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Difusores: uso consciente
ОглавлениеPor otro lado, si lo que deseamos es una intensidad mayor en la sinergia y un uso puro de los aceites esenciales, hemos de recurrir a las olfacciones de aromaterapia, ya sean hechas directamente del frasco, no muy recomendable por la fatiga olfativa que supone y el peligro de rozar nuestra mucosa, o a través de un difusor, preferiblemente eléctrico. Existen varios tipos:
• la difusión por ultrasonidos (difusión ambiental), recomendable para superficies de entre 30 y 60 m2 y con una duración media de 45 a 60 min, con posibilidad de repetir la difusión más de tres veces al día. Consiste en la difusión de una bruma aromática que, por medio de ultrasonidos, mezcla el agua con los aceites esenciales.
• La difusión por nebulización (difusión terapéutica), muy apropiada para espacios de hasta 120 m2 durante una duración menor a 15-20 min, ya que la difusión de las moléculas aromáticas es totalmente pura (sin mezclar con agua) y satura rápidamente el aire. Es, por tanto, una difusión mucho más terapéutica (muy útil para disfunciones respiratorias) y se usa para ello difusores de cristal. No es apta para menores de cuatro años y para personas demasiado sensibles a los olores.
• La difusión por ventilación (difusión ambiental), cuyos difusores propulsan las moléculas en el ambiente a través de un ventilador en frío. Los aceites esenciales se depositan en un soporte absorbente de celulosa; según modelos, cubren espacios de hasta 60 m2. Su difusión es muy suave y se sugiere difundir una media hora hasta tres veces por día. Apta para niños pequeños.
• La difusión por calor suave (difusión ambiental), en la que los aceites esenciales pierden sus propiedades si alcanzan una temperatura superior a 45 °C. El diseño de este tipo de difusores ha tenido en cuenta esta característica. Difusión ideal para las personas muy sensibles a los olores o para difundir en el dormitorio de niños.
Utilizar un difusor, sea de la clase que sea, ha de ser un acto consciente y medido y no un abuso continuado de nuestro olfato y una saturación, por tanto, de nuestras vías respiratorias y de nuestros pulmones. Seamos bien conscientes de que estamos inspirando potentes moléculas con potentes propiedades y, como todo lo natural, que no inocuo, la precaución es necesaria. Mi recomendación para permitir a nuestro organismo adaptarse, recoger todos los beneficios y disfrutar sin peligro, es la de conectar nuestros difusores cuando es necesario y no sobrepasar los 45 min continuados —preferible una difusión intermitente de tres veces diarias en caso de enfermedad—, ventilar bien la zona después de cada uso y permitir a nuestras mascotas salir de la habitación.
Dosis recomendadas en la interfaz respiratoria
• Difusores: dependerá del área (m2) y del tipo de difusores (agua o en seco).
– Entre 4-6 gotas para seco;
– entre 6-10 en agua.
• Sprays: mezclar los aceites esenciales en alcohol, primero; luego, añadir un solubilizante (solubol) o alcohol desnaturalizado de perfumería y, finalmente, el agua o hidrolatos.
– 4-6 gotas por cada 15 ml.
• Inhalaciones: de 2 a 4 gotas en un papel secante; hasta 15 en un stick personal.
• Pañuelos: un par de gotas.