Читать книгу Guía para la iniciación al Derecho urbanístico - Antonio Cano Murcia - Страница 4

Оглавление

Prólogo.

Si usted lector tiene conocimientos de urbanismo, le invito a que no siga leyendo este libro. Seguramente todo lo que se dice y cuenta le es de sobra conocido; si por el contrario el urbanismo le suena a chino, si es la primera vez que se va a enfrentar a la Administración, o mejor dicho al Ayuntamiento en algo tan difuso y confuso como es el urbanismo, le invito a que siga leyendo. No va a encontrar en este libro todas las respuestas a todas las preguntas que se hace o pueda hacer, pero a buen seguro que cuando lo termine de leer entenderá mejor lo difícil que es construir un inmueble, y sobre todo y aunque parezca lo contrario, que la Administración, y ahora nos referimos a la del Estado y de las Comunidades Autónomas, suele hacer lo posible para que no se construya con la rapidez y eficacia deseada. Después de algunos años de reflexiones y observaciones, llegaremos a la conclusión de que no se fían de los ayuntamientos. Mejor tenerlos controlados. La reflexión puede que sea drástica, pero necesaria.

I. ¿A QUIÉN VA DESTINADO ESTE LIBRO?

El título del libro nos dice quiénes son sus destinatarios. No en un sentido peyorativo, sino todo lo contrario. Todos los profesionales neófitos en el urbanismo, funcionarios que abordan el urbanismo por primera vez y también losestudiantes universitarios a los que esta materia les llama la atención y quieren tener unas nociones básicas y elementales, encontrarán las respuestas a las primeras preguntas que se hacen sobre una materia árida, de difícil manejo y comprensión. También cargos públicos, concejales de urbanismo, tendrán con este libro un libro de consulta rápida y amplia para comprender y entender qué es el urbanismo.

No nos vamos a centrar en profundidad con la ciudad construida, aunque también será objeto de atención, sino esencialmente con la ciudad inexistente, esa ciudad que se va ampliando y transformando, esa ciudad que como tierra originariamente que lo es va pasando por innumerables fase, trámites, procedimientos en definitiva que van preparando la tierra de labor para ser cultivada, sembrada y finalmente recolectada.

A lo largo del libro nos vamos a encontrar con dos protagonistas principiantes, de un lado el nuevo funcionario que comienza a trabajar en el área de urbanismo de un ayuntamiento cualquiera, con los conocimientos justos como para comenzar a informar, atender consultas de los ciudadanos,... y de otro el ciudadano de a pie que pregunta por su licencia de obras y si se puede construir en unos terrenos, o por qué se le permite a su vecino construir y a él no.

Como principiante te encontrarás, sobre todo si trabajas en un pequeño municipio, muy solo y casi aislado, con la única ayuda del teléfono para contactar con conocidos de otros ayuntamientos para que te echen una mano y con el recurso a consultar las bases de datos, si tienes la suerte de que el Ayuntamiento esté suscrito a alguna de ellas. Mientras tanto tendrás que echar paciencia, y sobre todo procurar no meter mucho la pata, que luego ya se sabe, ante cualquier información errónea la amenaza de la responsabilidad patrimonial pende de un hilo.

Resulta que el principiante se incorpora a la Administración con el único bagaje de haber aprobado unas oposiciones, que no es poco, con muchos conocimientos teóricos y escasos o nulos conocimientos prácticos. La situación se agrava si el principiante es el nuevo concejal de urbanismo, recién llegado a la política municipal, y sobre el que va a recaer una responsabilidad que durante los primeros años de su mandato le va a ser difícil de digerir.

Aquí es donde empieza el problema. Al funcionario se le suponen conocimientos desde el primer día de asumir sus funciones y tareas, lógico por otro lado porque para eso se le paga, pero la realidad es otra.

Este libro bien podría ser un manual de urbanismo, de los que en otro tiempo se escribían, pero ello implicaría entrar en profundidades que nos apartarían de su objetivo. Ahora la bibliografía va por otros derroteros.

El problema radica en que con 17 leyes urbanísticas de otras tantas Comunidades Autónomas, habría que hacer 17 manuales de urbanismo, tarea ingente, y casi estéril, teniendo en cuenta que nos encontraríamos con numerosas repeticiones de artículos casi calcados de una comunidad a otra, con ligeras matizaciones para aparentar que la norma tal no tiene nada que ver con la norma cual.

Urbanismo para principiantes es un libro que nace con una única pretensión: que el lector cuando termine de leerlo, y como si de una novela se tratara, al final se entere, aunque sea someramente “de qué va el tema”, que el funcionario principiante y novato en urbanismo pueda afrontar los primeros retos de su trabajo con más seguridad y confianza de la que tenía antes de entrar en la Administración Local, porque no se trata únicamente de conocer lo que dice un artículo determinado, o de saber el entramado legal que hay detrás de cualquier actuación urbanística, sino de adquirir una mínima cultura urbanística que permita al menos saber manejar con cierta soltura los expedientes que caen en sus manos y contestar a preguntas elementales que cada día le hacen otros ciudadanos también principiantes y novatos, a los que no se les puede exigir el conocimiento de las leyes, a pesar del tan sabido y repetido artículo 6 del Código civil “La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”. Eso sería antes, allá por el año 1889, pero actualmente a nadie le escapa de que es imposible conocer todas las leyes (incluidos reales decretos, decretos y órdenes) y por lo tanto aplicarlas y cumplirlas. No vamos a entrar en más detalles sobre este asunto.

No es cuestión de memorizar las leyes, los datos y conceptos que contienen, sino que tras una lectura reposada del libro, se termine con la sensación de que el urbanismo aunque es una materia multidisciplinar, compleja, árida por momentos, también es dinámico, con mucha vida, y que es uno de los motores que hace que la ciudad se transforme. Si se construye es porque se vende y si se vende es porque la economía va bien. El tren circula a buen ritmo.

Como en toda novela, Urbanismo para principiantes tiene momentos de tensión, también de aburrimiento, cuando hablamos de temas que rozan la abstracción y momento de interés.

El libro pretende sumergirnos en los problemas que día a día nos afectan como ciudadanos de a pie. Todos vivimos en ciudades, pueblos, aldeas...y todos en viviendas, de propiedad o alquiladas.

¿Qué hay detrás de una vivienda hasta que se construye y se habita? Lo descubriremos sin darnos cuenta.

Las leyes urbanísticas en lo que se refieren a los plazos en los que se han de ejecutar sus principios/propuestas no tienen en cuenta que los mismos son de imposible cumplimiento, y no lo tienen en cuenta porque de hacerlo pondrían de manifiesto su propio fracaso.

Si analizamos los tiempos en los que la norma más complejas del planeamiento se desarrolla, el PGOU, no tiene por qué demorarse hasta su aprobación más de dos o tres años, pero la realidad no es esta. Los dos o tres años teóricos, se convierten en 8, 10, 12... años. Es decir, se tarda más en hacer el plan de un municipio que en reformar la Constitución, por citar un ejemplo extremo. Esto no tiene sentido. Algo falla. Pero es una realidad.

Esta reflexión tiene necesariamente que desmoralizar al más optimista. Después de más de un lustro de trámites interminables todo ha cambiado, o al menos ha cambiado lo suficiente como para hacer inútil en parte el proyectado planeamiento.

Se ha llegado tarde. El interés ha desaparecido porque las circunstancias socioeconómicas son distintas de las que había cuando empezó años atrás a planificarse la revisión del planeamiento.

Para entender algo de urbanismo hay que conocerlo. Qué significa, qué pretende... no decimos que tenga que conocerse la Ley, el Decreto o la Orden. No hay que saber lo que dice un artículo concreto. Hay que tener una visión amplia, panorámica que nos permita al menos hablar con algo de propiedad. Después habrá que descender al detalle de la norma. Pero eso será cuando el principiante ya haya asentado sus conocimientos.

El principiante se va a ir enfrentando desde el primer día de trabajo a toda una batería de preguntas. Empezando por la más elemental de todas ellas, y que conviene recordar ¿Qué es un expediente urbanístico?

Salir airoso de las mismas dependerá en gran medida de los conocimientos teóricos que tenga, pero sobre todo de la habilidad que adquiera para relacionar esos conocimientos con la pregunta que se le haga. Aquí radica la dificultad del urbanismo, como también ocurre en otras disciplinas jurídicas.

El urbanismo es equiparable a la siembra. Hay que preparar el terreno (planificar), elegir la semilla (gestión), esperar a que el fruto crezca (urbanizar) y después de un largo periodo de tiempo recolectar (construir y vender).

Todo el camino está salpicado de obstáculos. Trabas administrativas, alegaciones, incidencias, recursos, normas sectoriales, toma de decisiones tardías, cambios de los equipos de gobierno que paralizan todo el trabajo hecho, crisis económica.

Igual ocurre con la siembra: sequías, lluvias, incendios, plagas... Por este motivo, cuando piense en construir sobre un terreno que no tiene la condición de solar tenga en cuenta todo lo que se ha dicho en este libro, quizás logre armarse de valor y optimismo. Total, qué son quince años para construir la casa de sus sueños.

Y por la misma razón, cuando ya no sea un funcionario principiante, ni un concejal novato, no olvide todo lo aprendido, asegúrese de que la respuesta que va a dar al ciudadano sea lo más clara posible. No le infunda vanas esperanzas y dígale la verdad, toda la verdad.

Guía para la iniciación al Derecho urbanístico

Подняться наверх