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A guisa de presentación
ОглавлениеJosé Maurício Domingues*
¿La teoría social no está de moda? ¿Estuvo alguna vez? Un poco más en el pasado, a lo mejor. Hoy seguramente menos. El imperialismo del economicismo, la necesidad de demostrar resultados de investigación supuestamente útiles, algunas veces una sobrepolitización que demanda igualmente que los conceptos nos sirvan de manera urgente a la acción, la instrumentalidad con que se mira el conocimiento: todo eso conspira para rebajar la producción de las ciencias sociales y en particular para que se trate la teoría social como algo de hecho inútil. Lo inmediato le gana al pensamiento y acota la capacidad de ir más allá de los fenómenos de modo de asir sus amplias y complejas conexiones. Se trata de un fenómeno mundial, sin dudas. Ocurre no solamente en el pensamiento o en los medios de derecha, sino que se verifica también en los de izquierda (uno necesita solamente comparar lo que encuentra en las páginas de un journal como la New Left Review de hoy y lo que publicaba en las décadas de 1960 y 1970 para tomar conciencia de eso).
En América Latina este fenómeno cobra una dimensión todavía más amplia, una vez que la producción de teoría y la construcción autónoma de una discusión en cada uno de sus países y que atraviese el subcontinente rara vez se realizó. Las razones para eso son complejas, pero el hecho es que al fin nos llevan a una posición de importadores de conceptos muchas veces de manera superficial. Por encima de eso se plantea una geopolítica del conocimiento y una segmentación de circuitos de circulación que pueden ser desalentadoras. Uno puede resignarse a esa condena de periferización o decidirse a enfrentarla, pero sin reivindicaciones de exclusividad o particularismos, como si América Latina debiera tener conceptos propios para realidades que serían muy distintas del resto del mundo. Esto, por supuesto, va más allá del inevitable sesgo posicional y las aperturas a las particularidades que efectivamente se encuentran en esta región. Con estas particularidades es necesario incluso –debe agregarse– ser capaz de generalizarlas teóricamente, sin timidez.
Si fuera por ello nada más, la simple asunción, sin dramas o excusas, de la segunda posición por Alfredo Falero ya sería bastante para recomendar el presente libro. El autor se mueve como un ciudadano de las ciencias sociales globales, sin dejar de ser por ningún segundo un intelectual latinoamericano ubicado en su realidad y con disposición y capacidad de pensar desde aquí los temas que se presentan a su curiosidad e imaginación sociológicas. Lo hace enraizado en lo que se caracteriza como una posición crítica, totalmente abierta por otra parte, sin compromisos cerrados con teorías o doctrinas previas. Es su capacidad de reflexión sociológica y construcción teórica creativa la que lo orienta. He ahí las razones de su éxito en este libro.
América Latina, como el mundo en general, fue pensada por largo tiempo como destinada a volverse –desde su retraso social e intelectual– una copia, con pequeñas variaciones no obstante, del Occidente, de Europa o Estados Unidos. Una gran realización de las teorías latinoamericanas de las décadas de 1960 y 1970 fue exactamente cambiar este abordaje en favor de comprender lo universal en el particular y el particular en el universal de nuestra modernidad, echando a un costado la unilinealidad de las teorías de la modernización o incluso de mucho del marxismo. Mostrando que esto no se trató de un problema singular, lo que vimos desde las posdictaduras desde la década de 1980 fue una reiteración, más sofisticada tal vez, pero no por eso menos clara y problemática, del mismo problema de mimetismo conceptual (o, si se quiere ponerlo con menos cortesía, de imitación floja). Como anota Falero al comentar la discusión de Rodolfo Stavenhagen sobre las “Siete tesis equivocadas sobre América Latina”, el problema retorna, una y otra vez.
De esto modo, entender el presente requiere que repensemos no solamente conceptos, sino también nuestra manera de mirar, en cómo movilizamos la sociología. Es la tarea que asume Falero, reivindicando la teoría como imprescindible, tanto como –para utilizar una metáfora suya– una guía para el viaje (no un guía de viaje, previamente dado) como –lo sugiere también– una manera de desmontar hábitos cognitivos que bloquean antes que ayudan a desvelar la realidad. ¿Y cuál es esta realidad?
En un recorrido por varios temas, en que trae a la discusión conceptos de varias procedencias a los cuales reestructura según sus propios fines, Falero quiere con centralidad pensar críticamente una cierta tendencia a la transformación de las sociedades contemporáneas desde el punto de vista y en el molde de la empresa capitalista. Seguro hay otras tendencias en curso, como los giros a la izquierda en los 2000 evidenciaron, pero aquella parece ser dominante dentro del desarrollo de la modernidad global, así como en su particularidad latinoamericana, al lado de revolución informática. Hay muchos otros temas en las discusiones que nos propone; sin embargo, este termina por ser clave, en el marco más general de la interrogación sobre lo que es y el rol que juega la teoría social en la investigación y el análisis sociológico.
Es muy sugerente el libro que el lector tiene en manos, lo que, espero, esta corta presentación haya demostrado, aunque no sea más que una invitación o incitación para que se siga con la lectura. Seguramente vale la pena.
* Doctor en Sociología. Profesor e investigador del Instituto de Estudios Sociales y Políticos de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (IESP-UERJ). Cocoordinador del Grupo de Trabajo de Clacso Teoría Social y Realidad Latinoamericana.