Читать книгу Migraciones y seguridad: un reto para el siglo XXI - Alejo Vargas Velásquez - Страница 15

Trata de personas, tráfico de migrantes y explotación del cuerpo migrante

Оглавление

Aquí, el cuerpo se convierte en un eje de reflexión teórica por su carácter de construcción cultural, social y política, y en el cual confluyen significaciones individuales y colectivas. Para ello, partimos del enfoque de análisis de la anatomopolítica que permite pensar las migraciones irregulares en asociación con los cuerpos de los inmigrantes, que son deseados en los países desarrollados para realizar trabajos sin protección legal. Además, este enfoque permite conocer los discursos sobre el cuerpo-máquina, el cuerpo-productividad y el cuerpo-objeto, que correlativamente abren el camino a la comprensión del cuerpo como transformación, como fuente de riqueza y como construcción de seres humanos colmados de temores, confianzas, fracasos, logros, goces y dolores (Torres y Munévar, 2004, pp. 9-10).

En este orden de ideas, los cuerpos de mujeres víctimas de la trata de personas o vinculadas voluntariamente a redes de prostitución, son ejemplos de cuerpos deseados, no solo por quienes se lucran por su ingreso ilegal a través de las fronteras nacionales, sino por quienes se benefician de su trabajo barato –y en ocasiones obligado–. Estos cuerpos migrantes entran en la disciplina laboral siendo sometidos a largas jornadas de trabajo con muy malas remuneraciones –y en ocasiones ninguna–. Se les coacciona con la amenaza de violencia o exposición ante las autoridades, en un ambiente de clandestinidad e invisibilidad ocasionado por la irregularidad de su condición migratoria (UNODC, 2012, p. 45).

En efecto, la migración irregular se relaciona especialmente con fenómenos ilegales como el tráfico y la trata de personas dentro del marco de economías ilegales que, pese a las crisis, mantienen una tendencia de crecimiento constante. Como lo demuestran los estudios realizados por Benítez (2011) e Isacson y Meyer (2012), en tanto mayores son las medidas de vigilancia en la frontera y las restricciones migratorias que se imponen en los países desarrollados, mayor es la propensión de los migrantes de acudir a traficantes que faciliten el ingreso al país de destino, y también es mayor el precio que estas redes ilegales cobran por su servicio. Una precisión conceptual obliga a mencionar en este punto que Acnur considera que los términos trata de seres humanos y tráfico de migrantes tienen acepciones diferentes.

Por un lado, el tráfico de migrantes es definido como

[…] la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material. (Acnur, 2012, p. 5)

Por otro, la trata de personas tiene como fin la explotación laboral del individuo, no siendo necesario que las víctimas crucen las fronteras para que se produzca el hecho delictivo. De este modo,

la trata consiste en utilizar, en provecho propio y de un modo abusivo, las cualidades de una persona. Para que la explotación se haga efectiva los tratantes deben recurrir a la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas. Los medios para llevar a cabo estas acciones son la amenaza o el uso de la fuerza u otras formas de coacción, el rapto, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad. Además, se considera trata de personas la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas, la servidumbre o la extracción de órganos. (Acnur, 2012, p. 4)

Así, recurrimos a la siguiente clasificación, elaborada por la Secretaría de Gobernación de México (2011), para delimitar las diferencias entre el tráfico de migrantes y la trata de personas:

TABLA 1. Diferencias entre el tráfico de migrantes y la trata de personas

TRÁFICO TRATA
• El migrante establece contacto directo y voluntario con el traficante (pollero o coyote), es decir, no hay vicio en el consentimiento. • Implica siempre el cruce de una frontera. • La relación entre el traficante y el migrante termina una vez llegado al destino. • Involucra mayoritariamente a hombres. • Durante el traslado, existen altos riesgos de salud y de perder la vida. • Es fundamentalmente un delito contra el Estado. • El contacto se da bajo engaño o abuso, coacción. En otras palabras, el consentimiento está viciado. • Puede darse dentro o fuera de un país. El cruce de fronteras no es necesario. • El dinero para el traslado no es un factor importante, sino someter a la persona mediante una deuda económica que la fuerce a ser explotada. • La relación entre el tratante y la víctima es mucho más prolongada, generalmente una vez llegada al destino inicia o continúa la explotación. • Sus víctimas, fundamentalmente, son mujeres, menores y hombres en menor grado. • Durante el traslado se minimizan los riesgos a la salud y a la vida, pero a largo plazo el impacto físico y psicológico es más prolongado. • Atenta contra la dignidad y los derechos de la persona, por lo que es un delito contra el individuo

Fuente: Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos (Secretaria de Gobernación de México), 2011.

En consonancia con lo anterior, Cortés Toro establece que la trata de personas implica:

[…] la captación, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. La trata conlleva el desplazamiento o traslado de la víctima que aparecen en el Protocolo como la captación, traslado, acogida o recepción. (Cortés Toro, 2006, p. 166)

A continuación, la autora establece tres elementos conceptuales que definen la trata de personas, los cuales se presentan de manera gradual en momentos y espacios determinados. El primer elemento tiene que ver con el traslado o desplazamiento de las personas realizado gracias a la captación con falsa información. El segundo elemento es la privación de la libertad de las personas debido al uso de la fuerza u otras formas de coacción. Finalmente, se identifica el elemento de explotación de las personas como medio para obtener beneficios económicos y sociales por parte de las redes ilegales de trata de personas. La autora describe seis formas de trata de personas, así:

TABLA 2. Clasificación de formas de trata

TIPOS O FORMAS DE TRATA SECTORES
Trata con fines de explotación sexual • Prostitución forzada • Pornografía • Pedofilia • Turismo sexual • Matrimonios serviles
Trata con fines de explotación laboral • Fábricas • Ladrilleras • Minas • Trabajo agrícola, plantaciones, pesca submarina, ultramar.
Trata con fines de explotación militar • Soldados cautivos • Niños soldados
Trata para servidumbre • Mendicidad • Prácticas religiosas y culturales
Prácticas esclavistas • Trabajo doméstico • Embarazos forzados • Vientres de alquiler
Esclavitud clásica El estatus o condición de una persona sobre la cual se ejerce todo o alguno de los poderes asociados al derecho de propiedad.

Fuente: Cortés Toro (2006, p. 169).

En suma, la articulación entre la trata de personas, el tráfico de migrantes y la explotación del cuerpo migrante requiere algunas precisiones. Mientras que la trata de personas se refiere a la instrumentalización con fines de explotación económica tanto adentro como afuera de su país, el tráfico de migrantes implica necesariamente el desplazamiento de la/s víctima/s a otro/s país/es, traspasando ilegalmente los límites de las fronteras del país de destino donde se somete (o está sometido) a distintos mecanismos de explotación económica (laboral, sexual, etc.). Asimismo, la explotación del cuerpo migrante apunta a su uso (y a su transformación) como fuente de riqueza mediante prácticas esclavistas, mecanismos de servidumbre y de sometimiento. En este orden de ideas, la prostitución de mujeres inmigrantes, por ejemplo, implica situaciones en las cuales sus cuerpos son deseados no solo por quienes se lucran por el ingreso derivado sino también por quienes obtienen placer carnal. En este contexto, no cabe duda de que el análisis de la explotación del cuerpo migrante requiere entrelazar los conceptos de cuerpo-máquina, cuerpo-productividad y cuerpo-objeto. Esto hace pensar, por ejemplo, en mujeres que, además de ser víctimas de las redes de traficantes de migrantes, sufren también la explotación de su cuerpo como prostitutas y se convierten así en víctimas de la trata de personas: se habla de trata con fines de explotación sexual.

Migraciones y seguridad: un reto para el siglo XXI

Подняться наверх