Читать книгу Violencias contra niñas, niños y adolescentes en Chiapas - Austreberta Nazar Beutelspacher - Страница 17
Diferentes magnitudes de las violencias en poblaciones indígenas
ОглавлениеGonzález (2012) señala la necesidad de recuperar la diversidad interna de la población indígena, ya que como se ha observado en dos encuestas nacionales (endireh, 2006 y endesami, 2008), la violencia adquiere magnitudes regionales diversas.
Por ejemplo, de las ocho regiones indígenas consideradas en la encuesta endireh, (2011), las prevalencias más altas de maltrato infantil se presentan en los Altos de Chiapas (42.22 %), Mazahua-Otomí (36.52 %), Zongolica (37.59 %), y las más bajas en el Istmo (22.75 %) y en la Costa y Sierra Sur (19.92 %). En cuanto al abuso sexual infantil, la prevalencia más alta se presenta en la región Mazahua-Otomí (8.99 %) y la más baja en la Costa y Sierra Sur (3.11 %). Para la violencia de pareja en sus diferentes formas (psicológica, negligencia, física, económica o sexual), en los Altos de Chiapas se reportó la mayor prevalencia (41.37 %), y la menor estuvo en la región Costa y Sierra Sur (15.81 %). Igualmente, en los Altos de Chiapas es en donde un mayor número de mujeres reporta mayor severidad en la violencia de pareja (Frías y Castro, 2014). Asimismo, Chiapas y Guerrero son las entidades de México con la cifra más alta de homicidios de niñas y niños de 0 a 4 años y de adolescentes de 15 a 17 años (redim, 2010). Este último grupo de edad es el que presenta las tasas más elevadas a nivel nacional y en la región Sur-Sureste (redim, 2010).
Otras encuestas (presentadas en el cuadro 1.1) hacen evidente las diferencias entre etnias en la magnitud de las expresiones de la violencia, lo que obliga a detallar y analizar las particularidades sociales, económicas y culturales que subyacen a las disparidades registradas.
Al momento, la información disponible sobre la magnitud, la forma y consecuencias violencia infantil a nivel poblacional en el país es insuficiente y se encuentra demasiado fragmentada, más aún para el contexto de los grupos indígenas. Ante esto, han surgido diversos esfuerzos por parte de organizaciones nacionales e internacionales, que es necesario continuar e incrementar. Este libro pretende contribuir a ello, mediante un análisis de las expresiones de violencia contra niñas, niños y adolescentes en las tres ciudades más pobladas del estado de Chiapas: Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas y Tapachula de Córdova y Ordóñez.
1 En México, principalmente como se registra en encuestas nacionales, la identificación de un individuo como indígena ha partido del origen étnico con base a la auto adscripción (Clarke et al., 2008), a través de la pregunta sobre la condición de habla de lengua indígena.
2 La adscripción étnica se determina en los cuestionarios del inegi con base en la pregunta directa sobre si de acuerdo con su cultura, la persona se considera indígena (ver nota del cuadro 1.1). Al respecto, Schmelkes (2013) subraya la importancia de hacer estas preguntas en encuestas nacionales, al mismo tiempo que señala la ausencia de otros indicadores que registren aspectos de naturaleza cultural.
3 La información de la enim (2015) contradice lo que dice la unicef (2013), pues se presenta la agresión psicológica como la más común. Es muy probable que esto se deba a la naturaleza de los datos, como se señaló anteriormente. Es decir, la unicef (2013) está basándose en lo reportado por el dif, a donde quizá es altamente probable que lleguen niños golpeados severamente, pero poco probable que lleguen niños buscando protección por maltrato psicológico. A pesar de que la violencia física puede ser tolerada legal y culturalmente en el país, la violencia psicológica puede ser aún más “silenciosa” y hasta aceptada, al no dejar un daño evidente de manera inmediata.
4 End Child Prostitution, Child Pornography, and Trafficking of Children for Sexual Purposes .
5 Comprende los estados de Puebla, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Yucatán (redim, 2010).