Читать книгу Una historia de Rus - Argemino Barro - Страница 8
NOTA LIMINAR
ОглавлениеHe respetado la ortografía original del ucraniano y del ruso, salvo por alguna simplificación puntual: al cosaco Jmelnytskyi, por ejemplo, lo he convertido en Jmelnitski.
Cuando no haya una versión española de uso común, los nombres geográficos de cada país están en sus respectivas lenguas oficiales.
La decisión más sensible hace referencia a la capital de Ucrania, Kyiv, que en España siempre hemos llamado por su denominación rusa, Kiev. Es sensible porque, para muchos lectores, puede resultar una palabra nueva y por tanto confundir, y es sensible también por las connotaciones políticas.
El Ministerio de Exteriores de Ucrania pide a la comunidad internacional que cambie el ruso Kiev por el ucraniano Kyiv. Es una manera de reivindicar su lengua oficial y mayoritaria, y de establecer una clara distinción frente a su vecino, Rusia, dada la historia en común.
Es un caso similar al de otros países que se independizaron en el siglo XX: Birmania quiso convertirse en Myanmar, Ceilán en Sri Lanka, o, si hablamos de ciudades, Bombay en Mumbai.
Varios gobiernos, empresas, aeropuertos, instituciones académicas y la práctica totalidad de los grandes medios anglosajones, como The Guardian, BBC o The New York Times, han adoptado el nombre ucraniano de Kyiv.
En España también han comenzado a usarlo algunos periodistas y académicos.
Por estos motivos lo he considerado apropiado.