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LIBRO SEGUNDO
CAPITULO PRIMERO

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Como por muerte de Miçer Ambrosio proveyeron los Bezares por governador de Venençuela a Jorge Espira, y por su tiniente a Nicolas Fedreman, y de su pasada a Indias.

Al tiempo y sazon que a la çiudad de Coro llego la nueba de la muerte de Miçer Ambrosio, governador, y del mal suçeso de su jornada y descubrimiento, hallose alli Nicolas Fedreman, el qual, como de antes tubiese conocimiento particular con los Bezares, pareçiole oportuno tiempo este para aber para si aquella governaçion de Benençuela, y procurando algunas rricas joyas y pieças de oro, se fue a España, donde a la sazon rresidian algunos de los de la conpañia que tenian cargo de proveer los governadores de Benençuela, a los quales Nicolas Fedreman procuro aplazer y contentar para ganalles la voluntad, dandoles algunas dadivas de oro del que abia llevado, prefiriendose de servilles muy bien en aquella governaçion si le daban el cargo del govierno de ella. Los Bezares, viendo la platica y suerte de Fedreman, que era muy prinçipal y de su propia naçion, y la buena horden y traça que daba en los negoçios del govierno de aquella tierra, determinaron de encargarsela y hazello governador de ella; y poniendolo en efeto, le dieron y libraron las cedulas o provisiones de governador, con particular ynstrucçion de lo que abia de hazer; y açetado el cargo por Nicolas Fedreman luego començo a hazer gente para pasar y llevar consigo a Benençuela y tener copia de conpañias de soldados con que hazer nuebos descubrimientos, con lo qual se dibulgo y publico luego la nueba de como Fedreman tenia el govierno de Benençuela, de que peso a ciertos soldados que de la propia provinçia abian ydo a España y en la sazon dicha se hallaron en ella, y luego, ayudados de la persuasion de otras personas que pretendian el propio cargo, se fueron a los Bezares y les dixeron que no les conbenia ni era provechoso que Fedreman fuese a governar aquella provinçia de Benençuela, porque era de animo bullicioso y sobervio e yntolerable de sufrir, y que con sus pesadas palabras maltrataba los soldados, y con otros terminos muy extraños e ynsufribles de que vsaba era muy aborrecido de toda la gente que en la governacion abia, y que lo mesmo seria de los que llevase.

Con las persuasiones destos y de otros que, como he dicho, pretendian este gobierno, mudaron façilmente los Bezares acuerdo, mobidos de temor no fuese cavsa Fedreman de que obiese alguna alteraçion en la gobernaçion, por donde le viniesen a perder, con lo que en ella tenian y pretendian. Y pareçiendoles justas cavsas las que les daban, y el temor que ellos abian conçebido, rrebocaron la conduta que de governador abian dado a Fedreman, y dieronsela a Jorge Espira, caballero de su propia naçion de Alemaña; y porque Nicolas Fedreman no quedase del todo descontento y despojado de sus pensamientos, nombraronle por tiniente general de Jorge Espira, casi dandoselo por acompañado en el gobierno, confederandolos a entramos61, de suerte que entre ellos nunca obiese ninguna desconformidad, mas con que siempre tubiese la superioridad Jorge Espira. Dixeronlos que pues la tierra de Benençuela era larga, que bien podian entramos efetuar sus desinios y hazer por diferentes derrotas jornadas y descubrimientos con que todos fuesen aprovechados y su gobernaçion avmentada(A).

Con estos medios y otros que los Bezares entre Jorge Espira y Fedreman pusieron, los confederaron y hermanaron de suerte que nunca mas quebraron ni obo entro ellos ningun genero de discordia, mas acabando de hazer la gente con toda diligencia en el Andaluzia y Rreyno de Murcia y en otras partes despaña, juntaron quatroçientos honbres, gente muy lucida, y en cinco nabios que adereçaron para su viaje salieron del rrio de Sevilla, Guadalquebi, por el año de mil e quinientos y treynta y tres; y entrando en la nabegaçion del mar Oçeano tomaron su derrota a las yslas de Canaria, y antes de llegar a ellas, donde dizen el Golfo de las Yeguas, que es donde por la mayor parte son desbaratados con adversa fortuna las armadas que bienen a Indias por las grandes tenpestades que alli se levantan, dioles tal tormenta que en breve tiempo arribaron a San Lucas, donde estubieron hasta que la mar se apaziguo y abonanço el tiempo; y tornando a proseguir su biaje por el Oçeano adelante, ya que estaban a la bista de las yslas de Canaria, los torno a dar otra fortuna y tormenta contraria de su nabegaçion, tan sobervia y rrezia, que aquella propia noche que la tormenta les dio aporto la nao capitan a Nuestra Señora de Rregla, y otra de las de la compañia, casi en el mesmo tiempo fue a Caliz62, que fue cosa que pareçe ynposible aberse podido nabegar en tan poco tiempo, y los demas navios arfando y corriendo su fortuna y alijando muchas cosas de las que trayan a la mar arribaron a Caliz, y a cabo de poco tiempo fue alli junta toda el armada deste governador Jorge Espira, y viendo muchos soldados que no les abia Dios hecho pequeña merced en abellos librado de las tormentas pasadas, donde por momentos se abian visto en punto de ser sumergidos en la mar y muertos miserablemente, acordaron perder la señal, como suelen deçir, y no tornar a entrar en la mar ni seguir el viaje, porque casi todos los que se quedaron en Caliz desta vez, que serian dozientos honbres, perdieron todo quanto en los nabios abian metido, asi de matalotaje como de otros adereços que para sus personas llevaban.

El subçeso destas tormentas o ynfortunios de la mar, fue atribuydo a que Dios nuestro Señor lo permitio asi por culpas y pecados de algunos que en el armada yvan, entre los quales se hallo un sodomita que acostumbraba a vsar aquel pecado en tierra, y avn no se sabe si lo vsaba en la mar, y no nos devemos marabillar de que esta armada padeciese las tormentas e ynfortunios dichos, sino como no fue tragada y asorbida de la mar, pues nos es notorio el castigo que Dios nuestro Señor hizo en la gentilidad de Sodoma y Mogorra63 y los otros pueblos sus comarcanos, como se le en el Genesis, capitulo dezinuebe, en el qual se trata que con fuego y relanpagos del cielo fueron quemados y abrasados, y por memoria deste castigo esta el sitio desta ciudad hecho vn lago o çienega pesima e ynfrutuosa, y estara hasta la fin del mundo. Este malvado cristiano despues de aber saltado en tierra desta segunda vez que arribaron a Caliz, quiso rreynçidir en su maldad, y juntandose con otros dos de su ofiçio obieron çierta pasion y rrenzilla en que el vno de los tres fue muerto y a los dos prendieron, y sabida la cavsa de su discordia fueron castigados y quemados conforme a las leyes del Rreyno.

I pareçiendoles a los que en el armada abian quedado que con aber sido castigado este malaventurado se aplacaria la yra y castigo de Dios contra ellos, tornaron a embarcarse y proseguir su viaje, y con buen tiempo, sin ningun contraste de fortuna, llegaron a las yslas de Canaria, ocho dias antes de Nabidad, donde se holgaron y rregoçijaron la Pascua, y los governadores y sus capitanes procuraron en aquellas yslas rrehacerse de gente, por aberseles quedado, como se ha dicho, la mitad de la que abian juntado y trayan en Caliz. Juntaronseles alli dozientos honbres, gente basta y grosera, y pasada la Pascua hizieron señal de rrecoger o enbarcar la gente para pasar adelante, y saliendo con prospero viento de las yslas de Canaria, caminaron sin suçedelles cosa alguna hasta rreconoçer a San German, que es çierto promontorio o punta de la ysla de Puerto Rrico, y pasando de alli adelante hacia Coro, se les cayo en la mar un pagecillo o grumete que servia en el nabio, y sin saber nadar fue sustentado sobre el agua en la mar hasta tanto quel nabio en que yba, que con prospero viento y todas velas nabegaba, amayno y ahecho el batel en la mar, que paso harto espaçio o yntervalo de tiempo, y entrando gente en el bolvieron a buscar el muchacho buen rrato atras, y hallaronlo encima del agua entretenido sin ser hundido; y viendo que era cosa marabillosa el no aberse ahogado aquel moço, pues sin tener con que se poder sustentar sobre el agua ni saber nadar, lo abian hallado bibo, le preguntaron que modo abia vsado para no ahogarse, el qual rrespondio quel era deboto de Nuestra Señora, y que al tiempo que cayo inboco su nombre y se encomendo a ella, y que mediante esto tubo entendido que no abia pereçido. Los marineros se bolvieron al nabio con su paje, y dando todos gracias a Dios por el subçeso lo tubieron por buen prodigio o señal. I prosiguiendo su viaje llegaron dende a dos64 dias de como esto les subçedio al puero65 y çiudad de Coro, donde desenbarcaron con mucho contento y alegria.

Y avnque esta narraçion o drigrision que en este capitulo he hecho no era de mi Istoria, por ser todo ello cosas subçedidas fuera del Imperio de las Indias, donde es mi prinçipal yntento tratar y dar cuenta de los descubrimientos y poblazones y gerras en ellas suçedidas, elo tratado porque estos dos capitanes o governadores, Jorge Espira y su teniente Fedreman, hizieron dos jornadas diferentes la vna de la otra, y con diferentes subçesos en la governaçion de Venençuela; y abiendo de tratar de sus descubrimientos y conquistas, pareçiome que tanbien era rrazon tratar de sus prinçipios, para mas claridad de lo que de ellos tengo descrevir, y lo mesmo se entendera en lo demas que se hallare escrito en esta Istoria que sea peregrino de las Indias(B).

NOTAS AL CAPÍTULO I

(A) Uno de los que más contribuyeron á que se revocase el nombramiento de Fedreman fué el procurador Alonso de Lallana, el cual, durante la larga expedición de Micer Ambrosio, había quedado gobernando en Coro en unión de Luis González de Leyva. Lallana vino á España y ante el Consejo de Indias informó malamente del proceder de Fedreman. Entonces los Belzares designaron para Gobernador á Jorge de Spira ó Jorge Formut, natural de Spira, pero dejando á Fedreman como teniente general de éste.

El verdadero nombre de Jorge Spira es, según una Cédula real, Jorge Hohermut.

(B) Entre los que tomaron parte en esta expedición figuraron, según Oviedo y Baños, Alonso Pacheco, natural de Talavera la Vieja, progenitor de los caballeros de este apellido en la ciudad de Trujillo, y de los Tomares en Caracas; Francisco Infante, natural de Toledo, de quien descienden los caballeros Blancos Infantes de esta ciudad de Santiago; Francisco de Madrid, natural de Villa-Castin, de cuyos méritos son herederos los Villegas; Gonzalo Martel de Ayala, de quien quedó descendencia en el Tocuyo; Montalvo de Lugo, natural de Salamanca, que pasó después al Nuevo Reino, y desengañado con los reveses que le volvió la fortuna, se volvió á España, á gozar con quietud de un mayorazgo que había dejado en su patria; Francisco de Graterol, tronco de ilustres familias; Damian del Barrio, natural del reino del Granada, cuyos servicios en la América correspondieron á los que antes tenía obrados en la Europa, habiéndose hallado en la memorable batalla de Pavía, en el saco de Roma con el duque de Borbón y en otras célebres funciones de las de más importancia en aquel tiempo: descienden de este caballero los Parras, y Castillos de Barquisimeto; los Silvas de esta ciudad de Santiago, y otras ilustres familias que tienen su asistencia en la provincia.»

61

Entramos forma anticuada de entrambos.

62

Caliz, por Cádiz.

63

Mogorra por Gomorra.

64

A dos está repetido en el original.

65

Debe ser errata material, y querer decir puerto.

Historia de Venezuela, Tomo I

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