Читать книгу Migraciones y seguridad: un reto para el siglo XXI - Alejo Vargas Velásquez - Страница 25
Iniciativa Mérida
ОглавлениеLa estrategia ASPAN se consolidó con la Iniciativa Mérida, un paquete de ayuda económica de Estados Unidos para apoyar la lucha contra el crimen organizado en México y Centroamérica. Inicialmente concebido como un plan a tres años (2008-2010) consistente en unos 1300 millones de dólares, hasta 2012 la Iniciativa Mérida había proporcionado a México cerca de 1950 millones de dólares (Isacson y Meyer, 2012). Estos recursos tuvieron un enfoque esencialmente militar, orientado a fortalecer la seguridad fronteriza y las capacidades federales mexicanas para enfrentar el narcotráfico y el crimen organizado. De tal forma, se busca superar debilidades endémicas de los sistemas políticos en México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Estados Unidos, mediante programas de cooperación en defensa, inteligencia, justicia y seguridad pública.
El paquete incluye componentes para contrarrestar la inmigración irregular. Así, una parte considerable de recursos de la Iniciativa Mérida (90 millones de dólares durante sus tres primeros años) han sido entregados al Instituto Nacional de Migración de México, destinados a la financiación de programas de profesionalización para agentes de inmigración, compra de equipos poligráficos y biométricos para los puestos de control en la frontera con Guatemala, así como tecnología para rastrear la entrada y salida de individuos a México (Isacson y Meyer, 2012).
No obstante, las medidas para la protección de la frontera no han derivado en un esquema integral de seguridad fronteriza entre Estados Unidos y México, sino que, como ya se ha mencionado, las acciones desarrolladas han sido establecidas unilateralmente desde el norte, por cuanto “México no fue ni consultado ni tomado en cuenta al momento de definir políticas y programas” (Herrera-Lasso y Artola, 2011, p. 18). Como durante buena parte del siglo XX, los mecanismos de cooperación en materia de seguridad entre los dos países siguieron caracterizándose
por la ausencia de un marco institucional y por un persistente y complejo patrón de cooperación intermitente, repliegues y desacuerdos constantes en cuanto a la importancia y contenido de las amenazas a la seguridad regional y bilateral. (Gabriel, Jiménez y Macdonald, 2006, p. 560)