Читать книгу Ver más allá de la coyuntura - Alfredo Falero - Страница 7
CAPÍTULO 1
Contextos de producción y desafíos de la teoría social 1. Panorama general
ОглавлениеSi hubiera que trazar rápidamente un diagnóstico general, podría decirse que la teoría social está debilitada en su potencialidad para la investigación social y que esto se ha vuelto problemático para visualizar futuros sociales alternativos. Las causas son varias y los contextos de producción de conocimiento, diversos; algunos más, otros menos amigables para potenciarla. Pero en general puede decirse que existe una creciente instrumentalización de la investigación social que la deja anclada y autorreferida al uso de técnicas, preferentemente de tipo cuantitativo, y que esto coloca a la teoría en un lugar subsidiario de esquemas y formatos que se reproducen.
También se puede señalar que la revitalización de la teoría se nutre de discusiones y debates previos y que esta operación requiere mucho trabajo de lectura y articulación de conceptos y autores, estar pendiente de lo que aparece en ese terreno en otros países y en otros idiomas, lo cual relega tales prácticas frente a otras urgencias de lo que es valorado, legitimado y premiado académicamente, que son otras cosas.
Esto supone entonces que se conforman y cristalicen otras prioridades. Si bien hay contextos académicos diferentes que pueden suponer diferentes focos de atención y menor o mayor comodidad para preocuparse de la teoría social, en general pesan otras exigencias. Entre ellas están la de la producción más rápidamente comercializable, datos solicitados por el Estado o el ámbito privado sobre algo, insumos estadísticos simplificados para la comunicación de validez efímera, hallazgos de aplicación “práctica” prescindiendo en general del uso de la teoría o relegándola a un papel de adorno, productos de dinámicas de consultoría que por definición limitan las aperturas conceptuales a lo estrictamente necesario y rápido, y así se podría seguir.
Como se ve, el tema puede derivar a una sociología de la producción de conocimiento. Pero tampoco se trata de erigirse en juez externo. Simplemente lo que se desea enfatizar es que, después de adquirir ese training, se puede observar muchas veces un uso superficial de la teoría que comienza en el nivel de licenciatura. Esto se puede expresar en el uso reiterado de un concepto o conjunto de ellos, una frase o una idea que se rutiniza sin ulteriores desarrollos y discusiones, y por tanto con escasa capacidad de captar todas sus implicancias. Por ejemplo, esto ocurrió con el concepto “gobernanza”. También lleva a que las actualizaciones teóricas resulten lentas y acríticas.1
Esto puede no tener sentido en otros ámbitos del conocimiento, pero para las ciencias sociales y en particular para la sociología es letal para su contribución y proyección. Por ejemplo, las preguntas de investigación pueden quedar sometidas al sentido común y no al apoyo que brinda la captación de autores y conceptos. O, ya en el final de una investigación, marginar la teoría supone pérdida de capacidad explicativa y por tanto dificultad de apertura de nuevas interrogantes. Pero debe convenirse que, para muchos integrantes de disciplinas alejadas de lo social, plantear y discutir este tema equivale a entrar en el terreno de la especulación abstracta de utilidad nula.
Sin embargo, el problema es complejo y necesario de abordar, pues tiene efectos directos en la producción de conocimiento sobre lo social. Comienza con las exigencias requeridas a los propios estudiantes de nivel de licenciatura, pero la debilidad del desarrollo y uso de la teoría se relaciona con otras problemáticas. Por ejemplo, puede establecerse una relación del problema con el debilitamiento –más general como sociedad– de la capacidad de pensar y de pensar críticamente la realidad.
A ese nivel general de lo social, de hecho, puede confundirse la capacidad colectiva de pensarse críticamente –esto es, colocando fundamentación y argumentos adecuados– con señalar o repetir cualquier banalidad u opinión sin fundamento en las redes sociales. O recurrir a la estigmatización sin mayor conciencia de lo que está en juego. Esto, por supuesto, no solo tiene que ver con el uso del instrumento tecnológico, sino con los contenidos que habilita.
De modo que la debilidad académica de la elaboración y el uso de la teoría para la investigación puede presentarse como equivalente y paralela a la debilidad social más general de argumentar y razonar sobre lo social. Pero si bien lo segundo puede ser acompañado, lo referente a elaboración y aplicación de teoría requiere introducirse en una discusión disciplinaria de fondo y establecer algunos desafíos que los investigadores de lo social tienen por delante. Lo que sigue no busca ser una lista exhaustiva, sino que procura ayudar a pensar algunos problemas.