Читать книгу El laberinto de la vida - Agustin Delgado - Страница 28
La fabrica
ОглавлениеDesde chico he trabajado
No recuerdo un día que no estuviera soleado
Excepto aquel día
Que no puedo olvidar.
Una mañana
Un cielo nublado
Dios lloraba
Había descubierto algo.
Esa mañana
Que el cielo no se despejaba
Las gotas descendían
Y con ellas su agonía.
Siempre con mi biblia
Nunca me despego de ella
Lleva luz por donde va
La palabra del señor no se puede cuestionar.
Mi padre
Un hombre ocupado
De sentimientos escasos
Andaba siempre rezongando.
Mi madre tan simple
Barría la casa
O lavaba la ropa
Sus tareas no cambiaban.
Siempre fui curioso
De todo he dudado
Y siempre me he preguntado
Hasta donde llegaremos.
Dios nunca se ha presenciado
Lo hemos ofendido tanto
Que en su trono aguarda impacientado
No logramos ver nuestros actos.
Siempre me he preguntado
¿Qué sucedería en aquel lugar?
Una fábrica tan grande
Donde salían seres humanos.
Mis dudas me carcomían
La piel me picaba
Y mi mente indagaba.
Debía descubrir la verdad
Detrás de esa puerta
¿Qué habría?
El día empeoraba
Las gotas caían sin cesar
El viento no paraba de soplar.
¿Porque Dios está llorando?
Me he preguntado
Aquel día
Tan extraño.
Abrí la puerta
Y me temblaban las manos
Mi cara se puso pálida
Y mi alma me abandonaba.
Quede paralizado
No podía creerlo
¿Por cuanto tiempo lo hemos hecho?
Maquinas por doquier
Trabajando sin parar
Para poder crear
Una personalidad al azar.
Cuerpos vacíos
Mentes ajustadas
Sentimientos abandonados
Y una pantalla blanca.
Tantos miedos
Como sueños
Tantas esperanzas
Como creencias.
Las maquinas se movían
Ensamblaban y armaban
Y no entendía
Lo que realmente pasaba.
Abrí mi mente
Me confesé ante Dios
Y le pedí perdón
Por nuestro terrible error.