Читать книгу Irresistible - Andy Stanley - Страница 37

EL CAMINO

Оглавление

Estando de pie bajo el sofocante sol de Galilea, Jesús no predijo un lugar. Él predijo un grupo de personas, una nueva asamblea que representaría un nuevo movimiento. Lucas habría de documentarlo tiempo después. La promesa de Jesús eventualmente se materializó. Semanas después de la resurrección, sus seguidores tomaron las calles de Jerusalén y el movimiento empezó a moverse. Llenos del Espíritu móvil de Dios, comenzaron a movilizarse. No necesitaron ningún tipo de instalaciones sagradas. No había edificio alguno que pudiera contenerlos. El movimiento de Jesús había despegado.

No pasó mucho tiempo para que el movimiento tuviera un nombre, pero no fue la iglesia. Después de la resurrección, los seguidores de Jesús no se llamaban cristianos. Eso pasaría tiempo después. Al inicio, el movimiento de Jesús tenía un nombre dinámico. Un hombre que indicaba dirección, intención y pasión. Al inicio, el movimiento de Jesús fue llamado El Camino.

Antes de su conversión, el apóstol Pablo se refería a los seguidores de Jesús como los que pertenecían al Camino. Después de su conversión, él admitió delante del gobernador Félix que él también era un seguidor del Camino.10 La palabra en griego que se tradujo como camino, también puede traducirse como vía, sendero o calle. Los seguidores de Jesús se veían a sí mismos como los encargados de guiar el camino hacia un futuro para toda la humanidad. A diferencia del judaísmo antiguo o de distintas religiones paganas, el camino no era algo regional, tampoco era nacional. No estaba atado geográficamente a un lugar sagrado. Éste era un movimiento que ofrecía una forma de avanzar para todas las personas sin importar a qué grupo, tribu o lengua pertenecieran. Este apelativo enfatizaba una vez más la novedad inherente al movimiento de Jesús. No era la continuación de algo viejo, sino el comienzo de algo nuevo. Jesús había llegado para establecer algo, diseñado para cumplir y reemplazar todo lo que había sido establecido antes.

Como dije anteriormente, el término iglesia jamás debió haber sido incorporado en las Escrituras o en la cultura cristiana. Es más que una mala traducción. Representa una mala dirección. Si nunca habías escuchado algo similar antes, puede que te estés preguntando, “¿por qué nadie me había dicho esto? Si la palabra en griego significaba reunión, ¿por qué nuestras Biblias en español no dicen ‘reunión’? ¿Por qué nuestras Biblias usan un derivado de la palabra en latín, ecclesía, en lugar de una traducción directa?”

La respuesta corta es que alguien lo intentó en una ocasión y el resultado no fue bueno.

Irresistible

Подняться наверх