Читать книгу Verdadera Historia de los Sucesos de la Conquista de la Nueva-España (Tomos 1-3) - Bernal Diaz del Castillo - Страница 29
CAPÍTULO XXV
ОглавлениеCÓMO CORTÉS SE HIZO Á LA VELA CON TODA SU COMPAÑÍA DE CABALLEROS Y SOLDADOS PARA LA ISLA DE COZUMEL, Y LO QUE ALLÍ LE AVINO.
No hicimos alarde hasta la villa de Cozumel, más de mandar Cortés que los caballos se embarcasen; y mandó Cortés á Pedro de Albarado que fuese por la banda del Norte en un buen navío que se decia San Sebastian, y mandó al piloto que llevaba el navío que le aguardase en la punta de San Anton, para que allí se juntase con todos los navíos para ir en conserva hasta Cozumel, y envió mensajero á Diego de Ordás, que habia ido por el bastimento, que aguardase que hiciese lo mismo, porque estaba en la banda del Norte; y en 10 dias del mes de Febrero, año de 1519, despues de haber oido Misa, nos hicimos á la vela con nueve navíos por la banda del Sur con la copia de los caballeros y soldados que dicho tengo, y con los dos navíos de la banda del Norte (como he dicho), que fueron once con el en que fué Pedro de Albarado con sesenta soldados, é yo fuí en su compañía, y el piloto que llevábamos, que se decia Camacho, no tuvo cuenta de lo que le fué mandado por Cortés y siguió su derrota, y llegamos dos dias ántes que Cortés á Cozumel, y surgimos en el puerto, ya por mí otras veces dicho cuando lo de Grijalva; y Cortés aún no habia llegado con su flota, por causa que un navío en que venia por capitan Francisco de Morla, con tiempo se le saltó el gobernalle, y fué socorrido con otro gobernalle de los navíos que venian con Cortés, y vinieron todos en conserva.
Volvamos á Pedro de Albarado, que así como llegamos al puerto saltamos en tierra en el pueblo de Cozumel con todos los soldados, y no hallamos indios ningunos, que se habian ido huyendo; y mandó que luego fuésemos á otro pueblo que estaba de allí una legua, y tambien se amontaron é huyeron los naturales, y no pudieron llevar su hacienda, y dejaron gallinas é otras cosas; y de las gallinas mandó Pedro de Albarado que tomasen hasta cuarenta dellas, y tambien en una casa de adoratorios de ídolos tenian unos paramentos de mantas viejas é unas arquillas donde estaban unas como diademas é ídolos, cuentas é pinjantillos de oro bajo, é tambien se les tomó dos indios é una india, y volvimos al pueblo donde desembarcamos.
Estando en esto llegó Cortés con todos los navíos, y despues de aposentado, la primera cosa que se hizo fué mandar echar preso en grillos al piloto Camacho porque no aguardó en la mar, como lo fué mandado.
Y desque vió al pueblo sin gente, y supo cómo Pedro de Albarado habia ido al otro pueblo, é que les habia tomado gallinas é paramentos y otras cosillas de poco valor, de los ídolos y el oro medio cobre, mostró tener mucho enojo dello y de cómo no aguardó el piloto; y reprendióle gravemente al Pedro de Albarado, y le dijo que no se habian de apaciguar las tierras de aquella manera, tomando á los naturales su hacienda; y luego mandó traer á los dos indios y la india que habiamos tomado, y con Melchorejo, que llevábamos de la Punta de Cotoche, que entendia bien aquella lengua, les habló, porque Julianillo su compañero se habia muerto, que fuesen á llamar los caciques é indios de aquel pueblo, y que no hubiesen miedo, y les mandó volver el oro é paramentos y todo lo demás, é por las gallinas, que ya se habian comido, les mandó dar cuentas é cascabeles, é más dió á cada indio una camisa de Castilla.
Por manera que fueron á llamar el señor de aquel pueblo, é otro dia vino el cacique con toda su gente, hijos y mujeres de todos los del pueblo, y andaban entre nosotros como si toda su vida nos hubieran tratado; é mandó Cortés que no se les hiciese enojo ninguno.
Aquí en esta isla comenzó Cortés á mandar muy de hecho, y nuestro Señor le daba gracia que do quiera que ponia la mano se le hacia bien especial en pacificar los pueblos y naturales de aquellas partes, como adelante verán.