Читать книгу Aceites esenciales en sinergia - Ana Requejo - Страница 10
Nuestros contemporáneos
ОглавлениеComenzamos este rápido vistazo al mundo más actual, a las bases más científicas y holísticas de los aceites esenciales con Marguerite Maury, la Sanadora holística. Licenciada en Enfermería y en Asistencia Quirúrgica, exploró junto a su marido, el Dr. naturópata y homeópata E. A. Maury, otras técnicas chinas, indias y tibetanas como la acupuntura, la osteopatía, la meditación, el zen y el yoga, y la radiestesia. Unificó todas estas y sus teorías de sanación, junto con lo que ya sabían sobre la vibración inherente en los glóbulos homeopáticos, llegando a la conclusión de que los aceites esenciales producen también vibraciones en las células humanas. Con este concepto presente, desarrolló su propia técnica de masaje y su «prescripción individual» para la aplicación holística de la aromaterapia, enfocando cada sinergia a reequilibrar los planos físico, emocional, mental y espiritual. Su trabajo dio lugar al establecimiento de más de ochenta universidades de aromaterapia en el Reino Unido. Una de sus alumnas, Patricia Davis, estableció la London School of Aromatherapy y escribió un libro, bestseller en el mundo de la aromaterapia: Aromaterapia de la A a la Z.
El siglo XX ha visto renacer el uso de los aceites esenciales en el mundo de salud y belleza a través de los llamados padres de la aromaterapia moderna, empezando por el químico francés René-Maurice Gatteffosé, que sufrió un incendio fortuito con el que se quemó las manos, las cuales sumergió por instinto en un recipiente con lavanda, aliviando de inmediato sus quemaduras y acelerando milagrosamente el proceso curativo; aquí nació la aromaterapia. Llegó a la conclusión de que la lavanda contenía poderosas propiedades antisépticas y curativas, y demostró que la piel puede absorber sustancias grasas siempre y cuando su estructura molecular sea lo suficientemente pequeña. Demostró también que los aceites esenciales tardan entre 20 min y 12 h en ser completamente absorbidos por el cuerpo después de su aplicación tópica.
La aplicación externa de pequeñas cantidades de esencias detiene rápidamente la propagación de las llagas. En mi experiencia personal, después de una explosión de laboratorio que apagué rodando sobre césped; me cubrí la quemadura de sustancias. Mis manos estaban cubiertas de una gangrena gaseosa en rápido desarrollo. Sólo un enjuague con esencia de lavanda detuvo «la gasificación del tejido». Este tratamiento fue seguido por sudoración profusa, y la curación comenzó el día siguiente (julio de 1910).
En 1928 publicó su libro, L´Aromatherapie, que causó gran revuelo, ya que sostenía que al inhalar ciertos aromas es posible aliviar estados de ansiedad y depresión. Un nuevo atisbo del uso de los aceites esenciales para tratar la psique y las emociones.
Por otro lado, Jean Valnet (1920-1995), doctor en Medicina y amante del tratamiento terapéutico con plantas, se inspiró en la obra de Gatteffosé y durante la II Guerra Mundial se sirvió de los aceites esenciales para tratar las heridas en el campo de batalla, siendo el árbol del té (Melaleuca alternifolia) el mas socorrido y el que mejores resultados dio como desinfectante y antiséptico.
Pierre Franchomme, investigador francés y pionero, en 1975, en descubrir nuevos aceites esenciales como la manuka (Leptospermum scoparium), entre otros, y quien asoció la noción de quimiotipo al de los aceites esenciales.
Los doctores Pénoël y Fhanel también han dedicado más de veinte años a la investigación médicocientífica de los aceites esenciales en los procesos bioenergéticos del ser humano, con lo cual cada día se pisa terreno más firme en este campo.
Actualmente, contamos con obras imprescindibles, como la del estudioso, conferenciante y profesor reconocido mundialmente Robert Tisserand, que, junto al químico Rodney Young, ha escrito una de las obras de mayor calado mundial en cuanto a la seguridad de los aceites esenciales, Essential Oil Safety y El arte de la Aromaterapia. Ambos libros han sido y son parte importante en la elaboración del libro que tienes en tus manos; un imprescindible de consulta.
Gabriel Mojay es naturópata desde 1978, formado en Terapia Shiatsu y Medicina Oriental. En 1988 completó cuatro años de entrenamiento en Medicina Tradicional China y Acupuntura, y se convirtió en miembro de la Acupuntura Británica. Su obra, Aromatherapy for Healing the Spirit, nos acerca el mundo de los cuatro elementos al de los aceites esenciales de un modo sencillo y perfectamente asimilable.
Robbie Zeck, naturópata, kinesióloga, asesora y profesora, fue fundadora del Jim Llewllyn Aromatour, empresa especializada en la organización de viajes a lugares donde disfrutar de las plantas aromáticas, los aceites esenciales. Su libro Aromaterapia para la curación nos acerca de un modo muy dulce y poético a la búsqueda del equilibrio a través de los aceites esenciales, sirviéndose para ello de los meridianos para encontrar el punto entre «el corazón floreciente y los aceites esenciales».
Enrique Sanz Bascuñana, un referente de nuestro país y fuera de él, es aromatólogo y maestro perfumista, conferenciante y estudioso de los aromas; mi maestro iniciático. Presenta varias obras en su biblioteca, obras que, de modo sencillo y muy accesible, nos muestran las bases de la aromaterapia, sus usos más adecuados y sus peligros también. En el apartado bibliográfico las encontraréis.
Los diferentes puntos de vista en el uso de los aceites esenciales a lo largo de la historia nos demuestran que hay mucho aún por descubrir, mucho más por aclarar y que a veces lo que damos por no válido, artificial, como la industria actual del perfume, es un motivo más para asentar las bases de estudios más profundos sobre los verdaderos aceites esenciales. Muchos de los actuales maestros, docentes, profesores, aficionados y estudiosos de esta materia, estamos exigiendo cada vez más una mayor fiabilidad y seriedad en nuestras propias afirmaciones, y la necesidad de asegurar y trabajar sin riesgos nos llevan a investigar, aprender y desaprender continuamente en la búsqueda de la realidad más auténtica, y a ser más comedidos y menos entusiastas en una de las vías menos estudiadas aún: la oral.