Читать книгу Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3) - Bernal Diaz del Castillo - Страница 26
CAPÍTULO XXII
ОглавлениеCÓMO EL GOBERNADOR DIEGO VELAZQUEZ ENVIÓ DOS CRIADOS SUYOS EN POSTA Á LA VILLA DE LA TRINIDAD CON PODERES Y MANDAMIENTOS PARA REVOCAR Á CORTÉS EL PODER DE SER CAPITAN Y TOMALLE LA ARMADA, Y LO QUE PASÓ DIRÉ ADELANTE.
Quiero volver algo atrás de nuestra plática, para decir que como salimos de Santiago de Cuba con todos los navíos de la manera que he dicho, dijeron á Diego Velazquez tales palabras contra Cortés, que le hicieron volver la hoja; porque le acusaban que ya iba alzado y que salió del puerto como á cencerros tapados, y que le habian oido decir que aunque pesase al Diego Velazquez habia de ser capitan, y que por este efecto habia embarcado todos sus soldados en los navíos de noche, para si le quitasen la capitanía por fuerza hacerse á la vela, y que le habian engañado al Velazquez su secretario Andrés de Duero y el contador Amador de Lares, y que por tratos que habia entre ellos y entre Cortés, que le habian hecho dar aquella capitanía.
É quien más metió la mano en ello para convocar al Diego Velazquez que le revocase luego el poder eran sus parientes Velazquez, y un viejo que se decia Juan Millan, que le llamaban el Astrólogo; otros decian que tenia ramos de locura é que era atronado, y este viejo decia muchas veces al Diego Velazquez:
—«Mira, señor, que Cortés se vengará ahora de vos de cuando le tuvistes preso, y como es mañoso, os ha de echar á perder si no lo remediais presto.»
Á estas palabras y otras muchas que le decian dió oidos á ellas, y con mucha brevedad envió dos mozos de espuelas, de quien se fiaba, con mandamientos y provisiones para el alcalde mayor de la Trinidad, que se decia Francisco Verdugo, el cual era cuñado del mismo gobernador; en las cuales provisiones mandaba que en todo caso le detuviesen el armada á Cortés, porque ya no era capitan, y le habian revocado poder y dado á Vasco Porcallo.
Y tambien traian cartas para Diego de Ordás y para Francisco de Morla y para todos los amigos y parientes del Diego Velazquez, para que en todo caso le quitasen la armada.
Y como Cortés lo supo, habló secretamente al Ordás y á todos aquellos soldados y vecinos de la Trinidad que le pareció á Cortés que serian en favorecer las provisiones del gobernador Diego Velazquez, y tales palabras y ofertas les dijo, que los trujo á su servicio; y aun el mismo Diego de Ordás habló é invocó luego á Francisco Verdugo, que era alcalde mayor, que no hablasen en el negocio, sino que lo disimulasen; y púsole por delante que hasta allí no habia visto ninguna novedad en Cortés, ántes se mostraba muy servidor del gobernador; é ya que en algo se quisiesen poner por el Velazquez para quitarle la armada en aquel tiempo, que Cortés tenia muchos hidalgos por amigos, y enemigos del Diego Velazquez porque no les habia dado buenos indios; y demás de los hidalgos sus amigos, tenia grande copia de soldados y estaba muy pujante, y que seria meter zizaña en la villa, é que por ventura los soldados le darian sacomano é le robarian é harian otro peor desconcierto; y así, se quedó sin hacer bullicio; y el un mozo de espuelas de los que traian las cartas y recaudos se fué con nosotros, el cual se decia Pedro Laso, y con el otro mensajero escribió Cortés muy mansa y amorosamente al Diego Velazquez que se maravillaba de su merced de haber tomado aquel acuerdo, y que su deseo es servir á Dios y á S. M., y á él en su Real nombre; y que le suplicaba que no oyese más á aquellos señores sus deudos los Velazquez, ni por un viejo loco, como era Juan Millan, se mudase.
Y tambien escribió á todos sus amigos, en especial al Duero y al contador, sus compañeros: y despues de haber escrito, mandó entender á todos los soldados en aderezar armas, y á los herreros que estaban en aquella villa, que siempre hiciesen casquillos, y á los ballesteros que desbastasen almacen para que tuviesen muchas saetas, y tambien atrujo y convocó á los herreros que se fuesen con nosotros, y así lo hicieron; y estuvimos en aquella villa doce dias, donde lo dejaré, y diré cómo nos embarcamos para ir á la Habana.
Tambien quiero que vean los que esto leyeren la diferencia que hay de la relacion de Francisco Gómora cuando dice que envió á mandar Diego Velazquez á Ordás que convidase á comer á Cortés en un navío y lo llevase preso á Santiago. Y pone otras cosas en su corónica, que por no me alargar lo dejo de decir, y al parecer de los curiosos letores si lleva mejor camino lo que se vió por vista de ojos ó lo que dice el Gómora que no lo vió.
Volvamos á nuestra materia.