descubrí que el sueño mor es el único momento del día o la noche en el que están apagados los enlaces a estos químicos causantes del estrés. Esto quiere decir que, aunque los sueños que tenemos en la fase mor pueden ser inquietantes, no lo son tanto como lo serían si estuviéramos despiertos.

Desde esta perspectiva, soñar en la fase mor es una especie de psicoterapia, en la que repasas los recuerdos y sucesos desagradables, pero conservas la calma. Esto te permite procesar y apaciguar las emociones.

El sueño de la araña

Mientras escribía este libro pregunté a muchas personas sobre sus hábitos de sueño y sus sueños. Alguien me contó la siguiente anécdota, un ejemplo excepcional de un sueño terapéutico.

“De pequeño me daban miedo las arañas; no era grave, pero si veía una me tenía que alejar. Una noche soñé que estaba sentado en una silla dentro de una habitación oscura. Desde la silla veía una puerta. Debajo de la puerta había una luz y me di cuenta de que por la ranura inferior se estaban metiendo arañas pequeñas. Poco a poco la ranura se iba haciendo más grande, y a medida que lo hacía, empezaron a entrar arañas cada vez de mayor tamaño. Por algún motivo no estaba asustado, sólo me daba curiosidad ver qué tan grandes serían. Desperté. Lo más raro es que después de ese sueño dejaron de darme miedo las arañas. De hecho, la siguiente vez que me encontré una, pude recogerla sin gritar.”

Duerme en un dos por tres

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