Читать книгу Violencias contra niñas, niños y adolescentes en Chiapas - Austreberta Nazar Beutelspacher - Страница 7
Introducción
ОглавлениеEl reconocimiento de las violencias contra niñas, niños y adolescentes como un problema social, de salud y un tema de derechos humanos es, históricamente, muy reciente (Beloff, 1999, 2004; unicef, 2015). Apenas en 1970 se advierte que esta violencia, en sus múltiples expresiones, es un problema que debe prevenirse y atenderse mediante la protección del Estado, y en 1989 se aprueba la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, en donde se reconoce internacionalmente que las niñas y niños son sujetos de derechos (unicef, 2006). Más tarde, en 1999, la Organización Internacional del Trabajo (oit) identifica una de las formas más graves de violencia, la explotación sexual, como una de “las peores formas de trabajo infantil” (oit, 2000).
Los esfuerzos realizados para reconocer los derechos de niñas y niños y para promover su protección, se han acompañado y han sido precedidos por fuertes movilizaciones sociales y denuncias; destacan los grupos que demandan protección infantil, incluidos los médicos, por el reconocimiento de la gravedad de las lesiones físicas y psicológicas en las víctimas infantiles (referidas en particular al síndrome del niño apaleado o maltratado), y los movimientos feministas que han tenido una influencia política directa en la visibilización y denuncia del maltrato de la pareja y de la violación (Finkelhor, 2005; Frías, 2017). Estas movilizaciones y acuerdos internacionales para prevenir, atender y erradicar la violencia llevaron a que en la 49.a Asamblea Mundial de la Salud realizada en 1996, la Organización Mundial de la Salud (oms) reconociera que la violencia es un problema de salud pública fundamental y creciente en todo el mundo, justificando la participación prioritaria del sector sanitario y considerando que las instituciones de salud “está(n) con frecuencia en la primera línea de contacto con las víctimas de la violencia, tiene(n) una capacidad técnica sin igual y goza(n) de una posición especial en la comunidad para ayudar a las personas expuestas a riesgos” (Organización Panamericana de la Salud, ops, 2003: xxii).
Actualmente existe un acuerdo generalizado en el que son inaceptables las violencias en general y las ejercidas contra niñas y niños en particular, cualesquiera que sean sus manifestaciones, gravedad o intención; no obstante, su estudio es muy complejo debido a que las interrelaciones entre los elementos de la desigualdad social y las violencias se expresan de distintas maneras en los diferentes contextos socioculturales, espacios y ámbitos de relación, lo que ha derivado en el reconocimiento del estudio de las violencias como un hecho complejo y multidimensional con numerosas causas y consecuencias. Al mismo tiempo, se entiende como un fenómeno no determinístico en el cual a menudo se documentan diferentes condiciones que influyen en la probabilidad de que tanto las violencias como sus consecuencias ocurran o no, de manera tal que no se han identificado una o varias relaciones unívocas entre causas y condiciones, las violencias y sus efectos, dificultando así las acciones destinadas a su prevención. En general se reconoce que hace falta información sobre la magnitud, las expresiones y consecuencias de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en México, especialmente para las poblaciones indígenas, por lo que es necesario incrementar los esfuerzos nacionales e internacionales. Este libro pretende contribuir a ello.