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LIBRO PRIMERO
CAPITULO SEYS

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Como Miçer Ambrosio se partio con su gente de la laguna35 por tierra y llego á las lagunas de Tamalameque, donde prendio el caçique y prinçipal de aquella tierra.

Buelto Miçer Ambrosio con sus bergantines o barcos y canoas a su alojamiento o rrancheria de Maracaybo, dio luego horden en lo que se debia hazer, para con brevedad proseguir su descubrimiento y llevar adelante sus desinios, antes que por algun ynfortunio de los que la fortuna suele oponer, fuese frustrado dellos. Enbio luego con toda presteza los esclavos o yndios que de la laguna saco, y de lo proçedido dellos le traxeron de rrescate algunas cosas de las que enbio a pedir, y algunos españoles para la rreformaçion de su compañia; y para ir menos ynpedido y no llevar consigo ningun genero de estorvo, acordo dexar en aquel aloxamiento o rrancheria de Maracaybo, todos los hombres casados con sus mugeres y los enfermos y otros que por diversos casos eran muy ynpedidos para el vso de semejantes gerras, que entonces y avn agora, por reboco36, llamamos jornadas o descubrimientos; y dexandoles vn sostituto o tiniente suyo que los tubiese en justiçia, con otros algunos soldados sanos para que pudiesen los enfermos ser proveidos de la comida que obiesen menester, se partio con todo el rrescate de la gente atrabesando çierta serrania o cordillera que casi cerca (de) aquella laguna por aquella parte que agora dezimos la cordillera del valle de Vpar, por estar a la otra bertiente que corre al rrio grande de la Magdalena un pueblo de españoles en vn balle dicho deste nombre. Este rrio grande de la Magdalena es el rrio por do se descubrio el Nuebo Rreyno de Granada, y por dondo oy suben los españoles y provisiones de España aquel Rreyno, segun en otra parte se a dicho. Atrabesada esta cordillera, Miçer Ambrosio, pasando por entre diversas poblazones y gentes, fue a dar a las lagunas que oy se dicen de Tamalameque, por llamarse el Señor o prinçipal que sujetaba los naturales que por alli abia, deste nombre Tamalameque; y esta en esta provincia poblado, rribera del rrio grande, vn pueblo despañoles que se llama deste mismo nombre, la civdad de Tamalameque, que es sufraganeo a la governaçion de Santa Marta.

Estas lagunas o laguna de Tamalameque es bien grande. Hazense en ella algunas yslas que estaban pobladas. Congreganse aqui estas aguas por ser la tierra baxa y estar en el paraje de la corriente y agua del rrio grande, por lo qual no pueden correr ni escurrirse, vaguarse37, los rrios que a esta laguna vienen a dar. De donde ella prinçipalmente se haze es el rrio de Çaçare, que viene del valle de Vpar, rrio caudaloso y que nabegan por el canoas, y todas las aguas que de la cordillera corren desde el valle de Upar hasta junto vna provinçia que dizen los Carateres o despoblados, sufragana a la civdad de Panplona del Nuebo Rreyno, todas se juntan aqui.

Llegado Miçer Anbrosio a esta provincia y lagunas de Tamalameque hallola, como he dicho, muy poblada de mucha cantidad de naturales y muy abundante de comida y de mucho oro que los yndios poseian. Estaba el prinçipal o señor38 poblado rribera desta laguna, en vn pueblo que la vezindad del tomaba un quarto de legua; y avnque la poblazon era tan grande, y otras muchas que a la rredonda abia y los naturales en mucha cantidad, nunca se atreuio este prinçipal a esperar en su pueblo a los españoles, por las nuebas que antes de ellos tenian y le abian dado otros yndios sus vezinos, y asi se recogio con su hazienda y gentes a una ysla que en la laguna estaba algo apartada de tierra, creyendo que poniendo el en cobro todas las canoas y apartandolas de donde los españoles las pudiesen aber, no tendrian modo como pasar a la ysla adonde el estaba, por ser por alli algo hondable el lago. Mas los españoles y su governador, viendo delante de sus ojos aquellas gentes, y que casi les hazian cocos con las joyas y adereços de oro que sobre si trayan, buscaban y baçilaban sobre que modo podrian tener para pasar seguramente el agua y entrar en la ysla a despojar aquellos miserables de sus tesoros; y podemos deçir questos yndios ellos mesmos se hazian la gerra y se ponian açechanças, pues mostrando o haziendo ostentacion de las joyas y oro que tenian a sus contrarios, les davan abilantez y ponian espuelas a su codiçia, para que con mas calor procurasen de pasar a donde ellos estaban, y al fin, despues de muchos acuerdos que sobre ello el governador abia tenido, fue rresoluto en que todos los mas de a caballo se echasen al agua en sus caballos y fuesen a dar en aquella gente, que teniendose por muy seguros con la fortaleza de que naturalmente estaba cercado aquel sitio, con las aguas que lo fortificaban, no esperaban rrecibir ningun daño de los españoles ni tenian pensamiento de mudarse ni apartarse de alli, antes, como he dicho, casi ponian por señuelo el oro y rriquezas que tenian, entendiendo con la bista de ello atormentar los codiciosos animos de los españoles y su governador.

Determinados ya el governador y sus soldados de seguir la toma de aquel ysleo con esta yndustria, rremitiendo el fin del susceso a lo que su fortuna guiase, pusieron en obra su acuerdo, y cabalgando en sus caballos hasta treinta españoles con sus armas, se arrojaron al agua, y gobernando con los frenos los caballos y animandolos con las espuelas, sin que ninguno dellos peligrase ni pereciese, pasaron nadando a la ysla, donde los yndios, casi atonitos y sin sentido de ver aquella nueba manera de nabegar de los españoles, se hallaban tan confusos entre si que avnque tenian las armas en las manos, no vsaron de ellas con la presteça que era rrazon para defender la entrada a los españoles, lo qual pudieron hazer con façilidad por ser el sitio donde estaban acomodado para ello.

Despues que en la ysla vieron a los españoles començaron a vsar de las armas para ofendellos con el tumulto y alaridos con que todos generalmente lo suelen hazer; mas como los españoles estaban ya en tierra, donde podian aprovecharse de sus caballos y ser señores dellos, començaron a correr y escaramuçear por entre los yndios, hiriendo a todas partes, de suerte que sienpre los yvan ahuyentando y constriñendo a que se rrecogiesen al agua, donde les era a los yndios el daño doblado, porque como la laguna era honda y la gente mucha, cayan vnos sobre otros, y el que no sabia nadar llevaba al hondo al que sabia, y asi perecieron muchos, sin los que en tierra fueron muertos, y sin otras muchas gentes de todo sexo que amedrentadas de ver la ferocidad de los caballos y crueldad de los que los seguian, se arrojaban al agua a guareçer en algunas canoas de las que por alli tenian.

Los españoles quedaron señores de la ysla y obieron preso al caçique o señor de aquellas gentes que, como he dicho, se llamaba Tamalameque, con otros algunos yndios prinçipales y mucha parte de sus riquezas y oro, con que se pasaron muy contentos a donde el Governador estaba con la demas gente mirando el suceso desta guaçabara, a quien entregaron luego todo el despojo y presa que en ella se abia abido, que fue cantidad de oro. Holgaronse todos con el buen suceso que alli abian tenido; pusieron a rrecado el prinçipal Tamalameque, de quien esperaban aber gran suma de oro por su rrescate, y hizieron asiento alli por algunos dias, asi porque la gente descansase, como por la mucha rriqueza que desta provinçia esperaban sacar, segun los buenos prinçipios que abian bisto y despojo que en este primer reencuentro obieron.

35

En la edición de Caracas se dice á la laguna en vez de de la laguna.

36

Rebozo: simulación, pretexto.

37

Vaguada es la línea que marca el fondo de un valle, y es el camino por donde van las aguas de las corrientes naturales. En la edición de Caracas, en vez de vaguarse se dice ó aguarse.

38

En la edición de Caracas se dice: Estaba el principal poblador ó señor de la rribera de esta laguna.

Historia de Venezuela, Tomo I

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