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I.
Comunicación/ciudad (por estudios culturales)
ОглавлениеNo se trata de describir apartándonos, sino de construir un saber que nos incluya, que no podría dejar de incluirnos. La relación comunicación/cultura es un salto teórico que presupone el peligro de desplazar las fronteras. Pero, justamente, de eso se trata: de establecer nuevos límites, de definir nuevos espacios de contacto, nuevas síntesis. En vez de insistir en una especialización reductora, se propone una complejidad que enriquezca.
Héctor Schmucler (1997, pp. 150-151)
En la biblioteca de las teorías sociales y de la significación que alimentan la investigación en comunicación es posible encontrar una constelación de autores de adscripciones disciplinares (auto o hetero atribuidas) heterogéneas. La multiplicidad de autores y autoras visitados hace que Caggiano (2007) indique que, en lugar de “padres”, el campo de la comunicación (estrictamente, el de la comunicación/cultura) cuente con “tíos fundadores”. Lejos de percibir esa heterogeneidad como limitación, tiendo a comprenderla como una posibilidad contextual de movimiento que alienta la exploración teórica y metodológica. Alejandro Grimson (2011, p. 47), entre otros referentes, indica que esa potencialidad marcó su formación inicial y determinó parcialmente su apertura disciplinar y su rechazo al “monoteísmo metodológico”.
En esa misma y heteróclita biblioteca encontramos un conjunto de libros que se ocupan de la comunicación adscribiéndose explícitamente a este campo. Y en los estantes latinoamericanos de este grupo, una mirada rápida a los títulos revela que son numerosas las menciones que lo imaginan a través de metáforas espaciales y asociadas al movimiento. En ellos, la comunicación se ofrece como un mapa de rutas: caminos que unen puntos históricamente disciplinados y reconocibles de las ciencias sociales, desde y sobre Latinoamérica. Este mapa de rutas incluye tanto localizaciones particulares como trayectos y posiciones intermedias.
Ahora bien, ¿qué significa que una parte de la investigación en comunicación social pueda pensarse como un mapa de rutas, y qué consecuencias o posibilidades teórico-metodológicas ofrece? Concretamente, ¿cuáles son las rutas que permitirían recorrer la conflictividad y el poder de Salvador de Jujuy desde el análisis cultural de narrativas televisivas locales?
Vanina Papalini (2010) indica que, en términos prácticos, el conocimiento situado en el campo de la comunicación demanda resolver reflexivamente las tensiones que se producen al enfrentar los desafíos metodológicos. Deseo inscribirme en ese camino reflexivo, relatando conceptualmente cómo construí una aproximación teórico-metodológica interpretativa. Propongo la imagen del mapa de rutas, inspirada en los títulos de la biblioteca latinoamericana de la comunicación/cultura recién señalados, como figura que permite ordenar (relativamente) el relato sobre la producción de ese camino. Mapear el trayecto es una forma contextualista de explorar la biblioteca, de recorrer un estado de la cuestión articulando tales categorías, conceptos y líneas de abordaje en una reflexión situada sobre el conocimiento que se intenta producir, sin pretensiones de universalismo.
La perspectiva teórica de este libro se basa en la literatura que enfatiza el carácter de producción social del espacio (Harvey, 2005 [1997]), resalta el carácter constituyente de la cultura en ese proceso (Williams, 1997) y vincula a ambos con específicas geografías del poder (Massey, 1995). Desde allí, especifico la mirada al espacio urbano y a la industria cultural contemporánea, para analizar la conflictividad de lo social en los sentidos de ciudad ofrecidos por narrativas audiovisuales locales circulantes en San Salvador de Jujuy. Ese marco permite trabajar en la zona de confluencia disciplinar que suele nombrarse como Estudios Culturales.
Dentro de este piso fértil y amplio de los Estudios Culturales, propongo la elaboración de un conjunto teórico-metodológico que puede agruparse alrededor de la idea de configuración como principio clave de interpretación situada y contextual, y que me permitirá considerar a los procesos de significación del espacio urbano jujeño como parte constitutiva de la articulación de una serie de situaciones sociales de diverso tipo (económicas, políticas, culturales) que se acumulan y condensan en una coyuntura. Ese proceso configuracional y significativo puede interpretarse a través del análisis cultural de los “sentidos de ciudad” que se producen y reconocen en los procesos de comunicación de narrativas audiovisuales locales.
La atención al espacio próximo de la ciudad capital de una provincia del noroeste argentino posibilita trabajar en las especificidades históricas o sociales en diálogo con procesos empíricos situados. Pero tal posibilidad no implica un “encapsulamiento” en tiempo y espacio, sino que la vincula a la problematización de la desigualdad en la intersección de escalas implicadas tanto en la capacidad de movimiento como en las posiciones relativas de actores y regiones, ya que implica considerar no sólo relaciones de copresencia, sino también aquello que se excluye o está ausente.