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LES PRESENTO A WILLIAM
ОглавлениеEn 1522, William Tyndale comenzó a traducir el Nuevo Testamento del griego al inglés. Tyndale tuvo la audacia de traducir el término ekklesía, en lugar de superponer el ampliamente aceptado término alemán kirche. En lugar de iglesia, el usó el término congregación. Si eso no era lo suficientemente ofensivo, encima de eso, el texto en griego lo llevó a utilizar la palabra anciano, en lugar de sacerdote y arrepentirse, en lugar de hacer penitencia.11
Tyndale fue catalogado como un rebelde y después de eludir exitosamente a las autoridades durante diez años, fue traicionado por un amigo y arrestado. Un tribunal de la Santa Inquisición lo condenó como hereje y lo entregó a las autoridades civiles, quienes lo ataron a una estaca, lo estrangular con una cuerda, quemaron su cuerpo y dispersaron sus restos.
Todo esto para decirte: “Que ni se te ocurra cambiar el letrero de tu iglesia”.
Pero hablando en serio, piénsalo por un momento.
Los funcionarios de la “iglesia” ejecutaron a un hombre por traducir y distribuir las palabras de Jesús en un lenguaje que tanto adultos como niños podían leer y entender.
¿Cómo puede ser eso posible?
Es posible porque para ese tiempo en la historia de la iglesia, gran parte de lo que Jesús había venido a reemplazar ya había sido adoptado de nuevo. Como descubriremos a lo largo de nuestro tiempo juntos, cada vez que la iglesia decide mezclar lo antiguo con lo nuevo, pasan cosas malas y las personas terminan lastimadas.
Para el tiempo en el que William Tyndale entró en escena, los funcionarios de la iglesia ya habían abandonado el nuevo modelo de liderazgo de Jesús. Lo habían reemplazado con un modelo jerárquico imperial. Los funcionarios sabían que si la gente común (o los plebeyos) tenían acceso a las Escrituras, descubrirían que la iglesia de su generación no se parecía en nada a la iglesia descrita en el Nuevo Testamento. Ellos se encontrarían con un Salvador que no se parecía en nada a la deidad intimidante y violenta representada en los sermones de ese tiempo. Ellos habrían buscado en vano términos tales como purgatorio, indulgencia y excomunión. Darle a la gente acceso al texto, le habría quitado a la iglesia su principal método de control, el miedo. Algo que Jesús se negó a hacer. Algo que Jesús repetidamente les instruyó a sus seguidores a no hacer.
Gracias al valor de hombres como Tyndale, Huss, Lutero y otros, la ekklesía de Jesús fue parcialmente liberada de la tiranía impuesta por la manipulación jerárquica de la iglesia. La Reforma protestante trajo nueva vida a la ekklesía de Jesús. El evangelio dejó de estar encadenado al altar y se hizo accesible para las masas y no sólo para las misas.
Es una pena que la osada, aunque precisa traducción de Tyndale del término ekklesía, no hubiera prevalecido. Para los tiempos de la Reforma, el término iglesia se había arraigado tanto en la cultura y en las conversaciones, que no hubo vuelta atrás. De manera que, aunque la traducción de Tyndale logró abrirse paso hacia el mundo moderno y posmoderno, el término ekklesía sigue siendo una víctima de la traducción tradicional.
El término, mas no el movimiento.
Desde el primer siglo y hasta el siglo veintiuno, siempre ha existido un remanente, un grupo que se ha rehusado a definir a la iglesia en función de una ubicación o una jerarquía. Siempre ha habido, y siempre habrá, hombres y mujeres que ven a la iglesia como un movimiento con una misión y mandato divinamente inspirados.
Bueno, vamos de vuelta con Jesús.