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LA BARBA ES NUESTRA
ОглавлениеQueridas Mentes Insanas:
Como parece ser que hablar de depilación es un tema de alto riesgo, que levanta unas sorprendentes ampollas y malestares, vamos a hablar más de ello. Especialmente en verano, cuando no puedes ni comerte una paella en un chiringuito cualquiera sin que la tele te bombardee con mensajes negativos sobre esos pelos que, ¡maldita!, permites que te salgan en las piernas para agravio de todo el entorno. Pero… si solo son unos pelos… dices, mientras tratas de concentrarte en el arroz. No, queridas Mentes, no son solo pelos: son el mayor negocio del mundo. El negocio de la producción de feminidad.
Empezamos por el deseo, si queréis. Eso de que con pelos no gustas es un invento. A mucha gente nos gustan las mujeres peludas, pero como no las hay, no hay ocasión de demostrarlo. Además, la cosa se convierte en una especie de perversión, como si te diese morbo el monstruo del lago Ness o algo así, una idea que esconder entre fantasías más infames que guardas en el fondo de tu imaginario porno.
Seguimos por la normalidad. Como ninguna mujer muestra su vello corporal, parece que tenerlo sea algo totalmente anormal. Dos amigas mías, Mar y Marta, un día decidieron dejar de depilarse la cara. Y ¡sorpresa! les creció una barba. La verdad, todas nos quedamos de piedra. ¡Tenéis barba! Pero entonces empezamos a repasar nuestros hábitos, y entendimos que la mayoría de nosotras tiene barba o bigote, pero desde adolescentes hemos estado retirando urgentemente cualquier vello que aparezca en el rostro como si fuese algo tan maligno que no se pudiera ni ver crecer un rato. Desde que van por la vida barbudas reciben todo tipo de violencias. Lo que queda claro es que la barba de las mujeres es una cuestión de orden público, y así se lo hacen saber constantemente en el metro, en la calle, en el trabajo. Su barba pertenece a todo el mundo, y todo el mundo tiene derecho a opinar. Y a insultar, claro está.
La higiene también es un argumento interesante. Que una mujer tenga vello corporal es sucio. ¿Qué hay de sucio en ello, exactamente? Si el pelo en la cabeza no es sucio (cuando lo llevas limpio), ¿por qué debería serlo el pelo en las piernas? ¿El vello de los hombres, no sería sucio también?
En resumen: que el tema es estético (y económico). Pero, a lo que vamos: que la estética debería ser una opción, pues la vida ya es lo bastante complicada como para que la estética sea una obligación tan sumamente obligatoria también. Y veo anuncios donde chicas comentan con sus amigas que no pueden salir de fiesta porque no van depiladas. Y veo a mis amigas sacar tiempo de donde no lo tienen para correr a depilarse antes de ponerse un pantalón corto, o ante la posibilidad de ir a la piscina el fin de semana. Porque si no se depilan, no podrán ir. ¿Realmente tiene sentido todo esto? ¿Existe la posibilidad de decirnos que, aun sin ir depiladas, lo prioritario es salir, es ir a la piscina, es ponerse ropa fresca?
Igual tendríamos que permitírnoslo por una vez, y ver que no pasa nada. Que igual nos miran un poco mal, pero que vale la pena aguantar esas miradas hostiles a cambio de un día al fresco con el cuerpo que tenemos, moleste a quien moleste.