Читать книгу El laberinto de la vida - Agustin Delgado - Страница 42
Sangre de oro
ОглавлениеTodo un año estuviste encerrado
Entre oídos y rejas estuviste adormecido
En la habitación de un edificio
Donde la privacidad forma parte de un mito.
El dinero se consigue a base de sacrificio
No existe los pagos por caso omiso
Se abala una pala que levanta la tierra
Es lema de campo donde nace la faena.
¿Y acaso crees que a ellos les importa?
Viven su vida rodeados de gloria
En un country cerrado donde no roban
Aclamados por una triste y absurda victoria.
Duele demasiado justo en el pecho
Como tratan al pueblo
Nos arrojan un hueso
Como si fuésemos unos perros.
Pero soy argentino
Soporte toda miseria
Hambre y pobreza
Dictaduras y guerras.
Cual victima soldado
Que comanda la existencia
Diferencia de grandeza
Que cuestiona la impotencia.
Soy un humano que ama la vida
Que cuida su planeta
Que lee todas las noches
Y que el ciclo respeta.
Nunca me intimidaron
Ni tu aspecto arrebatado
Ni tu bigote de comisario
Solo risa me has ocasionado.
Porque de todo demonio
De toda bestia que he presenciado
Tu eres el que más asco ha dado
Escondiéndote detrás de un relato.
Entre los disparos opresores
Y los canticos ahogados
En el humo de la marcha
Viajan nuestros reclamos.
Cual diente de león
A gacela destrozada como presa
Descansa en la jungla
El acechador y su naturaleza.
Porque no hay sangre
Que valga como el oro
Ni oro que alcance
Para quitar el rojo.
Madre bendita que cuidas de mi alma
A tal humano despachado por vil engaño
Atiende en tus brazos firmes mi desdicha
Y sana mi alma de una corrupción maldita.
Ya que gacela indefensa cumple destino
A simple diente de león acechando
A cuál cantico ahogado bañado en dorado
Tristes penas de un desafortunado.
Mi sangre oro cuya causa avaricia
No existe el miedo dentro de la política
Porque ni por mil engaños o viles trampas
Dejare mi cuerpo en una subasta.
Ya que ni humano perfecto
Presente sus defectos ante el correcto
Ni discurso alterado por simples sujetos
Mi humanidad descansa junto a mi pueblo.
Argentino de oro cual sangre pintada por decoro, reputación manchada por un triste malentendido cuyo nombre posee apellido. Detrás de la máscara se oculta la maleza, árbol corrupto abandonado de ideas. Realidad cambiante ambiente de guerra, ¿acaso no te das cuenta que vas a perderla? No hay rival para el feroz argentino, a cuál sangre de oro y cantico ahogado expresara sus virtudes cual metal dorado.