Читать книгу Historia de Venezuela, Tomo I - Aguado Pedro de - Страница 7
LIBRO PRIMERO
CAPITULO PRIMERO
ОглавлениеEn el qual se escribe el prinçipio que tubo la governaçion de Benençuela, y quales fueron los primeros españoles que la prinçipiaron.
Del descubrimiento y primera poblazon de la gobernaçion de Benençuela no e hallado la claridad que quisiera y era justo para que la rrelaçion y notiçia que desta governaçion escrivo fuera entera y mas a gusto de los lectores, porque entiendo que a nuestros sucesores e ystoriadores que en los siglos venideros nos subçedieren, no dexara de serles desgustoso este defecto. Mas podran creer que no es culpa de mi parte, porque çiertamente e puesto la diligencia a mi posible para saberlo muy de rrayz, y solo e hallado que en el año de mil y quatroçientos y nobenta y ocho, en el tercero viaje que Don Cristoval Colon hizo a las Indias, quando enbocando por las bocas del Drago, que entre la ysla de la Trinidad y Tierra Firme se hazen, vino a dar a Cumana y a la isla Cubagua, donde hallo las pesquerias de las perlas, y costeando toda aquella costa hazia el Poniente descubrio hasta el cabo de la Vela, donde asi mesmo abia pesqueria de perlas; en esta navegaçion y descubrimiento entro toda la costa de Venençuela, que es desde el puerto y provincia de Caracas hasta la laguna de Maracaybo.
Despues desta primer vista no e hallado que otros españoles entrasen en esta tierra de Venençuela, con armada ni sin ella, hasta que despues del año de mil y quinientos y veynte y çinco que fueron dados por esclavos los yndios, y abia en la9 ysla Española muchos vezinos que hazian armadas y pasaban a las demas yslas y a la costa de Tierra Firme a hazer cabalgadas y entradas en las poblazones de los yndios y prender los que podian y hazellos esclavos, que este era su prinçipal trato y contrato. Entre estos mercaderes o tratantes era vn Juan de Ampres, factor del Rrey en aquella ysla, el qual en este tiempo hizo çierta gente para pasar adelante con su manera de trato. Dizese deste Juan de Ampres que abiendo salido de Santo Domingo a hazer esclabos, que aporto al golfo y costa de Venençuela adonde dizen el cabo de San Rroman, y se metio en vn ancon que por cavsa deste promontorio o punta haze alli la mar, en el qual estando surto y abiendo saltado en tierra, tubo notiçia que en aquella tierra o provinçia estaba vn señor o prinçipal, de naçion caquetio, que por la mayor parte suelen ser gente de muy buena disistion e ynclinaçion y amigos de españoles. Este principal subjetaba y mandaba toda aquella provinçia y era muy poderoso, y por este respecto muy temido y avn tributado de todos sus çircumbezinos, con lo qual façilmente los abia hecho creer que el era el avctor y hazedor de muchas cosas que la tierra y elementos naturalmente produzen por la ordenaçion divina, como son las llubias, granizos, truenos y relampagos y eladas y secas; y como del caer estas cosas a sus tiempos dependen los buenos temporales y frutificaçion de la tierra, y el tener sustento las gentes, aquellos naturales temian con muy amedrentados animos el poder deste prinçipal, y ansi quasi lo tenian por Dios, acatandolo y rreberençiandolo con estremo grado, y procurando estar todos subjetos a su voluntad en tanto grado que quando abia de yr fuera de su casa o pueblo10 algunas rrecreaciones o pasatiempos o a guerras, era llevado por los mas prinçipales de sus subjetos, cargado en los hombros, en vn genero de lecho que comunmente llaman hamaca, sin que ninguna distançia del camino poca ni en mucha cantidad la caminase a pie ni en ningun genero de jumentos, porque en esta tierra no los abia en aquel tiempo, avnque agora, como adelante se vera, es muy abundante de todo genero de ganados.
Juan de Ampres, sabida la grandeza deste señor, procuro tener comerçio y trato con el, entendiendo que de su amistad le rredundaria mucho bien y provecho a el y a sus compañeros, y asi tubo modos y maneras como este prinçipal le viniese a bisitar y a ber, porque avnque estaba en su tierra y era tan poderoso como se a dicho, y el Juan de Ampres de menos gente y posible, quiso vsar del termino que siempre nuestros españoles an vsado en las conquistas y descubrimientos, dando a entender a los naturales, por muy poderosos y pujantes que sean, no tenellos ni estimallos en nada, para por esta via ser mas estimados dellos; y asi fue bisitado deste prinçipal, el qual hizo esta visita con tanto hornato quanto pudo para que los españoles conoçiesen y viesen por aquello ser mucho su poder y aber. Traxo algunas cosas de presente, asi de comidas como de oro y mantas, lo qual rreçibio Juan de Ampres, y en rremuneraçion dello le dio algunas cosas y rrescates despaña, que avnque por los yndios y prinçipal fueron tenidas en mucho por ser muy nuebas a ellos, soy çierto que nunca llegaron al preçio y valor de lo que le presento este prinçipal, porque me çertificaron que pasaron de ocho mil pesos de oro fino, sin las demas cosillas de mantas y comidas y otros jugetes que los yndios suelen presentar.
Alli se hablaron y comunicaron por sus ynterpretes, y trataron de pazes y amistades, la qual siempre hasta el dia de oy conservo este prinçipal y sus sujetos; y avnque en diversas vezes le an dado ocasion de quebralla, y avn an pasado por las demas tribulaçiones de ser saqueados y rrobados de soldados y algunos dellos hechos conclabi11, pero con todo esto siempre an conservado la primera paz.
Determino de hazer alli rrancheria y asiento y de no dexar desierto aquel sitio de españoles, pareçiendole seguro puerto para hazer sus entradas en aquella tierra firme y pasar mas prosperamente adelante con sus grangerias, y asi hasta oy no se despoblo, porque alli o cerca de alli esta poblada la civdad que dizen de Coro, que fue la primera que en aquella governaçion se poblo.
Este es el origen e prinçipio que tubo la governaçion de Venençuela, el qual asi como en alguna manera fue ynfeliçe, haziendo esclabos los naturales, asi el suceso della nunca a sido muy feliçe, porque con estar en ella pobladas seys civdades, que son Coro, Burburata, la Balençia, Baqueçimeto, el Tocuyo, Truxillo y otros dos pueblos que agora nuebamente se an poblado en la provinçia de Caracas, no son bastantes los quintos quel Rrey alli tiene para pagar los ofiçiales que administran y goviernan aquella tierra espiritual y temporalmente, y ansi cumple su Magestad los salarios que al Obispo y Governador da y a los demas, de la rrenta que tiene en el Cabo de la Vela o Rrio de la Hacha, ques donde sacan las perlas.
Y porque lo que aqui e apuntado en suma, se yra viendo por el discurso de la presente Istoria, pasaremos adelante con los negocios de nuestra governaçion de Veneçuela(A).
NOTAS AL CAPITULO I
(A) Poco precisos, como de meras referencias, son los informes del P. Aguado acerca de las origenes de la Gobernación de Venezuela, y no del todo exacto lo que se refiere á Juan de Ampies ó de Amprés.
No fué éste el primero á quien se autorizó para efectuar rescates en dicha parte. Antes que á Ampies le fué otorgada al escribano de la Audiencia y Chancilleria de Santo Domingo, Diego Caballero, licencia real para que, bajo la inspección del Oidor de dicha Audiencia, licenciado Jerónimo Lebron, aprestase, en el término de ocho meses, una armada, y se dedicase con ella á rescatar en la parte de Tierra Firme comprendida entre los Cabos de San Román y de la Vela, esto es, en una extensión de unas cien leguas de costa12.
Tuvo esto lugar en 1525; pero al año siguiente, acaso porque los resultados obtenidos por Caballero no fuesen de gran provecho, el almirante Don Diego Colón y el juez de residencia de la Española, licenciado Rodrigo de Figueroa, concedieron al factor de dicha Isla, Juan de Ampies, autorización, confirmada por el Emperador el mismo año, para rescatar sin violencias en las islas comarcanas de «la Tierra firme llamada Castilla del Oro y en los parajes de Coquibacoa y Sauca y Paraguachoa», y «para poblar las dichas islas y las guardar de las armadas que por ellas pasasen, é industriar (á los indios) en las cosas de nuestra Santa Fe Católica»13.
De modo que Ampies no fue á Venezuela por su sola voluntad y sin autoridad alguna, como parece desprenderse del relato del P. Aguado, sino con licencia real é investido de facultades para poblar y gobernar; facultades de que hizo uso con sentido politico y humanitarios sentimientos, protegiendo de modo resuelto á los indígenas y procurando asi atraerlos y reducirlos.
El verdadero nombre del factor llamado por el P. Aguado Juan de Ampiés, y por el P. de Simón Juan de Ampués, era Joan Dampies ó Joan de Ampies, pues de estas dos maneras firmó en documentos que originales se conservan en el Archivo de Indias, según hizo notar el Sr. Fernández Duro.
9
Las palabras aqui subrayadas lo están en el original. En la edición de Caracas se dice: y había en la, sin subrayar.
10
En la edición de Caracas: a algunas. En el original falta a.
11
En la edición de Caracas: y algunos de ellos hechos esclavos. El original dice conclabi, una de las muchas palabras latinas que suele emplear el autor, y que aquí puede significar encerrados, apresados.
12
Colección de documentos inéditos de Indias. Tomo XXII, pág. 125.
13
Colección de documentos inéditos de Indias. Tomo XXII, pág. 184.