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PERVIVENCIA Y TRANSMISIÓN TEXTUAL
ОглавлениеUn aspecto interesante de la recepción de Apuleyo es que durante mucho tiempo lo que interesó más de su obra fue su producción filosófica, incluidas las obras de dudosa o discutida autoría. En la introducción de cada obra daremos los datos precisos sobre la influencia de Apuleyo en el medievo y el Renacimiento, por lo que aquí nos limitaremos a exponer algunas ideas generales que nos ayudarán a entender mejor su propia transmisión textual.
Así, desde los inicios del medievo hasta el renacimiento carolingio, la única obra de Apuleyo que parece haber ejercido una notable influencia es De interpretatione, tal como demuestran Casiodoro e Isidoro de Sevilla. Esta influencia siguió presente hasta al menos el siglo XI 34 .
En el siglo IX es cuando la opinión tradicional sitúa la constitución del arquetipo de los manuscritos de las obras filosóficas de Apuleyo, dentro de las cuales se incluyó también el Asclepius 35 .
A partir del siglo XI se asiste a un renovado interés por la obra de Apuleyo, en particular por los tratados filosóficos, comenzando por el ámbito salernitano-casinense pero extendiéndose luego a todos los ambientes culturales de Europa occidental. En concreto, a este siglo pertenecería, según una parte de la crítica, el manuscrito más antiguo de los opúsculos filosóficos, el Bruxellensis 10054-10056, aunque, como veremos después, es muy probable que éste sea de dos siglos antes, del IX .
En la época medieval ocurrió también que Apuleyo sirvió como intermediario para dar a conocer lo esencial de la filosofía platónica, dada la imposibilidad de acceder a los originales griegos. Es lo que ocurrió con Juan de Salisbury y con Vicente de Beauvais 36 .
En los siglos XII y XIII , la fama de Apuleyo siguió basándose sobre todo en las obras filosóficas, mientras que su fama como novelista empezó a ganar enteros sólo a partir de Boccaccio, predominando ésta a partir de entonces.
En fin, a partir de la segunda mitad del siglo XVI , el interés por Apuleyo se traslada de la cultura italiana a otros países europeos, basado nuevamente en sus obras filosóficas 37 .
Respecto a su tradición manuscrita, los opuscula filosóficos, incluyendo el espurio Asclepius , presentan una tradición independiente del De interpretatione (recogido junto a otros dialectica ) y del resto de su obra 38 . De hecho, sólo a partir del siglo XIV se puede hablar de una única tradición manuscrita de la obra del Madaurense.
Existen unos veinte manuscritos que incluyen toda la obra filosófica de nuestro autor y diez con el De deo Socratis solo 39 . Asimismo, los estudiosos han establecido tres familias de manuscritos: la denominada α, la δ y la ς.
La α está integrada por los códices que algunos editores consideran mejores. De ella forma parte uno de los más antiguos, el Codex Bruxellensis 10054-10056 (identificado con la sigla B), de azarosa historia hasta que fue depositado en Bruselas, donde se conserva en la Biblioteca Real. Contiene la práctica totalidad de su obra filosófica. Aunque tradicionalmente se ha fechado en el siglo XI , es bastante probable que pertenezca al siglo IX, a la luz de los estudios más recientes 40 . El Bruxellensis guarda estrecha relación con otros códices de esta misma familia, en particular el Monacensis 621 (M), del siglo XII , y el Vaticanus 3385 (V), también del XII . En fin, comparte, asimismo, rasgos comunes con la familia de manuscritos δ.
En este grupo de manuscritos se incluyen otros tres con una importante relación entre sí, que parecen derivar de una fuente común emparentada con la que comparten los manuscritos B. M y V, a saber: el Parisinus 8624 (A), del siglo XIII ; el Gudianus 168 (G), también del XIII , y el Parisinus 6286, antes Puteanus , del siglo XIV . Todos ellos coinciden en incluir el De deo Socratis junto a obras de otros autores.
La familia δ, poco considerada por editores como Thomas, pero que proporciona a menudo las mejores lectiones, está constituida por dos grupos. El primero lo integra el manuscrito Nederlandensis (N), también llamado Leidensis Vossianus 4° 10, del siglo XI , que contiene también toda la obra filosófica de Apuleyo. De este deriva el Cantabrigiensis, University Library , 1213, de los siglos XII o XII .
De este grupo de manuscritos forman parte también el Parisinus 6634 (P), del siglo XII , y el Laurentianus plut. LXXVI, 36 (L), de los siglos XII o XIII , ambos muy emparentados entre sí y que mantienen algunas divergencias respecto a N, sin que ello implique negarles un origen común. A partir de P fueron copiados dos manuscritos más recientes, el Bruxellensis 3920-3923 y el Parisinus 6366, quizá de los siglos XIII y XIV , respectivamente.
El segundo grupo, muy cercano al ya descrito, está constituido por el Florentinus antes Marcianus 284 (F), del siglo XII , del que derivan otros cuatro 41 que no presentan mayor interés que verificar las lecturas dudosas de F.
Por fin, la familia de manuscritos ς está integrada por manuscritos copiados durante los siglos XIII y XIV . Se trata de manuscritos de «humanista», plagados de errores, con gran cantidad de conjeturas y correcciones, muchas de ellas fruto de la fantasía. Sólo unos pocos son valiosos. Por citar algunos, mencionaremos el Augusteus 82, 10, el Cantabrigiensis Corpus Christi Coll. 71 (V, 4), el Parisinus 15449, todos ellos del siglo XIII , y el Parisinus 6369, del siglo XIV .
Respecto a la tradición manuscrita del De interpretatione 42 , se han distinguido dos familias de manuscritos.
La primera está formada por el manuscrito M, que se encuentra en Roma, en la Biblioteca de los Padres Maristas, y que es muy antiguo (siglos VII-VIII ) y con multitud de errores ortográficos. Guardan relación con éste, entre otros, el Parisinus Lat. 13956 (T), del siglo IX ; el Valencianensis, Bibl. Mun. 406 (W), del siglo x; el Leidensis, B. P. L. 25 (L), del siglo x; el Parisinus Lat. 12949 (V), de los siglos IX-X ; el Parisinus Lat. 7730 (D), del siglo XI , y el Aurelianensis, Bibl. Mun. 277 (O).
La segunda familia está integrada al menos por cuatro manuscritos: el Parisinus Lat. 6398 (E), del siglo XII ; el Carnutensis, Bibl. Mun. 498 (Ca), también del XII ; el Klosterneuburg. Bibl. Mon. 1098 (K), de los siglos XII-XIII , y el Bernensis, Stadtbibliothek 300 (Ba), de los siglos XI-XII .
A medio camino entre ambas familias, por presentar interpolaciones de una y otra, se encuentra el Parisinus Lat. 11127 (Z), del siglo XI .