Читать книгу Sentidos de ciudad - Alejandra García Vargas - Страница 7
Prólogo
Оглавление“El viaje no termina jamás. Solo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración… el objetivo de un viaje es solo el inicio de otro viaje” (Saramago)
Conocer es un viaje que, como otros, aparece hoy teñido de colores múltiples que tejen un discurso –como base material– que captura, aquí y ahora, un saber/poder –siempre escurridizo– sobre un proceso. Un libro, de alguna manera, es un viaje-discurso en la voz de un viajante y, en este caso, nos convoca una y otra vez a pensar los nuevos comienzos en las travesías del conocer las ciudades contemporáneas en su complejidad y particularidad.
Un libro es la memoria de un viaje: el resultado particular de una elaboración artesanal que fracciona, selecciona y clasifica con la intención de mostrar la experiencia del conocer de la cual se nutre un recorrido, a la vez que monta la escena construida en su totalidad. Recordando a Walter Benjamin, “retomar en la historia lo que es el principio del montaje” es “erigir las grandes construcciones con los más pequeños elementos, confeccionados con perfil seco y cortante, para descubrir en el análisis del pequeño momento singular el cristal del total acontecer”. Quizás ésta sea una de las claves más creativas del trabajo ya que remite a una forma de construcción del objeto desde la indicialidad/circularidad como pista epistémica. Esta “manera de hacer” se manifiesta como la forma de organizar el escrito que va aportando, desde diferentes indicios, una perspectiva de totalidad que excede al propio objeto, abriendo el campo de indagación sobre los fenómenos de sentidos de ciudad en un mapa mayor de complejidades sociales y comunicacionales de nuestra contemporaneidad.
“La(s)” ciudad(es) y “los” medios-mediaciones, aparecen como el primer encuadre de interpretación para arribar a las actuales modalidades del hacer y del decir la ciudad: como lo señala la autora, “abordar las ciudades a partir de las narrativas televisivas producidas localmente posibilita una localización estratégica que multiplica las relaciones posibles entre el espacio social de la TV y la producción social del espacio”. Guy Debord ya señalaba algunas décadas atrás que “ciudad y comunicación” se funden en el urbanismo contemporáneo provocando un montaje en el que las imágenes no representan nada sino que son el resultado de la acumulación del capital. El presente libro nos convoca a pensar dicho vínculo, constituyendo un aporte fundamental para comprender las relaciones sociales y de poder que nos estructuran socio-subjetivamente, en el espacio físico, social y mediatizado de la vida urbana actual. Y ambivalentemente, nos da también “pistas” para pensar las injerencias del espacio social mediatizado en la reorganización material y perceptiva del territorio, es decir, en las experiencias y vivencias presentes de las imágenes y sentidos de ciudad.
Por todo ello, la producción de conocimiento desde lo que la autora, recuperando a Harvey, denomina “geografías del poder” es la clave de lectura que nos sumerge en ese viaje por las memorias de una ciudad del norte argentino. Pero a la vez, nos narra la constitución de una espacialidad sedimentada en los sentidos propuestos de un espacio en tensión y conflicto constante (y constitutivo) de las relaciones –desiguales y diferenciales– de poder que se dan en el territorio nacional. El libro pinta y expone los paisajes en continuo movimiento (histórico, urbanístico, narrativo) de la conformación de los sentidos de ciudad en San Salvador de Jujuy que revela un tipo de conflictividad poco tematizada como objeto de estudio en el campo de las Ciencias Sociales y Humanas contemporáneas.
Y como todo viaje está estructurado en torno a la experiencia del viajante, la autora va aunando su trayectoria de formación y práctica profesional a la construcción y reflexión del fenómeno estudiado: realiza un trabajo artesanal en el que la conexión mano-cabeza evidencia, al decir de Sennett, “la exploración de las dimensiones de habilidad, compromiso y juicio de una manera particular”. Y en ello radican los múltiples aportes que van emergiendo de la exposición y análisis a lo largo del libro. Expresan, por un lado, el fundamento de la distribución actual de las formas de conformar la ciudad como un todo social, y por el otro, dibuja los contornos y los limites/exclusión del sentido hegemónico de ciudad, tanto en las formas de organización urbana como en las formas de organización audiovisual. Construye el montaje que permite leer la multiplicidad y complejidad de las figuras del adentro/afuera; del centro/periferia; el otro externo/interno; etc. que caracterizan el paisaje urbano del norte en nuestra actualidad. Las relaciones entre sentidos de ciudad y geografías del poder que la autora va exponiendo a lo largo de su trabajo, captan –casi plásticamente–, las cartografías de inclusión –social, audiovisual, estatal y gubernamental– que materializan y evidencian formaciones sociales de alteridad.
Este libro nos lleva por un viaje que nos permite comprender que “la diferencia y la desigualdad” son el “resultado de las relaciones de poder en el proceso de producción social del espacio urbano” y de la especificidad de los procesos de comunicación y mediatización, en su materialización reproductiva o transformadora. En definitiva, el objeto-libro aparece como ese tejido, concienzudo y soñado, que muestra la constante tensión de reconocer el trabajo y el producto como parte de un mismo proceso, es decir, un trabajo artesanal. Y esa tensión que vibra a lo largo de toda la obra, nos convoca a nuevas travesías del conocer.
Belén Espoz
Córdoba, julio de 2020