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La caldera

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Nunca se apago

Siempre encendida

Mi hermosa caldera

Tan perfecta.


Estaba aburrido

Me sentía solitario

Estaba deprimido

Necesitaba alguien a mi lado.


Me decidí

Empecé a trabajar

Mis manos se empezaron a cansar

De tanto mezclar.


Una pizca de locura

Otra de ambición

Un cuarto de amor

Y mortales ante dios.


Llenos de codicia

De perjurio y sabiduría

Una mente propia

Acompañada de la ruina.


Una autoridad

Para poderlos controlar

Muchas ideas

Y un poder imaginar.


Una actividad sin final

Una creencia sin igual

Lealtad o traición

Una mezcla de las dos.


Podrán sentir

El dolor o el amor

La traición sin perdón

Y la herejía ante Dios.


Barreras gigantescas

Para poderlas saltar

O ingeniárselas

Y poderlas esquivar.


Todo al azar

Su propia personalidad

Aunque sería divertido

Poderlos subyugar.


Cansado de mezclar

Me detuve a pensar

¿Cómo sería en verdad?


La noción del tiempo

La estética y lo bello

Y los debates perfectos.


Discusiones sin sentido

El amor perdido

Venganza al matar.


Un poder controlar

A sí mismo como a los demás

Una justa cocción

Y un cuerpo ideal.


Bellas esferas

A lo alto de la montaña

Colores llamativos

Y la capacidad de entendimiento.


Un diccionario

Totalmente inventado

El aceptar los acuerdos

Y el negar los derechos.


Una guerra sin final

Un alma para poder reanimar

Y que nunca se pueda acabar

La eterna maldad.


La bendición

De ser mortal

Una enemiga vivaz.


Miedo al escapar

También al viajar

Curiosidad en investigar

Y un miedo a lo extraordinario.


Terror a la vida

Y al vivirla

Miedo a lo ajeno

Y temor al espejo.


La caldera

Esta por explotar

Y el viento la apago.


El fuego se concentro

En mi hermosa creación

Me deleito al solo ver

La pureza del ser.

Para que volver al pasado y corregir mis errores, si puedo vivir y aprender de ellos.

El laberinto de la vida

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